La evolución de súbditos, a fieles creyentes, ciudadanos, turistas, mochileros, internautas, eco-rastreadores y personas.

Hasta antes de la pandemia los ciudadanos del mundo estaban obligados a aprender un oficio o una profesión.  Antes tenían que aprender a ser buenos cristianos o musulmanes, y antes buenos súbditos de algún cacique, rey o emperador.
Pero desde el último cuarto del siglo, los jóvenes de los países ricos aprendían a ser backpackers, y los de los países pobres a ser emigrantes.  La diferencia  estaba en que los primeros podían pasar meses sin trabajar ni estudiar  y recorrían el mundo para aprender como disfrutar de lo que la naturaleza y los países pobres ofrecían.  Entendían que para poder disfrutar de eso. los pobres debía continuar siendo pobres, porque si no, esos países se volvían tan caros como los de ellos y al ganar mas, también podían viajar muchos meses sin trabajar, ni estudiar y entonces al aumentar los backpackers en el mundo, los lugares que frecuentaban se encarecían.
Por el contrario lo emigrantes y estudiantes de los países pobres, era personas que no podían perder ni un minuto  trabajando, arriesgándose a cruzar fronteras como ilegales,  o a estudiantes becados, casi no tenían tiempo libre, pues todo el tiempo era para buscar trabajo, trabajar, o estudiar.
Hoy gracia a la pandemia, es posible viajar  al mismo tiempo,  trabajar, o estudiar, convertir al viaje en un video que produce dinero en Youtube, Vimeo o en otras redes sociales,  todo depende de la calidad, los contenidos, y la audiencia que logre.   
Estos nuevos viajeros, que tienen la capacidad de convertir el viaje en trabajo, aprendizaje, noticia, información, enseñanza, o de continuar trabajando o aprendiendo desde cualquier lugar, se les llama nómadas digitales.
Pero dentro de estos nómadas digitales, backpackers, turistas o emigrantes, hay unos que además viajan para adquirir consciencia ecológica o ambiental, adquirir la capacidad de convivir y compartir  con culturas, de encontrar, descubrir, inventar mientras viajan.  Estos son los ecotrackers.

Un ecotrackers  ya no es un ciudadano de un país, es una persona,  esto es un ser humano, simplemente eso.  Pero este ser humano se entrena todos los días en decidir por si mismo en todo, en decidir por si mismo en cualquier parte del mundo.
Un ciudadano, por el contrario, es un individuo que su país, gobierno, posición económica, relaciones sociales, le dan derechos, que los pierde cuando cambia el gobierno, su riqueza, sus relaciones sociales. Es decir es un individuo que depende del gobierno en su propio país o en cualquier otro.

Pero ser sólo una persona, es decir un simple ser humano, que antes era considerado una desgracia, por ejemplo cuando los conquistadores europeos llegaron a América, los indigenas lograron ser considerados siervos de un patrón y del rey, pero no los negros, que fueron esclavos en este continente, porque se dijo que no eran personas, es decir no tenían alma, no eran humanos.
Fueron necesarios 500 años, para que los eslavos en América pudieran ser reconocidos como seres humanos, como los blancos, algo que aun no se consigue, pues siguen al igual que las mujeres, viviendo la discriminación.
Los cristianos al igual que los musulmanes, llegaron a considerar fieles creyentes a los hombres, y crearon discriminación contra las mujeres, los menores de edad,  los de otras religiones y los de otras razas, nacionalidades, etc.  Esto se extendió a la politica, sólo luego de las guerras mundiales, ha sido posible ver grandes cambios.
En este momento, los seres humanos se han convertido en internautas, esto es viajeros por el celular, las redes o la Internet.  Es un paso forzado y obligado de los seres humanos, que con la pandemia se aceleró.
Hoy el celular, el estar interconectado, es obligatorio y necesario. Por la pandemia, los certificados de vacunación,  los turnos para hacerlo, los lugares a los que acudir, era notificados por celular y los celulares pasaron a controlar y ser medio de control de nuestras vidas, por medio de ellos se rastrea a los contagiados del covid.
Esto nos cambió de ciudadanos a internautas. pues los ciudadanos normalmente tienen relaciones con los vecinos, los paisano o los visitantes de su país, pero ahora las relaciones entre los seres humanos saltan fronteras, y no son con los vecinos sino precisamente con los que lejos están.
Estos seres humanos interconectados, que viajan de manera real o virtual, pero que además están preocupados por el cambio climático, por la extinción de las especies, por los derechos humanos, por las guerras, las pobreza, la violencia, las formas de discriminación es un eco-rastreador o ecotrackers.
Finalmente un ecotrackers es un individuo que aprende a ser persona, no ciudadano, ni súbdito, ní fiel creyente.  Aprender a ser persona es aprender a no ser famoso, rico,  o poderoso, sino aprender a cuidar  la salud propia y ajena,  la naturaleza, y a seres vivos, es aprender a vivir, convivir, sobrevivir y pervivir, dejando hijos, inventos, ideas, obras, recuerdos, etc, que puedan existir por si mismos.
 

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