El tráfico humano

LOS NAUFRAGOS
Dr. Tigre viajaba  en la parrilla de una ranchera, con destino a Quimera, lugar donde estaba trabjando para el Seguro Social Campesino de Ecuador.  Le encantaba viajar alla arriba de aquellos buses con carrocería de madera y asientos de lado a lado, sin ventanas, donde el cobrador era un acróbata que colgado de uno de los lados del bus o subiéndose a la parrilla, mientras el vehículo corría y saltaba en los baches, recogía el valor de los pasajes y ayudaba a los pasajeros a subir y bajar las cargas o los animales que iban y venían.
Se subió a la parrilla donde el viajaba, un campesino envuelto en un plástico, con su sombrero, botas de agua  y su machete.
-Hola doctor- le saludó
Dr. Tigure un poco sorprendido. pues no lo conocía, le contestó el saludo y pronto estaban en una amena conversación.
Aquí entre Barco Viejo  y Todo Pescado, le contaba,  antes de este gobierno, llegaban cargaditos los buses de Transesmeraldas, y Occidental a dejar cientos de pasajeros que luego se envarcaban en las lanchas para irse a Centroamérica.   En una ocación se embarcaron uno jovencitos, la mayoría seranos que se ahogaron, sacamos 12 cadáveres, había muchachas bonitas.  Los naufragos estaba sin ropa, porque, seguramente los que los vieron primero sabían que llevaban dinero escondido en sus partes íntimas y les robaron.  Llevaban hasta 15 mil dólares. Fue una pena ver muchachas bonitas que cuando la lancha se viró, según contaban al parecer no sabían nadar, estaban asustados y preocupados por  sus bolosos, donde que no más llevarían, que por salvar sus vidas y los bolsos más rápido les llevaron a ahogarse.

Eran tiempos que vinieron  cuando cambió del sucre al dólar, y los bancos se robaron la plata de los ecuatorianos, pero muchos no eran de los perjudicados de la banca, eran personas que querían conocer, viajar, ganar mucha plata, como los que se habían ido antes desde Cuenca o Cañar,  o simplemente  querían  irse del país, porque aqui no había trabajo, no había dinero, no había estudios, no habaía porvenir, con tanto paro y tanta huegla.
LA CORRUPCIÓN
 En esos tiempos, los profesores  vivían en paros, venian una vez por semana a clases o dos veces por mes.  Cuando ibamos a reclamar, las autoridades incluso nos metían a la cárcel por desacreditar a los docentes.  Los médicos aparecían de vez en cuando, los policías estaban ocupados  en sacar dinero de los turistas y conductores, que de los ladrones que robaban a los que venían a la playa.  Por aquí, no se cuantas toneladas de droga y contrabano habán circulado, porque desde que subió este gobierno, se paró  el trafico de migrantes y caen por todo lado los narcotraficantes.