Cómo la política, las religiones, los medios, el deporte, se convirtieron en estupefacieientes sociales en Ecuador y el mundo




El fanatismo, es desde el origen de la humanidad es la principal droga social o colectiva, y ésta ha sido creado por las religiones, la política, el deporte, el entretenimiento,  sobre todo por los ritos y los medios.
La política aquí,  hace 200 años, se convirtió en un vicio,  en estupefaciente de masas,  un juego de apuestas, donde todo un país desde sus habitantes hasta su petróleo, tierras, océanos, cargos públicos, obras públicas, el trabajo de sus habitantes, los impuestos, el comercio, la información, la educación, la salud, los cupos en las universidades, las becas, los carnets de discapacitados, los bonos,  las viviendas construídas por el estado, las cédulas de identidad, los pasaportes, todo lo que hace el estado,  los préstamos internacionales del FMI, o la banca internacional o nacional,  la policía, la justicia,  el ejército, hasta las Islas Galápagos en Ecuador,  se volvió botín político, y los políticos se volvieron, piratas, narcos, traficantes de todo, en lo peor de lo peor de este país, los partidos en carteles para asaltar el poder y disponer de lo que no es de ellos, aquello que se conoce como el bien común.
La religión desde siempre se convirtió en un estupefaciente social, el el opio de los pueblos, que permitió a los conquistadores y colonos europeos, invadir otros continentes, producir en ellos los peores genocidios, transportar pestes,  o esclavos, y aceptar la muerte como un destino fatal, algo decidido por el Dios de los Cristianos, o  como lo dijo Lénin a comienzos del Siglo XX, cuando Rasputín,  el monje ortodoxo, hacia lo que le daba la gana, con la Monarquía de los Zares,  en ese enorme imperio Ruso, como hoy lo hace Putin, que usando por siglos el cristianismo, creó el país más grande de La Tierra,  poblado  de esclavos , siervos, camaradas,  resignados al destino fatal,  al que llamaba voluntad de Dios  y del Zar,  primero, luego voluntad del Partido; Rusia fué un imperio brutal  de peones y obreros, dispuestos a morir por locos como Iván el Terrible, o criminales sin escrúpulos, que vivían para el odio, la venganza, para su sed de sangre,  como Stalin que al igual que Hitler, o Mao,  convirtieron a la política en el peor estupefaciente social,  en formas crueles de genocidio.
Los medios desde hace 100 años se han convertido en otro estupefaciente social donde el engaño, la propaganda, la mentira, la distorsión de la realidad, la manipulación emocional, se ha convertido en un juego, en un gran negocio, es la fuente del poder en especial en Estados Unidos y los países capitalistas.
Los partidos políticos, desde la Revolución Francesa y la Independencia de las colonias de América, en el siglo XVII,  convirtieron a los medios, en un estupefaciente social, hasta terminar como clanes mafiosos, que crean fronteras, leyes, gobiernos,  de esta forma parten y se reparten países, que inclusive son islas ficticias, que dicen existir en Ecuador,  o en otros lugares, países que inclusive nacieron de  haciendas de Emperadores como el Congo Belga.  Hoy estos partidos políticos originan guerrillas, como la guerrilla colombiana, la más vieja del mundo, o guerras  como la que están viviendo Sudán o Ucrania,  en estos momentos.
La educación también se convirtió en un estupefaciente social, y esto se radicalizó en países con dictaduras, como la de Stalin, Hitler,  Mao, en todas las dictaduras del mundo, pero al mismo tiempo la educación se ha convertido en el anti  estupefaciente social, en la medida en que la ciencia y la tecnología se vuelven incontrolables, o la curiosidad humana se vuelve contagiosa, al igual que la inventiva.  

El conocimiento, esa verdad de corta duración, que navega en el mar de la duda, ese firme opositor a las verdades absolutas, a las religiones, a la política, al fanatismo,origen de la comunicación social, la salud, la industria,  o los deportes, los está cambiando todo. El conocimiento,  se opone a los fanatismo y fanáticos en todas sus formas,   a los que podemos fácilmente reconocer, porque tienen en su lengua,  las palabras "siempre, nunca, o jamás".


Estamos en la era del conocimiento,  dersde la era de los descubrimientos  y la navegacion trans-oceánica, que empezó en 1492,  con el descubrimiento de América, o la industrialización que empezó con la Guerra Civil de USA y la Revolución Industrial en Inglaterra.  
Pero la era del conocimiento se destapó con la revolución de la Internet, las computadoras, el celular, la inteligencia artificial, es decir cuando las máquinas nos comienzan a desplazar,  auxiliar, comunicar, tranportar, cuidar o... matar.


El deporte, la politica, el comercio, la producccion que se han convertido en el culto al dios dinero,  que junto a los llamados emprendimientos, procuran crear fanáticos e ídolos, que se sienten favorecidos por este dios, cuando llegan a la riqueza, a la fama, o al poder, o tienen a sus pies a millones de seguidores, de fanaticos,  hoy  vivimos la  vanidad,  la codicia, la destrucción del planeta que están  desbocados, aquí la vanidad, el pecado favorito del diablo, es la más peligrosa de todas las formas de estupidez en este planeta.

















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