El regionalismo: Hechos que afectaron la vida de los ecuatorianos

Por Maximiliano Moreno
En el tema anterior de las pérdidas territoriales, hablamos de como los conflictos de poder entre Quito, Guayaquil y Cuenca, fueron uno de los elementos claves para que el Estado ecuatoriano emergiera como un estado débil.  A esto se le debe sumar el regionalismo.
El regionalismo ha sido sobre todo una disputa de poder entre la Sierra, y la Costa, complicándose en el último cuarto de siglo con un regionalismo amazónico.
Pero además del regionalismo, ha existido el caciquismo provincial, e incluso cantonal y parroquial, lo que ha  convertido al país en parcelas personales, etnicas, territoriales, morales y religiosas.
El regionalismo tiene sus orígenes en las notables diferencias que exiten entre los moradores de las regiones naturales, pues en  los Andes se desarrollaron culturas sedentarias, en las que habían pueblos permanentes, cultivos, vías terrestres, que permitieron una forma estable de vida en los habitantes de los valles y montañas.  Además fueron tierras conquistadas por los Incas, que trajeron la cultura quichua que fue la predominante.
En la costa se desarrollaron culturas semi-nómadas en el interior y más estables, pero de navegantes o explotadores del manglar en el borde costero.
Las culturas semi-nómadas o llamaremos culturas del cacao y la yuca, tuvieron un vínculo con los indígenas de Centroamérica como los Mayas y Quichés, de los Andes septentrionales como los Chibchas y Arawacos y del Caribe como los Caribes.  En estas culturas, el cacao llegó a convertirse en bebida sagrada y moneda, pero los huracanes y tormentas en Centroamérica, como las sequías e inudaciones producidas por las corrientes marinas del Humbolt, el Niño y la Niña aquí, dejaban estragos que obligaban a mudarse de un lado a otro.
En la Costa, Ecuador fue el centro de una cultura naviera, que incluso se cree que tuvo influencia de Oceanía y de Japón.  Esta cultura naviera, llegó a desarrollar una moneda llamada espóndilus, una concha que responde a la presencia del la corriente del niño y que crece incluso en lugares profundos próximos a la costa.  Esta cultura de navegantes influyó desde México hasta Chile, y están entre las llamadas culturas del Maíz y el algodón, que en la cultura Valdivia los cultivaban hace 7 mil años.
La culturas costeñas vivían en un constante guerrear pues cada una hablaba lenguas diferentes, y tenían territorios de caza y pesca que con las catástrofes naturales entraban en conflicto con sus vecinos.
A la llegada de los españoles, el poder de España se centró sobre todo en la Sierra, en tanto los territorios costeros fueron territorios fuera de la ley, e incluso con leyes propias de caciques y caudillo nativos, hasta los años cincuenta del siglo XX.   Este vivir fuera de la ley se produjo por la necesidad de reemplazar los numerosos muertos que produjeron en zonas tropicales las epidemias y que llevaron a la casi extinción indígena.  Así pues las mujeres costeñas adoptaron el embarazo extra-matrimonial, y la fecundación segura, que ya ere una tradición en tribus como los Manteños,  que organizaban orgías festivas en la luna llena para  asegurar la fertilidad de todas las mujeres posibles.
Como consecuencia, el matrimonio eclesiástico que la Sierra era obligatorio para todos, en la Costa paso a ser una particularidad de los blancos y los ricos para asegurar herencias.
El lenguaje costeño, caracterizado por su ahorro en la pronunciación y velocidad, contrastaba con el lenguaje andino, donde la rr la ll y la s son exageradamente pronunciados, en tanto en la costa estas consonantes ni suenan, o se confunden.
La forma de caminar erguida   en la Costa, en contraste con la forma encorvada de caminar en la Sierra, la música alegre como música predominante, en tanto en la Sierra la musica triste y melancólica era lo común; y una alimentación a base de yuca, pescado, frijol, frutales, contrastaba con la alimentación serrana a base de cuy, papa, cereales, leguminosas y hortalizas.
Esta diferencias fueron políticamente explotadas por los españoles para mantener a los oprimidos de sus reinos en constantes pugnas internas, bajo aquel principio romano fundamental para  gobierno tiránicos,  de "divide y vencerás".
Para dividir a los indígenas de los Andes, se les dio a cada grupo étnico un traje, que fue diseñado por el mismo rey de España, de manera que era muy claro para un otavalo diferenciarse de un cañarí.  En la costa esto no fue posible, la única diferencia externamente visible fue la presencia de los negros.  El resto no tenía ningún atuendo particular, vistiéndose todos como mestizos, a excepción de los Tzachilas que mantuvieron su atuendo y comenzaron a pintarse el pelo,   a principios del siglo XX, al descubrir que el mosquito Aedes Egypty no les transmitía la fiebre amarilla a los que despedían el olor del colorante llamado achiote (bixina).
Las  nacionalidades que se refugiaron en lo más remoto de las selvas de Esmeradas, como los Chachis,  tuvieron como cosa particular que sus mujeres no cubrían sus senos y los hombres usaban faldas, hasta su contacto con los mestizos en la segunda mitad del siglo XX.
Tanto en la costa como en la Sierra se desarrollaron las grandes haciendas, con la diferencia que las haciendas serranas eran productoras de productos de consumo interno, en tanto la haciendas de costa empezaron como los norteamericanos por la exportación de tabaco y el  alcohol.   Desde ese entonces el principal rubro de ingresos del campesino costeño fue la madera y el lugares que aun tienen la oportunidad de tumbar árboles, lo siguen haciendo.
En la Sierra no se vivió períodos diferentes a la Costa. En los Andes  la colonia que duró desde 1534 hasta 1822 luego vino la república conservadora católica, que dura hasta ahora, pero que tuvo un sismo con la Revolución Liberal de Eloy Alfaro, la Reforma Agraria de los 60s y 70s u,  el período petrolero y el actual tiempo de las flores y cultivos de invernadero desde los años 80.
En la costa se vivió la colonia con la actividad portuaria de Guayaquil. Esta actividad arrancó con la producción de navíos, por lo que se convirtió en el principal astillero de la costa del Pacífico, luego vino el tiempo de tabaco, pero el poder terrateniente arrancó con  la cascarilla, que era un negocio compartido con los serranos, luego el cacao y los llamados "gran Cacao" llegaron a controlar el país mediante los banqueros, hasta el año 2000 en que tienen un sismo, pero del que se están recuperando.
La Costa ha tenido períodos claros de vida, en que los campesinos se han dedicado a producir productos de exportación que han marcado sus vidas y por eso en su lenguaje definen los períodos diciendo el tiempo del cacao, de la tagua y el caucho, del banano, del camarón y de la palma africana.  El tiempo del cacao fue un período que empezó a fines de la colonia y duró hasta la crisis de 1929 en los Estados Unidos,   en que a la caída del mercado le sucedió el abandono de las plantaciones y la presencia de plagas.  El período del caucho y la tagua tuvo que ver con el período antes de la segunda guerra mundial y la invención del caucho sintético, el período del banano es un período que se divide en dos:  cuando llegó la United y la Standard Fruit desde 1948 hasta 1958 y el período de los Noboa la familia reina del banano, que persiste hasta hoy.  En los años 70 llegó la época petrolera que en la costa dio paso a la explotación de la madera y la expansión ganadera, hasta que luego del fenómeno del niño en l982, se descubrió como criar camarones, esto casi extermina los manglares y la fauna marina de las playas, hasta que afortunadamente llegó la mancha blanca, una enfermedad viral del camarón a fines de los 90, pero esta industria ha ido recuperando poco a poco sus niveles.  En los últimos años, como una peste se extienden las plantaciones de palma africana, teca (madera) y eucalipto tropical, produciendo estragos ecológicos y la expulsión de los campesinos a las ciudades.  En el borde costero, también se desarrollo la pesca industrial, que ha complicado la vida de los pescadores artesanales, que recurren al contrabando,   trafico humano, y el narcotráfico como recursos alternativos.  El turismo de mar arrancó desde los años 80 y es de un crecimiento mucho mayor que en otras partes del país.
Cada uno de los períodos estuvo seguido de fenómenos migratorios que concentran a la población en ciudades y pueblos, dejando enormes extensiones para la plantaciones de exportación y la producción de arroz, soya, maíz duro para consumo interno.
Mientras la Reforma Agraria, tuvo impacto en la Sierra, parcelando la haciendas, y en la Amazonía, forzó una migración de colonos que entraron a territorios indígenas, junto con las compañías petroleras y turísticas, para apropiarse de pedazos de jungla y convertirlos en pastizales y sólo ahora en zonas de cultivo, esto generó una reacción indígena, caracterizada por su espíritu guerrero,  que fue la clave para que la organización CONAIE  tuviera mucho mayor impacto en sus movilizaciones.
La Sierra,  y la Amazonía con su religiosidad y la gran influencia del clero, los profesionales y los burócratas, fortalecidos con el petróleo, ha vivido una larga pugna de poder con los comerciantes, banqueros, terratenientes y agroexportadores costeños,  llegando al punto en que la Costa pone el presidente y la Sierra se lo baja.
Desde los años 50 gracias a la revolución en  medicina, la vialidad, el transporte, el crecimiento poblacional de la costa ha sido explosivo, convirtiéndose en el poder del voto.  La Sierra en cambio logra   influencia gracias a los altos niveles educativos que tienen su clase media y alta.
Pero dentro de la cultura ecuatoriana es indudable que la atracción natural por su mayor vivacidad sexual que sienten los hombres y mujeres  de la Sierra por los de la Costa, que desde siempre fueron uno de los motivos de la migración a esos lugares son la fuerza antagónica a esta lucha de poder.







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