El cartel de Guayaquil, es un cartel vinculado a las personas mas ricas de Guayaquil, y a la mafia Albanesa, italiana y española, que operan desde el puerto principal del Ecuador, usan este puerto como zona de embarque sobre todo de cocaína a Europa. Tiene a la banca de Guayaquil como su principal lavandería de dólares en especial a los Bancos de Guayaquil, de Machala, tiene a los equipos de fútbol, como Barcelona Sporting Club y Emelec, como sedante social, controlan las plantaciones de banano y ahora de cacao, su transporte desde las fincas a los puertos y su distribución, sobre todo en Europa, además entrenan a sicarios, lavan el dinero en los barrios pobres, donde financian emprendimientos, y a migrantes, crean zonas de microtráfico, pues pagan a sus colaboradores con cocaína y estos tienen que convertir cocaína con la que les pagan en dólares y para eso venden la cocaína, marihuana, pasta base, y otras drogas baratas a un dólar por 100 mg, a una población que neutraliza el hambre y se anima con drogas, es que finalmente les reporta más ganancias por kilogramo vender en Ecuador, donde la droga se convierte en dólares de inmediato, que lo que les reporta ese kilogramo vendido en USA, descontando el costo del envio en lanchas o avionetas, los sobornos y el riesgo de burlar a la guardia costera, las aduanas, las policías fronterizas, el tiempo, etc.
Este cartel ha logrado poner ya dos presidentes en Ecuador , el primero fue Guillermo Lasso, el principal lavador de dinero de la mafia Albanesa en Ecuador a través de su banco el Banco de Guayaquil, y de sus empresas off shore en paraísos fiscales, como Panamá, Islas Cayman, Delaware, Andorra o Miami.
El cuñado del presidente Guillermo Lasso, fundador y propietario del Banco de Guayaquil, donde Guillermo Lasso empezó trabajando como un empleado y luego de casarse con la hermana de Danilo Carrera, terminó siendo del gerente, recibió financiamiento de la Mafia Albanesa para su campaña electoral y junto con esta mafia y su cuñado están implicados en el asesinato de Cherrez, el socio del jefe de la mafia albanesa en Ecuador, muy amigo de Danilo Carrera, implicados todos en un proceso judicial llamado León de Troya. Gracias a Guillermo Lasso, la mafia albanesa logró el control de los puertos en el Golfo de Guayaquil. Los puertos de Guayaquil y Machala, convirtieron a las ciudades de Guayaquil y Durán en las ciudades más peligrosas y violentas del mundo y a la Penitenciaría del Litoral en su principal cuartel de operaciones, sicariato y extorsión, donde en un día se produjeron más de 100 asesinatos.
El cartel de Guayaquil llegó a convertirse en poder político y puso el presidente de Ecuador con Guillermo Lasso y es ahora nuevamente el dueño del país, mediante el presidente Daniel Noboa, que el principal exportador de bananas del país.
Hoy, es en los cargamentos de banano donde se transporta la droga principalmente a Europa, Rusia y el Mediterráneo, que ahora son los que mejor pagan por la cocaína junto con Australia, pues en el resto de Asia, el opio y sus derivados siguen siendo la droga favorita.
Es precisamente de Posorja el nuevo puerto de aguas profundas de Guayaquil, y privatizado por los Noboa, por donde más cocaína sale hacia Europa y por lo general en la flota bananera de la familia del presidente Noboa, que es ahora la flota bananera más grande del mundo.
Los otros carteles a más del cartel de Guayaquil, que se disputan el tráfico de cocaína y el lavado de dólares, gracias a que Ecuador es un país dolarizado, donde los dólares pueden entrar y salir convertidos en oro, pues ya hay minería ilegal en 23 de las 24 provincias del país, en cocaína, migrantes o en inversión, préstamos o campañas políticas, en compras u obras públicas, casas, edificios, mansiones, vehículos, embarcaciones, ventas a crédito, préstamos ilegales, como los de los llamados gota a gota, juegos de azar, incluso en los parques y pueblos pequeños, convertidos en bingos, ruletas, en prostitución, en tráfico de armas y extorsión y sicariato, e incluso en ventas a crédito.
Hoy gracias a las deportaciones de ecuatorianos y latinoamericanos que regresan desde Estados Unidos, América Latina, tiene una población migrante que retorna, que no encuentra trabajo, pero encuentra en el narcotrafico, el sicariato, la extorsión, los préstamos informales e ilegales, la prostitución, una nueva forma de sobrevivir e incluso regresar a los Estados Unidos, pues aquí están endeudados, no tienen trabajo, sus vidas están en peligro, los prestamistas de los carteles les agobian por intentar migrar fuera del país con su dinero prestado.
Gracias al precio y demanda de la cocaína, que ahora es la droga menos peligrosa para la salud, y porque Estados Unidos o Europa viven una epidemia de depresión, jubilados y narco consumo, con una población vieja, obsesionada desde jóvenes con el tiempo libre en la época de los hippies, es decir los años 60, en que llegó la TV, los anticonceptivos, los antibióticos, las vacunas, el LSD, el rock, el amor libre, el transporte aéreo, el viajar, drogarse y divertirse, la diversión como razón y motivo de la existencia, pero además, hoy gracias a la TV y las redes sociales, la internet la comunicación en tiempo real, los nómadas digitales, el Covid, las guerras en Europa y Asia,
Hoy vuelven a repetirse como desde hace siglos las guerras globales, y el alcohol, el tabaco, la cocaína, los opioides, las anfetaminas, el narcotrafico, el tráfico humano, el tráfico de armas y la violencia en zonas mineras, puertos y ciudades en brusco crecimiento, reaparece.
En tanto en América Latina la violencia al igual que la pobreza comparada, esto es que se sienten pobres, aunque ya no son pobres como sus padres, el consumismo compulsivo, los malos gobiernos, la la inseguridad, los desastres naturales y humanos, que están a la vuelta de la esquina los agobia.
Aquí el miedo se ha convertido en gobiernos, obesidad, o austeridad, en sedentarismo, enfermedades mentales o enfermedades crónicas, abandono de viejos, niños, y mujeres, en mendigos, vagabundos, o migrantes, en educación para aprender a ser un ciudadano tonto, obediente y no deliberante, en un desocupado, un necio que puede resistir el desempleo, inculparse de sus desgracias, reconocerse como un ser inferior dentro de la especie humana, esta educación hacia la inferioridad y la derrota se multiplica por los medios, que nos pintan a los latinoamericanos y a la región, como el lugar de los tontos que eligen a Bolsonaro el militar más bruto de Sudamérica, que no pueden librarse de Daniel Ortega y su mujer los déspotas de Nicaragua, a Bukele ridículo hombre metro, como el dueño del Salvador, que se destaca por tener a 80.000 jóvenes presos en mega prisiones, a Milei, el payaso argentino, que ha convertido a su gobierno en un circo, o de Maduro, el chofer que nunca tuvo y llegó a tener y ahora loco se quiere volver, ni al parapléjico y traidor presidente Lenin Moreno , a Guillermo Lasso el banquero casi ciego, paralítico, canceroso y mafioso, o Daniel Noboa, el joven millonario norteamericano-ecuatoriano, autista hiperactivo y desatento, que ha inventado una guerra al narcotrafico que se ha convertido en una guerra de la Costas contra la Sierra en eses país, en un continente, que no puede parar ni reconocer a bribones como Donald Trump. el titiritero de nuestra tragedia en el continente.
En América los que llegan a gobernadores, alcaldes, a prefectos, a congresistas asambleístas, es gracias a una población que no puede reconocer a los mentirosos, malos, ilegales, narcos, ladrones, tontos, bribones, corruptos o violentos del planeta. Es más que se identifica con los malos, con los tontos con los oportunistas, no con los otros pobres del planeta, ni con sus culturas o sus entornos naturales.
Los ecuatorianos, los latinoamericanos nos hemos convertido en lo que fueron los Mongoles o Tártaros para Asia y Europa en el año 1200. y los Norteamericanos, en lo que fueron los nazia en Alemania. en los años treinta y cuarenta del siglo XX.
