El proceso de la Revolución Ciudadana del período de Rafael Correa ha generado en Ecuador cambios vertiginosos.
El primer cambio emocionalmente visible, comenzó por las carreteras. La economía rural tuvo un dramático giro. Las vías significaron que los vehículos de transporte demoraban menos, el acceso a lugares donde se producía alimentos hizo que el país olvidara lo que es el desabastecimiento de los mercados y frenó olas especulativas.
En los campos los campesinos dejaron de caminar largas distancias, las tricimotos, las camionetas y el transporte pesado comenzaron a estar presentes por todas partes, como consecuencia, la movilidad rural dejó de ser un esfuerzo humano y pasó a ser mas una movilidad motorizada, con un impacto en la salud, que se tradujo en obesidad. Hoy en el país, el 75 por ciento de las personas de más de 60 años, tienen sobrepeso, la hipertensión y la diabetes pasaron ser las principales causas de muerte y la basura plástica lo ha invadido todo.
Haya un explosivo crecimiento del parque automotor en el país, el gobierno subsidia la gasolina, esto genera un fenómeno mediante el cual, cuando una persona compra un vehículo, prácticamente le sale gratis, porque todos los ecuatorianos al subsidiar los combustibles, le estamos pagando el valor del vehículo y más.
Como consecuencia de esto en el país se ha creado una división social nueva, en la que los que tienen vehículos motorizados son una clase social que desprecia a los que van a pie. Esta clase social que despunta, tiene como característica común, el desprecio a los que no tienen medio de transporte más caro que el que ellos poseen.
Pero lo grave de todo es que los vehículos que inundan las ciudades, contaminan la atmósfera, congestionan las urbes, son ocupados en un 25 por ciento, el resto es derroche. Se vive el derroche del combustible, un derroche del dinero de todos los ecuatorianos en la vanidad de unos pocos.
Otro dramático cambio es el que han producido el celular, la televisión satelital y el que está produciendo Facebook en el internet.
La revolución de las comunicaciones, que permite ahora a todo el mundo tener teléfono y que ha llegado con la televisión satelital y el internet, y dentro del internet lo que es Facebook, google, youtube, han significado que las personas más comunes y corrientes puedan verse a sí mismas de otra manera.
Los celulares han cambiado el modelo de comunicarnos, y han creado una clasificación social, que depende de la marca y la complejidad del aparato, hemos cambiado la manera de relacionarnos entre las personas, hay una mayor capacidad productiva, de movilización y de interconectarse.
La TV satelital, ha permitido a los habitantes del país escapar del secuestro en que vivía la población, controlada por los medios, que pertenecían a la clase dominante y estaban íntimamente ligados al ejercicio del poder, por clanes económicos y políticos.
Estos medios llenaban el cerebro de los ecuatorianos con toda clase de basura comunicacional, de manera que nos llenaron el cerebro con producciones audiovisuales baratas, superficiales, llenas de violencia y verborrea.
Esta posibilidad de ver el mundo y compararlo con lo que pasa aquí, esta generando gente con indiferencia a esas cuestiones que hacían popular a la burguesía criolla. El fenómeno Correa, ha convertido a lo que era una pesada presentación del presidente cada sábado, en una atracción, que permite ilusionarse a la población con los cambios que hace el gobierno.
Pero la población todavía vive las pésima novelas mexicanas o de Miami, la sanguinaria crónica roja, los concursos, la violencia, el regatón, el sexo como gancho y la sobrevaloración de lo superficial, que comienza por las elecciones de reinas por un día que se dan hasta en los últimos lugares del país. Finalmente, se vive el fanatismo deportivo, que sustituye al fanatismo religiosos, que es visto como una tradición, un folklorismo.
Este año, tras la victoria aplastante de Rafael Correa y el partido Alianza País, una nueva ley de comunicaciones llegó, contra el empeño de los Estados Unidos, que ha mantenido el control de América Latina, domesticando la conciencia de nuestro pueblo mestizo, mediante los medidos masivos de comunicación, en manos de los más serviles, en especial de las élites de las grandes ciudades.
Los medios de comunicación en Ecuador ahora están enfrentados a una ley, que da a los habitantes del país la posibilidad de defenderse frente al poder mediático, que en America Latina ha hecho su regalada gana.
Otro de los grandes logros del gobierno es que por séptimo año consecutivos, la educación y la salud no han vivido en sus consabidas huelgas. Es más, el gobierno ha dado la oportunidad de estudiar fuera del país a miles de buenos estudiantes, mediante becas del país. Por primera vez en la historia, se nos hizo visibles la mala calidad educativa de ciertas universidades como la Universidad Estatal de Guayaquil, donde se forman profesionales para alimentar la mediocracia del partido que mas daño le hizo a la educación y la salud del país, el Movimiento Popular Democrático, MPD. Un partido de orientación estalinista, maoista que convirtió a los mas vagos y violentos estudiantes los llamados "chinos", tirapiedras o garroteros, en poder político.
En el 2013, muchos de los médicos, profesores, policías, empleados públicos, jueces, fiscales de las cortes de justicia, dejaron de ser los profesionales pagados por el gobierno para hacer de las suyas, es que trabajar en instituciones públicas aun hoy, es la oportunidad de tener dos salarios el uno que constituye lo que dice su contrato y el otro ilegal e inmoral , explotando a los pacientes, a los estudiantes y a cualquiera que se mueve por las oficinas, calles o carreteras, usufructuando hasta de las mujeres y de los delincuentes.
Ya se está construyendo las nuevas universidades de calidad internacional, los colegios del milenio son una realidad que cambia la vida de ciudades y campos. La justicia y la policía ya tienen una dimensión diferente.
Los malos se sienten acorralados, vigilados, perseguidos, intranquilos, antes se sentían los dueños de los espacios en los que se acomodaban.
Por primera vez en la historia, es visible que hacer extraordinariamente bien y extraordinariamente rápido es posible. Los cambios ya no son una posibilidad, son una vivencia.
Pero queda todavía como pesadilla, el desempeño de muchos burócratas y empleados públicos, que se logran acomodar y luego se convierten en dueños de espacios de poder, donde lo enredan y dificultan todo, para sacar partido. Es que el aparato burocrático ahora es enorme.
Los buenos se sienten impotentes para hacer algo con la plantilla de mediocres que les rodean, así por ejemplo se les exige niveles de conocimientos a los médicos, pero no a las auxiliares de enfermería, ni a las enfermeras. Tampoco los porteros, choferes, oficinistas, que consiguen sus cargos sin concurso, por palancas. En este país, los profesionales y trabajadores con menos conocimientos y responsabilidades, no tienen que pasar por la incertidumbre de ser escogidos por concurso, tienen estabilidad laboral, ocupan los espacios públicos mediante sindicatos y finalmente terminan controlando a los profesionales más capacitados.
Desde las décadas anteriores, por ejemplo el Ministerio de Salud fue el imperio de estos empleados mediocres. Las auxiliares de enfermería, porteros, choferes personal de limpieza,eran los que decidían a quienes tiene que atender el médico, a quienes se les debe dar medicinas o suplementos nutricionales, etc.. Esta tragedia nacional todavía persiste.
En el país la depredación de la naturaleza continúa imparable. La razón es que los dueños de barcos que pescan en la zona de exclusión, que es sólo para pescadores artesanales, no encuentran obstáculos y el trabajo de la marina para proteger a los más pequeños es casi nulo.
Los bosques siguen siendo depredados, porque no existe forma de que los inspectores forestales sean honestos o la policía ambiental haga bien su trabajo. Pero además porque no se controla a los que venden la madera en los depósitos y aserraderos.
Continúa la expansión de los monocultilvos y las plantaciones, está causando estragos. Parece imposible pararlos y como consecuencia, los campos son abandonados por los pequeños finqueros, la palma africana, el banano, las haciendas ganaderas, el cacao, las camaroneras, los barcos pesqueros, los pescadores con redes devastadoras, los traficantes de madera o incluso de drogas, se apropian de todo. Esto a su vez genera inseguridad alimentaria en el país, destruye las fuentes de agua, activa una guerra de pesticidas contra toda forma de vida que no les de dinero, y en tanto crea seguridad a los exportadores, que acumulan dinero para salir o sacarlo del país. Las plantaciones tiene prioridad sobre los que abastecen de alimentos en pequeña escala, pero que sumando miles son los que dan paz y pan al país.
Por séptimo año consecutivo no hemos tenido apagones, la red eléctrica ha entrado en una extraordinaria expansión, se tiene más cerca la posibilidad de que el desarrollo del país dependa de fuentes energéticas no contaminantes y renovables que se están construyendo.
Pero una de las cosas más importantes es que Ecuador ha hecho visible al los verdaderos opresores de los pueblos y naciones, no sólo en el tercer mundo, sino incluso en el mundo desarrollado, de donde vienen, ha hecho visible el rol las transnacionales explotadoras de recursos naturales y humanos.
Estas compañías como Chevrón, nunca tuvieron escrúpulos para causar daño a la naturaleza y a las personas. Su origen se remonta a la época de las conquistas imperiales en especial de Europa, donde existían compañías vivían del trafico humano de negros, inclusive llegaron a ser las que usaban a bancos como el Berkley Bank de Inglaterra. Luego tuvimos las tiranías implantadas en América Latina por la United Fruit, que desencadenó guerras civiles en Centroamérica y Colombia. La locura de Henry Ford y las transnacionales de la producción de caucho en la Amazonía, de diamantes en Sudáfrica, de Oro en el mundo, de estaño en Bolivia y por supuesto a las compañías petroleras de las que llegó a depender Estados Unidos y hasta han provocado guerras como la de Irak.
Este enfrentamiento en el 2013 de Ecuador con Chevrón, más la protección de Julian Asange, y la ley de medios, que de alguna manera, neutraliza al principal instrumento de control norteamericano, nos ha puesto en la mira mundial como un país sumamente peligroso para los intereses de los políticos de derecha de los Estados Unidos, por su capacidad de manifestarse y hacerse visible, ya somos un polo de atracción de los atribulados pueblos del tercer mundo, en especial para los asiáticos, árabes y europeos que rodean el Mediterráneo y a los que les aplasta una crisis severa; y por supuesto ha puesto a Rafael Correa como el más inteligente adversario que jamás encontró la primera potencia mundial.
