Eco-rastreadores. Capítulo 2, El Dr. Maximiliano y la maquinas



I


He visto, vivido  y estudiado el tiempo en que los dioses eran más importantes que los humanos que los inventaron, los animales o las plantas.

He visto, vivido  y estudiado en tiempos en que los seres humanos poderosos, los que podían controlar a millones, a enormes territorios eran más importantes que usted o yo,  que los animales o plantas, incluso más importantes que todos los habitantes de su propio país o de países distantes.

He visto, vivido y estudiado el tiempo en que los seres humanos ricos se convertían en Midas, que podían multiplicar el dinero, las riquezas, tener miles de millones de dólares, los tiempos en en que el dólar, el dinero valía más que usted o yo, más que las plantas, los animales y la vida en este planeta.

Vivo el tiempo cuando las maquinas son mas inteligentes que usted o yo, son más fuertes, incluso pueden ser eternas, vencer al tiempo, a la distancia, que es lo que fácilmente nos mata.

Vivo el tiempo en que las máquinas no necesitan de combustibles fabricados por los seres humanos, que pueden fabricar baterías solares,  pueden autorepararse, el tiempo en que las máquinas ya no nos necesitan, en que incluso consideran que somo un peligro para nosotros mismos, para ellas, para la vida en este planeta.

Vivo el tiempo en que las máquinas nos ayudan a matarnos y ellas continúan existiendo como si nada,  el tiempo en que las máquinas nos hacen pensar,  se convierten en vicio, en ira, en venganza que aceleran nuestra extinción.

Vivo el tiempo en que las máquinas nos ayudan a explorar el espacio, a descubrir y explorar el universo, que se pueden fabricar por miles de millones, que su chatarra ocupa grandes espacios de este planeta.

Vivo el tiempo en que las máquinas nos conectan y desconectan con otros seres humanos, con este planeta, con otros planetas. el tiempo en que las máquinas valen más que dios, en que las máquinas se convierten en poder, en dinero, en conocimientos, en seres humanoides que nos desplazan.

El tiempo en que las máquinas nos comienzan a odiar,  o las comenzamos a odiar, por ejemplo a los vehículos de combustión.

Vivo el tiempo en las máquinas pueden auto fabricarse, autorepararse, autodirigirse,  obtienen energía del sol, del aire, del agua, ya no contaminan, incluso se matan y se odian, tienen programas para destruirse entre ellas o hasta para autodestruirse,  se interconectan, operan en una red global ,  tienen una memoria millones de veces superior a la nuestra,  y empiezan a razonar con una lógica sin fanatismo religiosos, políticos, personales,  como nosotros, no dudan, temen, no les remuerde la consciencia.

Vivo en un tiempo en que las máquinas son los nuevos dioses, las que nos ayudan a reproducirnos o no,  que ayudan a animales y plantas a multiplicarse, que producen y recolectan cosechas enormes, que nos ayudan a combatir enfermedades.

Vivo en un tiempo en que las máquinas me convierten en inmortal,  pueden guardar mi memoria, mi historia, mis fotos, mis pensamientos mi opiniones, mi relaciones, mis decisiones, me dicen por quien votar,  que comprar, donde vivir, con quien vivir.

Vivo en un tiempo en que mi vida es menos importante que la de los políticos, de los famosos,  los ricos, o los poderosos.

Vivo un tiempo  en que por fin, se que la vida de un perro, de una planta, de un insecto es tan valiosa como la mía,  que morir por  un dios, por una patria, por un gobernante, es algo tonto, porque los dioses, los gobiernos, las guerras,  me roban mis años, mi trabajo, mis ilusiones,  me exponen, me usan, En  más  interesante que aprender a usar una máquina, o cuidar de una vida.

Vivo en un tiempo en los seres humanos ya no somos lo mejor del  planeta, por el contrario,  somo lo peor.

Vivo en un tiempo que los países, las ciudades, la civilización, se ha convertido en el principal enemigo de la vida en La Tierra.

Vivo en los tiempos en que la salud es el gran negocio, es biopiratería, noticias, crónica roja, entrega a domicilio de medicinas naturales, artesanales o industriales,  máquinas que bajan de peso, que operan incluso con cirujanos en otros continentes, de la biónica que nos convierte en humanoides, mitad máquina mitad humano,  que comenzó con algo tan necesario como los zapatos, la ropa, las armaduras y cascos para la guerra, los lentes, los dientes artificiales,  ahora  con el celular, la internet, la telemedicina y la telepsicología, los medicamentos para no envejecer,  el alquiler de úteros, la fertilización in vitro, los robots que cuidan ancianos, los exámenes y scanners, los relojes para vigilar nuestros organos,  los chips en el cerebro o los lentes que nos pueden conectar de la internet de manera inmediata somo muy distintos a nuestros padres o abuelos.

Vivo un tiempo en que nos estamos deshumanizando, luego de siglos en que creímos que el ser humano era el hijo único de Dios, el centro de todo, que los dioses tenían forma humana. en que los gobernantes, los ricos, los famosos son  dioses. del culto al dinero, que es el nuevo dios.

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