La fiebre del camarón en Ecuador

El fenómeno de Niño de 1982, inundó las planicies costeras de la Costa de Ecuador.  En los manglares y desembocaduras de ríos se multiplicaron los estuarios, en ellos los camarones crecían por miles,, lo que motivó a los inversionistas a crear camaroneras, que eran lugares donde se criaban larvas de camarón, hasta que tenían un tamaño comercial, que por lo general iba de 7 a 15 centímetros.  La mayor de las especies de camarón que crecían en los estuarios como el Estuario de Chamanga que tiene 3 km de ancho y más de 50 km en el interior del continente, era el camarón cebra o langostino, que no crecía en las piscinas, pero en otras 4 variedades si lo hacían.
Construir una camaronera era posible con maquinaria pesada como retroexcavadoras en pocos días,  para esto los que querían hacer camaroneras tenían en primer lugara que corromper a los militares de la marina, que custodiaban las costas y que protegían los manglares.
De manera hipócrita León Febres Cordero declaró áreas protegidas a los manglares,  para que sólo sus amigos pudieran talarlo, entre ellos su sucesor en la Alcaldía de Guayaquil, Jaime Nebot, que era su consentido.
En segundo lugar había que conseguir algún vecinos que empezaran la tala del manglar,    era alguien  que prestaba su nombre por unos pocos sucres, la moneda ecuatoriana de esos tiempos, y mentía diciendo que él lo estaba ocupando en calidad de posesionario, con sembríos, y que vendió su propiedad.
Mi suegro  Don Ramón,  que era el inspector provincial de pesca,  quien no se dejaba corromper y fue feliz, como un burócrata modesto, que caminaba diariamente tres kilómetros de su casa en el centro a la inspectoría de pesca por el Hospital Delfina Torres. iba a inspeccionar la zona en cuestión.  Pero eran los marinos que custodiaban los manglares, los corruptos desde esos años hasta ahora. Mentían diciendo que lo que aquel invasor decía era cierto, a cambio de sobornos,  incluso ellos invadieron manglares y construyeron camaroneras antes o después de retirarse de la armada, lo que hacía casi imposible impedir las invasiones.
  Así, de manera ilegal se construyeron la mayor partes de las 200. 000  hectáreas de camaroneras,  que nos convirtieron en el primer productor mundial de este alimento.
Las piscinas camaroneras y sus propietarios necesitaban larvas, diques de concreto, alimento balanceado especial, y bombas para succionar el agua de mar.
  Para hacer producir una camaronera se necesitaba una inversión equivalente ahora a 6000 dólares, que sucres era aproximadamente 6 millones de sucres, cuando el salario mínimo vital en Ecuador era 80 usd y subió a 120 usd, es decir a  casi 120.000 sucres,  en los tiempos de Rodrigo Borja.
La ventaja de una camaronera estaba en que se podía cosechar cada 3 a 6 meses, dependiendo del mes, de preferencia entre enero y junio, en que llega la corriente de El Niño, cada hectárea producía, 60.000 dólares por cosecha y por hectárea, con sólo dos a 5 empleados,  por cada 100 hectáreas de los cuales 4 eran guardias armados, con armas largas y pistolas.  Esto convirtió a los camaroneros en capos de una mafia, que tenía sus propios sicarios o guardias, y que hacían justicia por mano propia cuando les robaban, o se veían en peligro.
Para los vecinos de las camaroneras por lo general no había trabajo, se prefería matones de la entonces provincia más violenta de Ecuador, de Manabí. Algunos de estos matones, organizaron al ser despedidos y crearon el cartel del narcotráfico, llamado Los Choneros., que empezaron como ladrones de camaroneras.
Los carteles del narcotráfico descubrieron que podían esconder los paquetes de drogas en las piscinas DE camarón,  donde los perros de la policía no podían oler, y que para exportar, se podía hacerlo en las cajas y containers refrigerados, que llevaban camarón. 
A los vecinos de las camaroneras les beneficiaban los camaroneros comprando larvas, que las recogían a lo largo de la costa ecuatoriana, usando unas redes rojas, micrométricas que mataban todo animal próximo a las playas, que se convirtieron en pestilente cementerio de jaibas, cangrejos, muchas variedades de peces pequeños, lo que produjo una devastación y una extinción masiva, en la que más de 120.000 familias,  con padres e hijos  de escuela iban matando animales marinos dia y noche, durante los aguajes, por 15 días cada mes,  todo para conseguir una pequeña cantidad de larvas, que las vendían en vasos de cristal a los camaroneros por altas sumas de dinero, pero ganaban 10 veces más  un trabajador.  Las hembras ovadas de langostino, eran la presa favorita,  por ellas se pagaba hasta 50 dólares, porque cada una tenìa hasta 300000 larvas 
Las ganancias locas de los larveros y pescadores de langostinos terminaba en cantinas, burdeles, televisores VHS, y películas porno, drogas que eran lo que más se vendía.













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