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It is a blog, RADIO, NEWSPAPER, AND TV, in several languages, to interest its audience in the protection of Planet Earth, its biodiversity, and cultural diversity, with a vision from the Middle of the World, and equidistant
LA NOTICIA MAS IMPRTANTE EN EL MUNDO Es la que tiene que ver con la guerra en Ecuropa, que es desde el siglo XX es el lugar más peligroso del planeta para las guerras, pues aquí se han originado la guerras de conquista de otros continentes desde 1492 hasta la Segunda Guerra Mundial,
LA NOTICIA MAS IMPORTANTE EN AMERICA LATINA es la que tiene que ver con los procesos electorales en America Latina, que se encuentra en la Guerra al Narcotráfico y la guerra migratoria con Estados Unidos.
LA NOTICIA SOBRE EL CAMBIO CLIMATICO Y LA EXTINCION MAS IMPORTANTE DE HOY
DR MAXIMILIANO (DR TIGRE) Analisis de la situacion de Ecuador y el mundo desde el 2018 en un día como ho
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2018 29 de junio Como se destruye o cambia a la consitición del 2008 de Ecuador
2019 20 de Junio Ecuador en venta el verdadero plan de gobierno de Lenín Moreno.
2020 20 de junio La catástrofe humanintaria, politica y económica de Ecuador por la pandemia
2021 19 de junio. Emigrante latinoamericano, una tragedia o una salida?
2022 20 de junio. Lo que significa para Estados Unidos y para Colombia el triunfo de Gustavo Petro
2023 20 de junio. La cómo el fanatismo y la vanidad imperan en las elecciones de Ecuador
SALUD Y VIDA EN LA MITAD DEL MUNDO El origen de la violencia en Guayaquil
Fanatismus ist seit der Entstehung der Menschheit die wichtigste soziale oder kollektive Droge und wurde durch Religionen, Politik, Sport, Unterhaltung, insbesondere durch Rituale und Medien, geschaffen.
Vor 200 Jahren wurde die Politik hier zu einem Laster, einem Massennarkotikum, einem Glücksspiel, bei dem ein ganzes Land von seinen Bewohnern bis zu seinem Öl, seinem Land, seinen Ozeanen, seinen öffentlichen Ämtern, seinen öffentlichen Arbeiten, der Arbeit seiner Bewohner, seinen Steuern, seinem Handel, Informationen, Bildung, Gesundheit, Studienplätze, Stipendien, Behindertenausweise, Gutscheine, vom Staat gebaute Häuser, Personalausweise, Reisepässe, alles, was der Staat tut, die internationalen Kredite des IWF, oder internationale oder nationale Banken, die Polizei, Die Justiz, die Armee, sogar die Galapagos-Inseln in Ecuador wurden zu politischer Beute, und Politiker wurden zu Piraten, Drogenhändlern, Menschenhändlern überhaupt, im schlimmsten Fall dieses Landes, zu Kartellparteien, um die Macht anzugreifen und über alles zu verfügen gehört nicht ihnen, das sogenannte Gemeinwohl.
Religion ist immer zu einem gesellschaftlichen Narkotikum geworden, zum Opium des Volkes, das es den europäischen Eroberern und Siedlern ermöglichte, in andere Kontinente einzudringen, dort die schlimmsten Völkermorde zu verüben, Schädlinge oder Sklaven zu transportieren und den Tod als tödliches Schicksal zu akzeptieren, das von ihnen beschlossen wurde Gott der Christen, oder wie Lenin zu Beginn des 20. Jahrhunderts sagte, als Rasputin, der orthodoxe Mönch, mit der Monarchie der Zaren in diesem riesigen russischen Reich tat, was er wollte, wie Putin es heute tut, der das Christentum nutzt schuf jahrhundertelang das größte Land der Erde, bevölkert von Sklaven, Dienern, Kameraden, ergab sich mit dem fatalen Schicksal, das er zuerst den Willen Gottes und des Zaren, dann den Willen der Partei nannte; Russland war ein brutales Reich von Arbeitern und Arbeitern, die bereit waren, für Verrückte wie Iwan den Schrecklichen zu sterben, oder für skrupellose Kriminelle, die für Hass, Rache, für ihren Blutdurst lebten, wie Stalin, der wie Hitler oder Mao Politik machte das schlimmste soziale Narkotikum, in grausame Formen des Völkermords.
Die Medien sind seit 100 Jahren zu einem weiteren sozialen Narkotikum geworden, in dem Täuschung, Propaganda, Lügen, Verzerrung der Realität und emotionale Manipulation zu einem Spiel, einem großen Geschäft und einer Machtquelle geworden sind, insbesondere in den Vereinigten Staaten und den kapitalistischen Ländern.
Politische Parteien verwandelten seit der Französischen Revolution und der Unabhängigkeit der amerikanischen Kolonien im 17. Jahrhundert die Medien in ein soziales Narkotikum, bis sie schließlich zu Mafia-Clans wurden, die Grenzen, Gesetze, Regierungen schaffen, auf diese Weise beginnen sie und Es werden Länder verteilt, die sogar fiktive Inseln sind, die behaupten, in Ecuador zu existieren, oder an anderen Orten, Länder, die sogar aus Kaisergütern wie Belgisch-Kongo entstanden sind. Heute entstehen aus diesen politischen Parteien Guerillas, wie die kolumbianische Guerilla, die älteste der Welt, oder Kriege wie der, den der Sudan oder die Ukraine gerade erleben.
Bildung wurde auch zu einem sozialen Betäubungsmittel, und dies radikalisierte sich in Ländern mit Diktaturen wie Stalin, Hitler, Mao und allen Diktaturen der Welt, aber gleichzeitig ist Bildung als Wissenschaft und Technologie zum sozialen Anti-Betäubungsmittel geworden unkontrollierbar werden, oder die menschliche Neugier wird ansteckend, ebenso wie der Erfindungsreichtum.
Viden, den kortvarige sandhed, der sejler i tvivlens hav, den stærke modstander af absolutte sandheder, religioner, politik, fanatisme, oprindelsen af social kommunikation, sundhed, industri eller sport ændrer alt. Viden står imod fanatisme og fanatisme i alle dens former, som vi sagtens kan genkende, fordi de i deres sprog har ordene "altid, aldrig eller aldrig".
Vi er i videns æra, fra æraen med opdagelser og trans-oceanisk navigation, som begyndte i 1492, med opdagelsen af Amerika, eller den industrialisering, der begyndte med borgerkrigen i USA og den industrielle revolution i England.
Men vidensæraen blev afsløret med revolutionen af internettet, computere, mobiltelefoner, kunstig intelligens, altså når maskiner begynder at flytte os, hjælpe os, kommunikere, transportere, pleje eller... dræbe os.
Sport, politik, handel, produktion, der er blevet dyrkelsen af pengeguden, som sammen med de såkaldte virksomheder forsøger at skabe fans og idoler, som føler sig begunstiget af denne gud, når de når rigdom, til berømmelse eller magt, eller de har for deres fødder millioner af tilhængere, af fans, i dag lever vi forfængelighed, grådighed, ødelæggelsen af planeten, der florerer, her er forfængelighed, djævelens yndlingssynd, den farligste af alle former for dumhed på dette planet.
El fanatismo, es desde el origen de la humanidad es la principal droga social o colectiva, y ésta ha sido creado por las religiones, la política, el deporte, el entretenimiento, sobre todo por los ritos y los medios.
La política aquí, hace 200 años, se convirtió en un vicio, en estupefaciente de masas, un juego de apuestas, donde todo un país desde sus habitantes hasta su petróleo, tierras, océanos, cargos públicos, obras públicas, el trabajo de sus habitantes, los impuestos, el comercio, la información, la educación, la salud, los cupos en las universidades, las becas, los carnets de discapacitados, los bonos, las viviendas construídas por el estado, las cédulas de identidad, los pasaportes, todo lo que hace el estado, los préstamos internacionales del FMI, o la banca internacional o nacional, la policía, la justicia, el ejército, hasta las Islas Galápagos en Ecuador, se volvió botín político, y los políticos se volvieron, piratas, narcos, traficantes de todo, en lo peor de lo peor de este país, los partidos en carteles para asaltar el poder y disponer de lo que no es de ellos, aquello que se conoce como el bien común.
La religión desde siempre se convirtió en un estupefaciente social, el el opio de los pueblos, que permitió a los conquistadores y colonos europeos, invadir otros continentes, producir en ellos los peores genocidios, transportar pestes, o esclavos, y aceptar la muerte como un destino fatal, algo decidido por el Dios de los Cristianos, o como lo dijo Lénin a comienzos del Siglo XX, cuando Rasputín, el monje ortodoxo, hacia lo que le daba la gana, con la Monarquía de los Zares, en ese enorme imperio Ruso, como hoy lo hace Putin, que usando por siglos el cristianismo, creó el país más grande de La Tierra, poblado de esclavos , siervos, camaradas, resignados al destino fatal, al que llamaba voluntad de Dios y del Zar, primero, luego voluntad del Partido; Rusia fué un imperio brutal de peones y obreros, dispuestos a morir por locos como Iván el Terrible, o criminales sin escrúpulos, que vivían para el odio, la venganza, para su sed de sangre, como Stalin que al igual que Hitler, o Mao, convirtieron a la política en el peor estupefaciente social, en formas crueles de genocidio.
Los medios desde hace 100 años se han convertido en otro estupefaciente social donde el engaño, la propaganda, la mentira, la distorsión de la realidad, la manipulación emocional, se ha convertido en un juego, en un gran negocio, es la fuente del poder en especial en Estados Unidos y los países capitalistas.
Los partidos políticos, desde la Revolución Francesa y la Independencia de las colonias de América, en el siglo XVII, convirtieron a los medios, en un estupefaciente social, hasta terminar como clanes mafiosos, que crean fronteras, leyes, gobiernos, de esta forma parten y se reparten países, que inclusive son islas ficticias, que dicen existir en Ecuador, o en otros lugares, países que inclusive nacieron de haciendas de Emperadores como el Congo Belga. Hoy estos partidos políticos originan guerrillas, como la guerrilla colombiana, la más vieja del mundo, o guerras como la que están viviendo Sudán o Ucrania, en estos momentos.
La educación también se convirtió en un estupefaciente social, y esto se radicalizó en países con dictaduras, como la de Stalin, Hitler, Mao, en todas las dictaduras del mundo, pero al mismo tiempo la educación se ha convertido en el anti estupefaciente social, en la medida en que la ciencia y la tecnología se vuelven incontrolables, o la curiosidad humana se vuelve contagiosa, al igual que la inventiva.
El conocimiento, esa verdad de corta duración, que navega en el mar de la duda, ese firme opositor a las verdades absolutas, a las religiones, a la política, al fanatismo,origen de la comunicación social, la salud, la industria, o los deportes, los está cambiando todo. El conocimiento, se opone a los fanatismo y fanáticos en todas sus formas, a los que podemos fácilmente reconocer, porque tienen en su lengua, las palabras "siempre, nunca, o jamás".
Estamos en la era del conocimiento, dersde la era de los descubrimientos y la navegacion trans-oceánica, que empezó en 1492, con el descubrimiento de América, o la industrialización que empezó con la Guerra Civil de USA y la Revolución Industrial en Inglaterra.
Pero la era del conocimiento se destapó con la revolución de la Internet, las computadoras, el celular, la inteligencia artificial, es decir cuando las máquinas nos comienzan a desplazar, auxiliar, comunicar, tranportar, cuidar o... matar.
El deporte, la politica, el comercio, la producccion que se han convertido en el culto al dios dinero, que junto a los llamados emprendimientos, procuran crear fanáticos e ídolos, que se sienten favorecidos por este dios, cuando llegan a la riqueza, a la fama, o al poder, o tienen a sus pies a millones de seguidores, de fanaticos, hoy vivimos la vanidad, la codicia, la destrucción del planeta que están desbocados, aquí la vanidad, el pecado favorito del diablo, es la más peligrosa de todas las formas de estupidez en este planeta.
El fanatismo, es desde el origen de la humanidad es la principal droga social o colectiva, y ésta ha sido creado por las religiones, la política, el deporte, el entretenimiento, sobre todo por los ritos y los medios.
La política aquí, hace 200 años, se convirtió en un vicio, en estupefaciente de masas, un juego de apuestas, donde todo un país desde sus habitantes hasta su petróleo, tierras, océanos, cargos públicos, obras públicas, el trabajo de sus habitantes, los impuestos, el comercio, la información, la educación, la salud, los cupos en las universidades, las becas, los carnets de discapacitados, los bonos, las viviendas construídas por el estado, las cédulas de identidad, los pasaportes, todo lo que hace el estado, los préstamos internacionales del FMI, o la banca internacional o nacional, la policía, la justicia, el ejército, hasta las Islas Galápagos en Ecuador, se volvió botín político, y los políticos se volvieron, piratas, narcos, traficantes de todo, en lo peor de lo peor de este país, los partidos en carteles para asaltar el poder y disponer de lo que no es de ellos, aquello que se conoce como el bien común.
La religión desde siempre se convirtió en un estupefaciente social, el el opio de los pueblos, que permitió a los conquistadores y colonos europeos, invadir otros continentes, producir en ellos los peores genocidios, transportar pestes, o esclavos, y aceptar la muerte como un destino fatal, algo decidido por el Dios de los Cristianos, o como lo dijo Lénin a comienzos del Siglo XX, cuando Rasputín, el monje ortodoxo, hacia lo que le daba la gana, con la Monarquía de los Zares, en ese enorme imperio Ruso, como hoy lo hace Putin, que usando por siglos el cristianismo, creó el país más grande de La Tierra, poblado de esclavos , siervos, camaradas, resignados al destino fatal, al que llamaba voluntad de Dios y del Zar, primero, luego voluntad del Partido; Rusia fué un imperio brutal de peones y obreros, dispuestos a morir por locos como Iván el Terrible, o criminales sin escrúpulos, que vivían para el odio, la venganza, para su sed de sangre, como Stalin que al igual que Hitler, o Mao, convirtieron a la política en el peor estupefaciente social, en formas crueles de genocidio.
Los medios desde hace 100 años se han convertido en otro estupefaciente social donde el engaño, la propaganda, la mentira, la distorsión de la realidad, la manipulación emocional, se ha convertido en un juego, en un gran negocio, es la fuente del poder en especial en Estados Unidos y los países capitalistas.
Los partidos políticos, desde la Revolución Francesa y la Independencia de las colonias de América, en el siglo XVII, convirtieron a los medios, en un estupefaciente social, hasta terminar como clanes mafiosos, que crean fronteras, leyes, gobiernos, de esta forma parten y se reparten países, que inclusive son islas ficticias, que dicen existir en Ecuador, o en otros lugares, países que inclusive nacieron de haciendas de Emperadores como el Congo Belga. Hoy estos partidos políticos originan guerrillas, como la guerrilla colombiana, la más vieja del mundo, o guerras como la que están viviendo Sudán o Ucrania, en estos momentos.
La educación también se convirtió en un estupefaciente social, y esto se radicalizó en países con dictaduras, como la de Stalin, Hitler, Mao, en todas las dictaduras del mundo, pero al mismo tiempo la educación se ha convertido en el anti estupefaciente social, en la medida en que la ciencia y la tecnología se vuelven incontrolables, o la curiosidad humana se vuelve contagiosa, al igual que la inventiva.
El conocimiento, esa verdad de corta duración, que navega en el mar de la duda, ese firme opositor a las verdades absolutas, a las religiones, a la política, al fanatismo,origen de la comunicación social, la salud, la industria, o los deportes, los está cambiando todo. El conocimiento, se opone a los fanatismo y fanáticos en todas sus formas, a los que podemos fácilmente reconocer, porque tienen en su lengua, las palabras "siempre, nunca, o jamás".
Estamos en la era del conocimiento, dersde la era de los descubrimientos y la navegacion trans-oceánica, que empezó en 1492, con el descubrimiento de América, o la industrialización que empezó con la Guerra Civil de USA y la Revolución Industrial en Inglaterra.
Pero la era del conocimiento se destapó con la revolución de la Internet, las computadoras, el celular, la inteligencia artificial, es decir cuando las máquinas nos comienzan a desplazar, auxiliar, comunicar, tranportar, cuidar o... matar.
El deporte, la politica, el comercio, la producccion que se han convertido en el culto al dios dinero, que junto a los llamados emprendimientos, procuran crear fanáticos e ídolos, que se sienten favorecidos por este dios, cuando llegan a la riqueza, a la fama, o al poder, o tienen a sus pies a millones de seguidores, de fanaticos, hoy vivimos la vanidad, la codicia, la destrucción del planeta que están desbocados, aquí la vanidad, el pecado favorito del diablo, es la más peligrosa de todas las formas de estupidez en este planeta.
Fanatisme, siden menneskehedens oprindelse, er det vigtigste sociale eller kollektive stof, og dette er blevet skabt af religioner, politik, sport, underholdning, især af ritualer og medier.
Politik her, for 200 år siden, blev en last, et massenarkotikum, et hasardspil, hvor et helt land fra dets indbyggere til dets olie, landområder, oceaner, offentlige kontorer, offentlige arbejder, dets indbyggeres arbejde, skatter, handel, information, uddannelse, sundhed, pladser på universiteter, stipendier, handicapkort, kuponer, huse bygget af staten, identitetskort, pas, alt hvad staten gør, de internationale lån fra IMF, eller internationale eller nationale banker, politiet, retsvæsenet, hæren, selv Galapagos-øerne i Ecuador, blev politisk tyvegods, og politikere blev pirater, narkosmuglere, smuglere af alle, i det værste af det værste i dette land, parterne i karteller for at angribe magten og afskaffe det, er ikke deres, hvad der er kendt som det fælles bedste.
Religion er altid blevet et socialt narkotikum, folkets opium, som tillod de europæiske erobrere og bosættere at invadere andre kontinenter, producere de værste folkedrab i dem, transportere skadedyr eller slaver og acceptere døden som en fatal skæbne, noget bestemt af De kristnes Gud, eller som Lenin sagde i begyndelsen af det 20. århundrede, da Rasputin, den ortodokse munk, gjorde, hvad han ville, med zarernes monarki, i det enorme russiske imperium, som Putin gør i dag, der brugte kristendommen i århundreder skabte det største land på Jorden, befolket af slaver, tjenere, kammerater, resigneret med den fatale skæbne, som han kaldte Guds og zarens vilje, først, derefter partiets vilje; Rusland var et brutalt imperium af arbejdere og arbejdere, villige til at dø for gale mennesker som Ivan den Forfærdelige eller skruppelløse kriminelle, der levede for had, hævn, for deres tørst efter blod, som Stalin, der ligesom Hitler eller Mao forvandlede politik til det værste sociale narkotikum, til grusomme former for folkedrab.
Medierne i 100 år er blevet endnu et socialt narkotikum, hvor bedrag, propaganda, løgne, forvrængning af virkeligheden, følelsesmæssig manipulation, er blevet et spil, en stor virksomhed, er magtkilden især i USA og de kapitalistiske lande.
Politiske partier har siden den franske revolution og de amerikanske koloniers uafhængighed i det 17. århundrede gjort medierne til et socialt narkotikum, indtil de endte som mafia-klaner, som skaber grænser, love, regeringer, på denne måde starter de og lande er fordelt, som endda er fiktive øer, som hævder at eksistere i Ecuador, eller andre steder, lande, der endda er født fra kejsernes godser såsom Belgisk Congo. I dag opstår disse politiske partier guerillaer, som den colombianske guerilla, den ældste i verden, eller krige som den, som Sudan eller Ukraine oplever lige nu.
Uddannelse blev også et socialt narkotikum, og dette blev radikaliseret i lande med diktaturer, som Stalins, Hitlers, Maos, i alle diktaturer i verden, men samtidig er uddannelse blevet det sociale antinarkotikum, som videnskab og teknologi. bliver ukontrollerbar, eller menneskelig nysgerrighed bliver smitsom, ligesom opfindsomhed.
Wissen, diese kurzlebige Wahrheit, die im Meer des Zweifels segelt, dieser überzeugte Gegner absoluter Wahrheiten, Religionen, Politik, Fanatismus, der Ursprung sozialer Kommunikation, Gesundheit, Industrie oder Sport verändert alles. Das Wissen stellt sich gegen Fanatismus und Fanatismus in all seinen Formen, was wir leicht erkennen können, weil sie in ihrer Sprache die Worte „immer, nie oder nie“ haben.
Wir befinden uns im Zeitalter des Wissens, im Zeitalter der Entdeckungen und der transozeanischen Schifffahrt, das 1492 mit der Entdeckung Amerikas begann, oder der Industrialisierung, die mit dem Bürgerkrieg in den USA und der industriellen Revolution in England begann.
Aber das Zeitalter des Wissens wurde mit der Revolution des Internets, der Computer, Mobiltelefone und der künstlichen Intelligenz eröffnet, das heißt, als Maschinen beginnen, uns zu bewegen, uns zu helfen, zu kommunizieren, zu transportieren, für uns zu sorgen oder ... uns zu töten.
Sport, Politik, Kommerz, Produktion, die zum Kult des Gottes des Geldes geworden sind, die zusammen mit den sogenannten Unternehmen versuchen, Fans und Idole zu schaffen, die sich von diesem Gott begünstigt fühlen, wenn sie zu Reichtum, Ruhm oder Ruhm gelangen Macht, oder sie haben Millionen von Anhängern, von Fans zu ihren Füßen, heute leben wir Eitelkeit, Gier, die Zerstörung des Planeten, die grassieren, hier ist Eitelkeit, die Lieblingssünde des Teufels, die gefährlichste aller Formen der Dummheit auf diesem Gebiet Planet.
El fanatismo, es desde el origen de la humanidad es la principal droga social o colectiva, y ésta ha sido creado por las religiones, la política, el deporte, el entretenimiento, sobre todo por los ritos y los medios.
La política aquí, hace 200 años, se convirtió en un vicio, en estupefaciente de masas, un juego de apuestas, donde todo un país desde sus habitantes hasta su petróleo, tierras, océanos, cargos públicos, obras públicas, el trabajo de sus habitantes, los impuestos, el comercio, la información, la educación, la salud, los cupos en las universidades, las becas, los carnets de discapacitados, los bonos, las viviendas construídas por el estado, las cédulas de identidad, los pasaportes, todo lo que hace el estado, los préstamos internacionales del FMI, o la banca internacional o nacional, la policía, la justicia, el ejército, hasta las Islas Galápagos en Ecuador, se volvió botín político, y los políticos se volvieron, piratas, narcos, traficantes de todo, en lo peor de lo peor de este país, los partidos en carteles para asaltar el poder y disponer de lo que no es de ellos, aquello que se conoce como el bien común.
La religión desde siempre se convirtió en un estupefaciente social, el el opio de los pueblos, que permitió a los conquistadores y colonos europeos, invadir otros continentes, producir en ellos los peores genocidios, transportar pestes, o esclavos, y aceptar la muerte como un destino fatal, algo decidido por el Dios de los Cristianos, o como lo dijo Lénin a comienzos del Siglo XX, cuando Rasputín, el monje ortodoxo, hacia lo que le daba la gana, con la Monarquía de los Zares, en ese enorme imperio Ruso, como hoy lo hace Putin, que usando por siglos el cristianismo, creó el país más grande de La Tierra, poblado de esclavos , siervos, camaradas, resignados al destino fatal, al que llamaba voluntad de Dios y del Zar, primero, luego voluntad del Partido; Rusia fué un imperio brutal de peones y obreros, dispuestos a morir por locos como Iván el Terrible, o criminales sin escrúpulos, que vivían para el odio, la venganza, para su sed de sangre, como Stalin que al igual que Hitler, o Mao, convirtieron a la política en el peor estupefaciente social, en formas crueles de genocidio.
Los medios desde hace 100 años se han convertido en otro estupefaciente social donde el engaño, la propaganda, la mentira, la distorsión de la realidad, la manipulación emocional, se ha convertido en un juego, en un gran negocio, es la fuente del poder en especial en Estados Unidos y los países capitalistas.
Los partidos políticos, desde la Revolución Francesa y la Independencia de las colonias de América, en el siglo XVII, convirtieron a los medios, en un estupefaciente social, hasta terminar como clanes mafiosos, que crean fronteras, leyes, gobiernos, de esta forma parten y se reparten países, que inclusive son islas ficticias, que dicen existir en Ecuador, o en otros lugares, países que inclusive nacieron de haciendas de Emperadores como el Congo Belga. Hoy estos partidos políticos originan guerrillas, como la guerrilla colombiana, la más vieja del mundo, o guerras como la que están viviendo Sudán o Ucrania, en estos momentos.
La educación también se convirtió en un estupefaciente social, y esto se radicalizó en países con dictaduras, como la de Stalin, Hitler, Mao, en todas las dictaduras del mundo, pero al mismo tiempo la educación se ha convertido en el anti estupefaciente social, en la medida en que la ciencia y la tecnología se vuelven incontrolables, o la curiosidad humana se vuelve contagiosa, al igual que la inventiva.
El conocimiento, esa verdad de corta duración, que navega en el mar de la duda, ese firme opositor a las verdades absolutas, a las religiones, a la política, al fanatismo,origen de la comunicación social, la salud, la industria, o los deportes, los está cambiando todo. El conocimiento, se opone a los fanatismo y fanáticos en todas sus formas, a los que podemos fácilmente reconocer, porque tienen en su lengua, las palabras "siempre, nunca, o jamás".
Estamos en la era del conocimiento, dersde la era de los descubrimientos y la navegacion trans-oceánica, que empezó en 1492, con el descubrimiento de América, o la industrialización que empezó con la Guerra Civil de USA y la Revolución Industrial en Inglaterra.
Pero la era del conocimiento se destapó con la revolución de la Internet, las computadoras, el celular, la inteligencia artificial, es decir cuando las máquinas nos comienzan a desplazar, auxiliar, comunicar, tranportar, cuidar o... matar.
El deporte, la politica, el comercio, la producccion que se han convertido en el culto al dios dinero, que junto a los llamados emprendimientos, procuran crear fanáticos e ídolos, que se sienten favorecidos por este dios, cuando llegan a la riqueza, a la fama, o al poder, o tienen a sus pies a millones de seguidores, de fanaticos, hoy vivimos la vanidad, la codicia, la destrucción del planeta que están desbocados, aquí la vanidad, el pecado favorito del diablo, es la más peligrosa de todas las formas de estupidez en este planeta.
Fanaticism, since the origin of humanity, is the main social or collective drug, and this has been created by religions, politics, sports, and entertainment, especially by rituals and the media.
Politics here, 200 years ago, became a vice, a mass narcotic, a gambling game, where an entire country from its inhabitants to its oil, lands, oceans, public offices, public works, the work of its inhabitants, taxes, commerce, information, education, health, places in universities, scholarships, handicapped cards, vouchers, houses built by the state, identity cards, passports, everything What the state does, the international loans from the IMF, or international or national banks, the police, the judiciary, the army, even the Galapagos Islands in Ecuador, became political loot, and politicians became pirates, drug traffickers, traffickers of all, in the worst of the worst of this country, the parties in cartels to assault power and dispose of what is not theirs, what is known as the common good.
Religion has always become a social narcotic, the opium of the people, which allowed the European conquerors and settlers to invade other continents, produce the worst genocides in them, transport pests or slaves, and accept death as a fatal destiny, something decided by the God of the Christians, or as Lenin said at the beginning of the 20th century, when Rasputin, the orthodox monk, did what he wanted, with the Monarchy of the Tsars, in that enormous Russian empire , as Putin does today, who using Christianity for centuries, created the largest country on Earth, populated by slaves, servants, comrades, resigned to the fatal destiny, which he called the will of God and the Tsar, first, then will of the Party; Russia was a brutal empire of laborers and workers, willing to die for madmen like Ivan the Terrible, or unscrupulous criminals, who lived for hatred, revenge, for their thirst for blood, like Stalin who, like Hitler, or Mao They turned politics into the worst social narcotic, into cruel forms of genocide.
The media for 100 years have become another social narcotic where deception, propaganda, lies, distortion of reality, and emotional manipulation, have become a game, a big business, is the source of power especially in the United States and the capitalist countries.
Political parties, since the French Revolution and the Independence of the American colonies, in the 17th century, turned the media into a social narcotic, until they ended up as mafia clans, which create borders, laws, and governments, in this way they start and countries are distributed, which are even fictitious islands, which claim to exist in Ecuador, or in other places, countries that were even born from Emperors' estates such as the Belgian Congo. Today these political parties originate from guerrillas, like the Colombian guerrilla, the oldest in the world, or wars like the one that Sudan or Ukraine are experiencing right now.
Education also became a social narcotic, and this was radicalized in countries with dictatorships, such as Stalin's, Hitler's, and Mao's, in all the dictatorships in the world, but at the same time, education has become the social anti-narcotic, science and technology become uncontrollable, or human curiosity becomes contagious, as is inventiveness.
Knowledge, that short-lived truth that sails in the sea of doubt, that staunch opponent of absolute truths, religions, politics, fanaticism, the origin of social communication, health, industry, or sports is changing everything. Knowledge opposes fanaticism and fanaticism in all its forms, which we can easily recognize because they have in their language, the words "always, never, or never."
We are in the era of knowledge, from the era of discoveries and trans-oceanic navigation, which began in 1492, with the discovery of America, or the industrialization that began with the Civil War in the USA and the Industrial Revolution in England.
But the era of knowledge was uncovered with the revolution of the Internet, computers, cell phones, and artificial intelligence, that is when machines begin to move us, help us, communicate, transport, care for, or... kill us.
Sports, politics, commerce, and production have become the cult of the god of money, which together with the so-called enterprises, try to create fans and idols, who feel favored by this god, when they reach wealth, to fame, or power, or they have at their feet millions of followers, of fans, today we live vanity, greed, the destruction of the planet that are rampant, here vanity, the devil's favorite sin, is the most dangerous of all forms of stupidity on this planet.
El fanatismo, es desde el origen de la humanidad es la principal droga social o colectiva, y ésta ha sido creado por las religiones, la política, el deporte, el entretenimiento, sobre todo por los ritos y los medios.
La política aquí, hace 200 años, se convirtió en un vicio, en estupefaciente de masas, un juego de apuestas, donde todo un país desde sus habitantes hasta su petróleo, tierras, océanos, cargos públicos, obras públicas, el trabajo de sus habitantes, los impuestos, el comercio, la información, la educación, la salud, los cupos en las universidades, las becas, los carnets de discapacitados, los bonos, las viviendas construídas por el estado, las cédulas de identidad, los pasaportes, todo lo que hace el estado, los préstamos internacionales del FMI, o la banca internacional o nacional, la policía, la justicia, el ejército, hasta las Islas Galápagos en Ecuador, se volvió botín político, y los políticos se volvieron, piratas, narcos, traficantes de todo, en lo peor de lo peor de este país, los partidos en carteles para asaltar el poder y disponer de lo que no es de ellos, aquello que se conoce como el bien común.
La religión desde siempre se convirtió en un estupefaciente social, el el opio de los pueblos, que permitió a los conquistadores y colonos europeos, invadir otros continentes, producir en ellos los peores genocidios, transportar pestes, o esclavos, y aceptar la muerte como un destino fatal, algo decidido por el Dios de los Cristianos, o como lo dijo Lénin a comienzos del Siglo XX, cuando Rasputín, el monje ortodoxo, hacia lo que le daba la gana, con la Monarquía de los Zares, en ese enorme imperio Ruso, como hoy lo hace Putin, que usando por siglos el cristianismo, creó el país más grande de La Tierra, poblado de esclavos , siervos, camaradas, resignados al destino fatal, al que llamaba voluntad de Dios y del Zar, primero, luego voluntad del Partido; Rusia fué un imperio brutal de peones y obreros, dispuestos a morir por locos como Iván el Terrible, o criminales sin escrúpulos, que vivían para el odio, la venganza, para su sed de sangre, como Stalin que al igual que Hitler, o Mao, convirtieron a la política en el peor estupefaciente social, en formas crueles de genocidio.
Los medios desde hace 100 años se han convertido en otro estupefaciente social donde el engaño, la propaganda, la mentira, la distorsión de la realidad, la manipulación emocional, se ha convertido en un juego, en un gran negocio, es la fuente del poder en especial en Estados Unidos y los países capitalistas.
Los partidos políticos, desde la Revolución Francesa y la Independencia de las colonias de América, en el siglo XVII, convirtieron a los medios, en un estupefaciente social, hasta terminar como clanes mafiosos, que crean fronteras, leyes, gobiernos, de esta forma parten y se reparten países, que inclusive son islas ficticias, que dicen existir en Ecuador, o en otros lugares, países que inclusive nacieron de haciendas de Emperadores como el Congo Belga. Hoy estos partidos políticos originan guerrillas, como la guerrilla colombiana, la más vieja del mundo, o guerras como la que están viviendo Sudán o Ucrania, en estos momentos.
La educación también se convirtió en un estupefaciente social, y esto se radicalizó en países con dictaduras, como la de Stalin, Hitler, Mao, en todas las dictaduras del mundo, pero al mismo tiempo la educación se ha convertido en el anti estupefaciente social, en la medida en que la ciencia y la tecnología se vuelven incontrolables, o la curiosidad humana se vuelve contagiosa, al igual que la inventiva.
El conocimiento, esa verdad de corta duración, que navega en el mar de la duda, ese firme opositor a las verdades absolutas, a las religiones, a la política, al fanatismo,origen de la comunicación social, la salud, la industria, o los deportes, los está cambiando todo. El conocimiento, se opone a los fanatismo y fanáticos en todas sus formas, a los que podemos fácilmente reconocer, porque tienen en su lengua, las palabras "siempre, nunca, o jamás".
Estamos en la era del conocimiento, dersde la era de los descubrimientos y la navegacion trans-oceánica, que empezó en 1492, con el descubrimiento de América, o la industrialización que empezó con la Guerra Civil de USA y la Revolución Industrial en Inglaterra.
Pero la era del conocimiento se destapó con la revolución de la Internet, las computadoras, el celular, la inteligencia artificial, es decir cuando las máquinas nos comienzan a desplazar, auxiliar, comunicar, tranportar, cuidar o... matar.
El deporte, la politica, el comercio, la producccion que se han convertido en el culto al dios dinero, que junto a los llamados emprendimientos, procuran crear fanáticos e ídolos, que se sienten favorecidos por este dios, cuando llegan a la riqueza, a la fama, o al poder, o tienen a sus pies a millones de seguidores, de fanaticos, hoy vivimos la vanidad, la codicia, la destrucción del planeta que están desbocados, aquí la vanidad, el pecado favorito del diablo, es la más peligrosa de todas las formas de estupidez en este planeta.
O fanatismo, desde a origem da humanidade, é a principal droga social ou coletiva, sendo esta criada pelas religiões, pela política, pelos esportes, pelo entretenimento, principalmente pelos rituais e pela mídia.
A política aqui, há 200 anos, tornou-se um vício, um narcótico de massas, um jogo de azar, onde um país inteiro desde os seus habitantes ao seu petróleo, terras, oceanos, repartições públicas, obras públicas, o trabalho dos seus habitantes, impostos, comércio, informação, educação, saúde, vagas em universidades, bolsas de estudo, cartões para deficientes, vouchers, casas construídas pelo estado, bilhetes de identidade, passaportes, tudo o que o estado faz, os empréstimos internacionais do FMI, ou bancos internacionais ou nacionais, a polícia, o judiciário, o exército, até as Ilhas Galápagos no Equador viraram pilhagem política, e os políticos viraram piratas, narcotraficantes, traficantes de tudo, no pior dos piores deste país, os partidos em cartéis para assaltar o poder e se desfazer do que não é deles, o que se chama de bem comum.
do partido; A Rússia era um império brutal de operários e trabalhadoras, dispostos a morrer por loucos como Ivan o Terrível, ou criminosos sem escrúpulos, que viviam pelo ódio, pela vingança, pela sede de sangue, como Stalin que, como Hitler, ou Mao Transformaram a política em o pior narcótico social, em formas cruéis de genocídio.
A mídia por 100 anos se tornou outro narcótico social onde engano, propaganda, mentira, distorção da realidade, manipulação emocional, tornou-se um jogo, um grande negócio, é a fonte do poder, especialmente nos Estados Unidos e nos países capitalistas.
Os partidos políticos, desde a Revolução Francesa e a Independência das colônias americanas, no século XVII, transformaram a mídia em um narcótico social, até terminarem como clãs mafiosos, que criam fronteiras, leis, governos, assim iniciam e se distribuem países, que são até ilhas fictícias, que dizem existir no Equador, ou em outros lugares, países que nasceram até de propriedades de imperadores como o Congo Belga. Hoje, esses partidos políticos originam guerrilhas, como a guerrilha colombiana, a mais antiga do mundo, ou guerras como a que estão vivendo no Sudão ou na Ucrânia.
A educação também se tornou um narcótico social, e isso se radicalizou nos países com ditaduras, como a de Stalin, Hitler, Mao, em todas as ditaduras do mundo, mas ao mesmo tempo a educação se tornou o antinarcótico social, como ciência e tecnologia tornam-se incontroláveis, ou a curiosidade humana torna-se contagiosa, assim como a inventividade.
O conhecimento, essa verdade efêmera que navega no mar da dúvida, esse ferrenho adversário das verdades absolutas, das religiões, da política, do fanatismo, da origem da comunicação social, da saúde, da indústria ou do esporte está mudando tudo. O conhecimento se opõe ao fanatismo e ao fanatismo em todas as suas formas, que facilmente podemos reconhecer, porque eles têm em sua linguagem as palavras "sempre, nunca ou nunca".
Estamos na era do conhecimento, da era dos descobrimentos e da navegação transoceânica, que se iniciou em 1492, com a descoberta da América, ou da industrialização que se iniciou com a Guerra Civil nos EUA e a Revolução Industrial na Inglaterra.
Mas a era do conhecimento se abriu com a revolução da internet, dos computadores, dos celulares, da inteligência artificial, ou seja, quando as máquinas começam a nos mover, nos ajudar, comunicar, transportar, cuidar, ou... nos matar.
Esportes, política, comércio, produção que se tornaram o culto do deus do dinheiro, que junto com as chamadas empresas, tentam criar fãs e ídolos, que se sentem favorecidos por este deus, quando alcançam riqueza, fama, ou poder, ou têm a seus pés milhões de seguidores, de fãs, hoje vivemos a vaidade, a ganância, a destruição do planeta que são desenfreadas, aqui a vaidade, o pecado preferido do diabo, é a mais perigosa de todas as formas de estupidez neste planeta.
El fanatismo, es desde el origen de la humanidad es la principal droga social o colectiva, y ésta ha sido creado por las religiones, la política, el deporte, el entretenimiento, sobre todo por los ritos y los medios.
La política aquí, hace 200 años, se convirtió en un vicio, en estupefaciente de masas, un juego de apuestas, donde todo un país desde sus habitantes hasta su petróleo, tierras, océanos, cargos públicos, obras públicas, el trabajo de sus habitantes, los impuestos, el comercio, la información, la educación, la salud, los cupos en las universidades, las becas, los carnets de discapacitados, los bonos, las viviendas construídas por el estado, las cédulas de identidad, los pasaportes, todo lo que hace el estado, los préstamos internacionales del FMI, o la banca internacional o nacional, la policía, la justicia, el ejército, hasta las Islas Galápagos en Ecuador, se volvió botín político, y los políticos se volvieron, piratas, narcos, traficantes de todo, en lo peor de lo peor de este país, los partidos en carteles para asaltar el poder y disponer de lo que no es de ellos, aquello que se conoce como el bien común.
La religión desde siempre se convirtió en un estupefaciente social, el el opio de los pueblos, que permitió a los conquistadores y colonos europeos, invadir otros continentes, producir en ellos los peores genocidios, transportar pestes, o esclavos, y aceptar la muerte como un destino fatal, algo decidido por el Dios de los Cristianos, o como lo dijo Lénin a comienzos del Siglo XX, cuando Rasputín, el monje ortodoxo, hacia lo que le daba la gana, con la Monarquía de los Zares, en ese enorme imperio Ruso, como hoy lo hace Putin, que usando por siglos el cristianismo, creó el país más grande de La Tierra, poblado de esclavos , siervos, camaradas, resignados al destino fatal, al que llamaba voluntad de Dios y del Zar, primero, luego voluntad del Partido; Rusia fué un imperio brutal de peones y obreros, dispuestos a morir por locos como Iván el Terrible, o criminales sin escrúpulos, que vivían para el odio, la venganza, para su sed de sangre, como Stalin que al igual que Hitler, o Mao, convirtieron a la política en el peor estupefaciente social, en formas crueles de genocidio.
Los medios desde hace 100 años se han convertido en otro estupefaciente social donde el engaño, la propaganda, la mentira, la distorsión de la realidad, la manipulación emocional, se ha convertido en un juego, en un gran negocio, es la fuente del poder en especial en Estados Unidos y los países capitalistas.
Los partidos políticos, desde la Revolución Francesa y la Independencia de las colonias de América, en el siglo XVII, convirtieron a los medios, en un estupefaciente social, hasta terminar como clanes mafiosos, que crean fronteras, leyes, gobiernos, de esta forma parten y se reparten países, que inclusive son islas ficticias, que dicen existir en Ecuador, o en otros lugares, países que inclusive nacieron de haciendas de Emperadores como el Congo Belga. Hoy estos partidos políticos originan guerrillas, como la guerrilla colombiana, la más vieja del mundo, o guerras como la que están viviendo Sudán o Ucrania, en estos momentos.
La educación también se convirtió en un estupefaciente social, y esto se radicalizó en países con dictaduras, como la de Stalin, Hitler, Mao, en todas las dictaduras del mundo, pero al mismo tiempo la educación se ha convertido en el anti estupefaciente social, en la medida en que la ciencia y la tecnología se vuelven incontrolables, o la curiosidad humana se vuelve contagiosa, al igual que la inventiva.
El conocimiento, esa verdad de corta duración, que navega en el mar de la duda, ese firme opositor a las verdades absolutas, a las religiones, a la política, al fanatismo,origen de la comunicación social, la salud, la industria, o los deportes, los está cambiando todo. El conocimiento, se opone a los fanatismo y fanáticos en todas sus formas, a los que podemos fácilmente reconocer, porque tienen en su lengua, las palabras "siempre, nunca, o jamás".
Estamos en la era del conocimiento, dersde la era de los descubrimientos y la navegacion trans-oceánica, que empezó en 1492, con el descubrimiento de América, o la industrialización que empezó con la Guerra Civil de USA y la Revolución Industrial en Inglaterra.
Pero la era del conocimiento se destapó con la revolución de la Internet, las computadoras, el celular, la inteligencia artificial, es decir cuando las máquinas nos comienzan a desplazar, auxiliar, comunicar, tranportar, cuidar o... matar.
El deporte, la politica, el comercio, la producccion que se han convertido en el culto al dios dinero, que junto a los llamados emprendimientos, procuran crear fanáticos e ídolos, que se sienten favorecidos por este dios, cuando llegan a la riqueza, a la fama, o al poder, o tienen a sus pies a millones de seguidores, de fanaticos, hoy vivimos la vanidad, la codicia, la destrucción del planeta que están desbocados, aquí la vanidad, el pecado favorito del diablo, es la más peligrosa de todas las formas de estupidez en este planeta.
Le fanatisme, depuis l'origine de l'humanité, est la principale drogue sociale ou collective, et cela a été créé par les religions, la politique, le sport, le divertissement, surtout par les rituels et les médias.
La politique ici, il y a 200 ans, est devenue un vice, un narcotique de masse, un jeu de hasard, où tout un pays de ses habitants à son pétrole, ses terres, ses océans, ses offices publics, ses travaux publics, le travail de ses habitants, ses impôts, son commerce, l'information, l'éducation, la santé, les places dans les universités, les bourses, les cartes d'handicapés, les bons, les maisons construites par l'État, les cartes d'identité, les passeports, tout ce que fait l'État, les prêts internationaux du FMI, ou des banques internationales ou nationales, la police, le pouvoir judiciaire, l'armée, même les îles Galapagos en Équateur, sont devenus du butin politique, et les politiciens sont devenus des pirates, des trafiquants de drogue, des trafiquants de tous, dans le pire des pires de ce pays, les partis en cartels pour attaquer le pouvoir et disposer de ce qui n'est pas le leur, ce qu'on appelle le bien commun.
Match; La Russie était un empire brutal d'ouvriers et d'ouvriers, prêts à mourir pour des fous comme Ivan le Terrible, ou des criminels sans scrupules, qui vivaient pour la haine, la vengeance, pour leur soif de sang, comme Staline qui, comme Hitler, ou Mao Ils ont transformé la politique en le pire narcotique social, en formes cruelles de génocide.
Les médias depuis 100 ans sont devenus un autre narcotique social où la tromperie, la propagande, le mensonge, la déformation de la réalité, la manipulation émotionnelle, est devenu un jeu, un gros business, est la source du pouvoir surtout aux États-Unis et dans les pays capitalistes.
Les partis politiques, depuis la Révolution française et l'indépendance des colonies américaines, au XVIIe siècle, ont transformé les médias en un narcotique social, jusqu'à ce qu'ils finissent en clans mafieux, qui créent des frontières, des lois, des gouvernements, de cette façon ils commencent et des pays sont répartis, qui sont même des îles fictives, qui prétendent exister en Equateur, ou en d'autres lieux, des pays qui sont même nés de successions d'Empereurs comme le Congo belge. Aujourd'hui ces partis politiques sont à l'origine de guérillas, comme la guérilla colombienne, la plus ancienne du monde, ou de guerres comme celle que connaissent actuellement le Soudan ou l'Ukraine.
L'éducation est aussi devenue un narcotique social, et cela s'est radicalisé dans les pays avec des dictatures, comme celles de Staline, d'Hitler, de Mao, dans toutes les dictatures du monde, mais en même temps l'éducation est devenue l'anti-stupéfiant social, comme la science et la technologie deviennent incontrôlables, ou la curiosité humaine devient contagieuse, tout comme l'inventivité.
La connaissance, cette vérité éphémère qui navigue dans la mer du doute, cet adversaire farouche des vérités absolues, des religions, de la politique, du fanatisme, à l'origine de la communication sociale, de la santé, de l'industrie ou du sport change tout. Le savoir oppose le fanatisme et le fanatisme sous toutes ses formes, que l'on reconnaît aisément, car ils ont dans leur langage, les mots « toujours, jamais, ou jamais ».
Nous sommes à l'ère du savoir, de l'ère des découvertes et de la navigation transocéanique, qui a commencé en 1492, avec la découverte de l'Amérique, ou de l'industrialisation qui a commencé avec la guerre civile aux USA et la révolution industrielle en Angleterre.
Mais l'ère de la connaissance a été découverte avec la révolution d'Internet, des ordinateurs, des téléphones portables, de l'intelligence artificielle, c'est-à-dire lorsque les machines ont commencé à nous déplacer, à nous aider, à communiquer, à nous transporter, à nous soigner ou... à nous tuer.
Sports, politique, commerce, production qui sont devenus le culte du dieu de l'argent, qui, avec les soi-disant entreprises, essaient de créer des fans et des idoles, qui se sentent favorisés par ce dieu, lorsqu'ils atteignent la richesse, la gloire ou pouvoir, ou ils ont à leurs pieds des millions de followers, de fans, aujourd'hui nous vivons la vanité, la cupidité, la destruction de la planète qui sévit, ici la vanité, le péché préféré du diable, est la plus dangereuse de toutes les formes de bêtises sur ce planète.
El fanatismo, es desde el origen de la humanidad es la principal droga social o colectiva, y ésta ha sido creado por las religiones, la política, el deporte, el entretenimiento, sobre todo por los ritos y los medios.
La política aquí, hace 200 años, se convirtió en un vicio, en estupefaciente de masas, un juego de apuestas, donde todo un país desde sus habitantes hasta su petróleo, tierras, océanos, cargos públicos, obras públicas, el trabajo de sus habitantes, los impuestos, el comercio, la información, la educación, la salud, los cupos en las universidades, las becas, los carnets de discapacitados, los bonos, las viviendas construídas por el estado, las cédulas de identidad, los pasaportes, todo lo que hace el estado, los préstamos internacionales del FMI, o la banca internacional o nacional, la policía, la justicia, el ejército, hasta las Islas Galápagos en Ecuador, se volvió botín político, y los políticos se volvieron, piratas, narcos, traficantes de todo, en lo peor de lo peor de este país, los partidos en carteles para asaltar el poder y disponer de lo que no es de ellos, aquello que se conoce como el bien común.
La religión desde siempre se convirtió en un estupefaciente social, el el opio de los pueblos, que permitió a los conquistadores y colonos europeos, invadir otros continentes, producir en ellos los peores genocidios, transportar pestes, o esclavos, y aceptar la muerte como un destino fatal, algo decidido por el Dios de los Cristianos, o como lo dijo Lénin a comienzos del Siglo XX, cuando Rasputín, el monje ortodoxo, hacia lo que le daba la gana, con la Monarquía de los Zares, en ese enorme imperio Ruso, como hoy lo hace Putin, que usando por siglos el cristianismo, creó el país más grande de La Tierra, poblado de esclavos , siervos, camaradas, resignados al destino fatal, al que llamaba voluntad de Dios y del Zar, primero, luego voluntad del Partido; Rusia fué un imperio brutal de peones y obreros, dispuestos a morir por locos como Iván el Terrible, o criminales sin escrúpulos, que vivían para el odio, la venganza, para su sed de sangre, como Stalin que al igual que Hitler, o Mao, convirtieron a la política en el peor estupefaciente social, en formas crueles de genocidio.
Los medios desde hace 100 años se han convertido en otro estupefaciente social donde el engaño, la propaganda, la mentira, la distorsión de la realidad, la manipulación emocional, se ha convertido en un juego, en un gran negocio, es la fuente del poder en especial en Estados Unidos y los países capitalistas.
Los partidos políticos, desde la Revolución Francesa y la Independencia de las colonias de América, en el siglo XVII, convirtieron a los medios, en un estupefaciente social, hasta terminar como clanes mafiosos, que crean fronteras, leyes, gobiernos, de esta forma parten y se reparten países, que inclusive son islas ficticias, que dicen existir en Ecuador, o en otros lugares, países que inclusive nacieron de haciendas de Emperadores como el Congo Belga. Hoy estos partidos políticos originan guerrillas, como la guerrilla colombiana, la más vieja del mundo, o guerras como la que están viviendo Sudán o Ucrania, en estos momentos.
La educación también se convirtió en un estupefaciente social, y esto se radicalizó en países con dictaduras, como la de Stalin, Hitler, Mao, en todas las dictaduras del mundo, pero al mismo tiempo la educación se ha convertido en el anti estupefaciente social, en la medida en que la ciencia y la tecnología se vuelven incontrolables, o la curiosidad humana se vuelve contagiosa, al igual que la inventiva.
El conocimiento, esa verdad de corta duración, que navega en el mar de la duda, ese firme opositor a las verdades absolutas, a las religiones, a la política, al fanatismo,origen de la comunicación social, la salud, la industria, o los deportes, los está cambiando todo. El conocimiento, se opone a los fanatismo y fanáticos en todas sus formas, a los que podemos fácilmente reconocer, porque tienen en su lengua, las palabras "siempre, nunca, o jamás".
Estamos en la era del conocimiento, dersde la era de los descubrimientos y la navegacion trans-oceánica, que empezó en 1492, con el descubrimiento de América, o la industrialización que empezó con la Guerra Civil de USA y la Revolución Industrial en Inglaterra.
Pero la era del conocimiento se destapó con la revolución de la Internet, las computadoras, el celular, la inteligencia artificial, es decir cuando las máquinas nos comienzan a desplazar, auxiliar, comunicar, tranportar, cuidar o... matar.
El deporte, la politica, el comercio, la producccion que se han convertido en el culto al dios dinero, que junto a los llamados emprendimientos, procuran crear fanáticos e ídolos, que se sienten favorecidos por este dios, cuando llegan a la riqueza, a la fama, o al poder, o tienen a sus pies a millones de seguidores, de fanaticos, hoy vivimos la vanidad, la codicia, la destrucción del planeta que están desbocados, aquí la vanidad, el pecado favorito del diablo, es la más peligrosa de todas las formas de estupidez en este planeta.
Фанатизм с момента зарождения человечества является основным социальным или коллективным наркотиком, и он был создан религиями, политикой, спортом, развлечениями, особенно ритуалами и средствами массовой информации.
Политика здесь 200 лет назад стала пороком, массовым наркотиком, азартной игрой, где целая страна от ее жителей до ее нефти, земель, океанов, государственных учреждений, общественных работ, труда ее жителей, налогов, торговли, информация, образование, здоровье, места в университетах, стипендии, карточки для инвалидов, ваучеры, дома, построенные государством, удостоверения личности, паспорта, все, что делает государство, международные кредиты от МВФ или международных или национальных банков, полиции, судебная система, армия, даже Галапагосские острова в Эквадоре стали политической добычей, а политики стали пиратами, торговцами наркотиками, торговцами всеми, в худшем из худших в этой стране, партиями в картелях, чтобы напасть на власть и избавиться от того, что не их, то, что известно как общее благо.
Религия всегда становилась социальным наркотиком, опиумом для народа, который позволял европейским завоевателям и переселенцам вторгаться на другие континенты, производить на них худшие геноциды, перевозить вредителей или рабов, принимать смерть как роковую судьбу, решаемую Бог христиан, или как говорил Ленин в начале 20 века, когда Распутин, православный монах, делал что хотел, с Монархией царей, в той огромной Российской империи, как это делает сегодня Путин, который с помощью христианства веками создал самую большую страну на Земле, населенную холопами, слугами, товарищами, смирившимися с роковой судьбой, которую
он называл волей Бога и Царя сначала, потом волей партии; Россия была жестокой империей тружеников и рабочих, готовых умереть за безумцев вроде Ивана Грозного или беспринципных преступников, живших ненавистью, местью, жаждой крови, как Сталин, которые, подобно Гитлеру или Мао, превратили политику в худший социальный наркотик, в жестокие формы геноцида.
СМИ за 100 лет стали очередным социальным наркотиком, где обман, пропаганда, ложь, искажение реальности, эмоциональное манипулирование, превратились в игру, в крупный бизнес, являются источником власти особенно в США и капиталистических странах.
Политические партии, начиная с Французской революции и обретения независимости американскими колониями в 17 веке, превратили средства массовой информации в социальный наркотик, пока не превратились в мафиозные кланы, которые создают границы, законы, правительства, таким образом они начинают и распределены страны, которые являются даже фиктивными островами, которые утверждают, что существуют в Эквадоре или в других местах, страны, которые даже были рождены от поместий императоров, таких как Бельгийское Конго. Сегодня эти политические партии порождают партизан, таких как колумбийские партизаны, самые старые в мире, или войны, подобные той, что сейчас переживает Судан или Украина.
Образование также стало социальным наркотиком, и это радикализировалось в странах с диктатурами, такими как сталинская, гитлеровская, маоистская, во всех диктатурах мира, но в то же время образование стало социальным антинаркотиком, как наука и техника. становятся неконтролируемыми, или человеческое любопытство становится заразительным, как и изобретательность.
Знание, эта недолговечная истина, которая плывет в море сомнений, этот стойкий противник абсолютных истин, религий, политики, фанатизма, происхождения социальной коммуникации, здоровья, промышленности или спорта меняет все. Знание противостоит фанатизму и фанатизму во всех его формах, которые мы легко можем распознать, потому что в их языке есть слова «всегда, никогда или никогда».
Мы живем в эпоху знаний, из эпохи открытий и заокеанского мореплавания, которая началась в 1492 году с открытием Америки, или индустриализации, начавшейся с Гражданской войны в США и Промышленной революции в Англии.
Но эпоха знаний открылась с революцией интернета, компьютеров, сотовых телефонов, искусственного интеллекта, то есть когда машины начинают нас двигать, помогать нам, общаться, перевозить, заботиться или... убивать нас.
Спорт, политика, торговля, производство, ставшие культом бога денег, которые вместе с так называемыми предприятиями пытаются создать поклонников и идолов, которые чувствуют себя благосклонными к этому богу, когда достигают богатства, славы или власти, или у их ног миллионы последователей, поклонников, сегодня мы живем тщеславием, жадностью, разрушением планеты, которые свирепствуют, здесь тщеславие, любимый дьявольский грех, опаснейшая из всех форм глупости на этом планета.
El fanatismo, es desde el origen de la humanidad es la principal droga social o colectiva, y ésta ha sido creado por las religiones, la política, el deporte, el entretenimiento, sobre todo por los ritos y los medios.
La política aquí, hace 200 años, se convirtió en un vicio, en estupefaciente de masas, un juego de apuestas, donde todo un país desde sus habitantes hasta su petróleo, tierras, océanos, cargos públicos, obras públicas, el trabajo de sus habitantes, los impuestos, el comercio, la información, la educación, la salud, los cupos en las universidades, las becas, los carnets de discapacitados, los bonos, las viviendas construídas por el estado, las cédulas de identidad, los pasaportes, todo lo que hace el estado, los préstamos internacionales del FMI, o la banca internacional o nacional, la policía, la justicia, el ejército, hasta las Islas Galápagos en Ecuador, se volvió botín político, y los políticos se volvieron, piratas, narcos, traficantes de todo, en lo peor de lo peor de este país, los partidos en carteles para asaltar el poder y disponer de lo que no es de ellos, aquello que se conoce como el bien común.
La religión desde siempre se convirtió en un estupefaciente social, el el opio de los pueblos, que permitió a los conquistadores y colonos europeos, invadir otros continentes, producir en ellos los peores genocidios, transportar pestes, o esclavos, y aceptar la muerte como un destino fatal, algo decidido por el Dios de los Cristianos, o como lo dijo Lénin a comienzos del Siglo XX, cuando Rasputín, el monje ortodoxo, hacia lo que le daba la gana, con la Monarquía de los Zares, en ese enorme imperio Ruso, como hoy lo hace Putin, que usando por siglos el cristianismo, creó el país más grande de La Tierra, poblado de esclavos , siervos, camaradas, resignados al destino fatal, al que llamaba voluntad de Dios y del Zar, primero, luego voluntad del Partido; Rusia fué un imperio brutal de peones y obreros, dispuestos a morir por locos como Iván el Terrible, o criminales sin escrúpulos, que vivían para el odio, la venganza, para su sed de sangre, como Stalin que al igual que Hitler, o Mao, convirtieron a la política en el peor estupefaciente social, en formas crueles de genocidio.
Los medios desde hace 100 años se han convertido en otro estupefaciente social donde el engaño, la propaganda, la mentira, la distorsión de la realidad, la manipulación emocional, se ha convertido en un juego, en un gran negocio, es la fuente del poder en especial en Estados Unidos y los países capitalistas.
Los partidos políticos, desde la Revolución Francesa y la Independencia de las colonias de América, en el siglo XVII, convirtieron a los medios, en un estupefaciente social, hasta terminar como clanes mafiosos, que crean fronteras, leyes, gobiernos, de esta forma parten y se reparten países, que inclusive son islas ficticias, que dicen existir en Ecuador, o en otros lugares, países que inclusive nacieron de haciendas de Emperadores como el Congo Belga. Hoy estos partidos políticos originan guerrillas, como la guerrilla colombiana, la más vieja del mundo, o guerras como la que están viviendo Sudán o Ucrania, en estos momentos.
La educación también se convirtió en un estupefaciente social, y esto se radicalizó en países con dictaduras, como la de Stalin, Hitler, Mao, en todas las dictaduras del mundo, pero al mismo tiempo la educación se ha convertido en el anti estupefaciente social, en la medida en que la ciencia y la tecnología se vuelven incontrolables, o la curiosidad humana se vuelve contagiosa, al igual que la inventiva.
El conocimiento, esa verdad de corta duración, que navega en el mar de la duda, ese firme opositor a las verdades absolutas, a las religiones, a la política, al fanatismo,origen de la comunicación social, la salud, la industria, o los deportes, los está cambiando todo. El conocimiento, se opone a los fanatismo y fanáticos en todas sus formas, a los que podemos fácilmente reconocer, porque tienen en su lengua, las palabras "siempre, nunca, o jamás".
Estamos en la era del conocimiento, dersde la era de los descubrimientos y la navegacion trans-oceánica, que empezó en 1492, con el descubrimiento de América, o la industrialización que empezó con la Guerra Civil de USA y la Revolución Industrial en Inglaterra.
Pero la era del conocimiento se destapó con la revolución de la Internet, las computadoras, el celular, la inteligencia artificial, es decir cuando las máquinas nos comienzan a desplazar, auxiliar, comunicar, tranportar, cuidar o... matar.
El deporte, la politica, el comercio, la producccion que se han convertido en el culto al dios dinero, que junto a los llamados emprendimientos, procuran crear fanáticos e ídolos, que se sienten favorecidos por este dios, cuando llegan a la riqueza, a la fama, o al poder, o tienen a sus pies a millones de seguidores, de fanaticos, hoy vivimos la vanidad, la codicia, la destrucción del planeta que están desbocados, aquí la vanidad, el pecado favorito del diablo, es la más peligrosa de todas las formas de estupidez en este planeta.
