Los ecuatorianos, extrajeros y Ecotrackers

Durante una década Ecotrackers ayudó a muchos jóvenes y adultos de países desarrollados a entender el español y al Ecuador, con pocos resultados satisfactorios.

Ante esto, Ecotrackers se ha avisto en la necesidad de cambiar de ese turismo barato, parasitario y oportunista, o de espías por un título universitario, llamado voluntariado o pasantías, que se ha popularizado en el mundo.

Se trata de una lucha por no volver a ser facilitadores para viajeros que quieren aprovecharse de la gente pobre, de los bajos precios, o de recursos naturales, personas, y conocimientos ancestrales y que con sus acciones permiten a ciudadanos, empresas y gobiernos de países desarrollados, la explotación inmisericorde de las personas y la naturaleza de los países de menor desarrollo.

Los que trabajen y aprendan con nosotros deben hacerlo por una práctica para conocer lo que es el uso del español y otros conocimientos en salud, protección cultural y protección de la naturaleza, que les dé la capacidad de hacer un trabajo de solidaridad internacional y entre ecuatorianos.

Esta solidaridad debe empezar por el convencimiento de que se trata de hacer un mundo más justo, donde los héroes somo todos los que queremos respeto a nosotros mismos, a otros seres humanos y la naturaleza con toda su diversidad.

En la actualidad Ecotrackers trabaja ayudando a ecuatorianos a entenderse y valorarse a sí mismos y a su entorno, en un mundo donde la globalización hace desaparecer las identidades, la vida silvestre y nos convierte en enfermos crónicos, consumidores insatisfechos y mecánicos proveedores de materias primas o trabajo.

Para esto tiene un pequeño equipo de colaboradores, una residencia para estudiantes con 8 habitaciones con dos cocinas, salas y comedor, 8 baños y está ubicada en la Av. Colón 303 Tamayo, junto al hospital Baca Ortiz, por lo que muchos de sus huéspedes son estudiantes de medicina de provincias, que vienen a hacer sus prácticas en este hospital pediátrico.

Además en sus oficinas, en la Avenida Amazonas de Quito, en el centro administrativo estatal del país, ha adecuado un modesto estudio de edición de TV y radio, a fin de producir con el Dr. Maximiliano Moreno y su familia, programas que desarrollen la conciencia sanitaria, histórica, ecológica y cultural de los ecuatorianos y extranjeros. Los doce primeros programas están financiados por Ecuador TV la televisión publica de país.
Queremos, generar salud con nuestros propios recursos terapéuticos, conductas personales, familiares y de convivencia, basadas en el respeto a sí mismo, a los de su sangre, a sus vecinos y a su entorno mediante talleres en comunidades rurales donde estamos formado promotores de salud y desarrollo ecologico-cultural.
Colabora con personas y organizaciones públicas y privadas que hacen el bien común y el desarrollo sostenible.

Tenemos la esperanza de poder hacer un espacio para que fotógrafos, video productores y artistas anónimos puedan mostrar su virtudes y trabajos tanto por internet, como en la terraza que disponemos, en un lugar estratégico, próximo a 7 de las 10 universidades de la capital, con mas de 100.000 estudiantes de diferentes niveles educativos que están cerca.

Nuestro trabajo depende de recursos económicos, que en este país no están fácilmente disponibles; gracias a que no conocemos el camino para obtener recursos externos, hemos sobrevivido en base a servicios educativos y profesionales que ofrecemos. La única donación en dinero ha sido la de nuestro socio y administrador de nacionalidad inglesa David Tucket.

Nuestra supervivencia ha dependido de nosotros mismo y de aquellos que han visto en nosotros una oportunidad de aprender y hacer un trabajo de solidaridad internacional.
Esperamos contar con gente que necesita conocer como convivir con otras culturas, y sea capaz de pagar un precio justo, con dinero y trabajo, por las facilidades, relaciones y los conocimientos que ponemos a su alcance y que esto nos permita solventar nuestros gastos sin perder la libertad para no someternos a voluntades y conveniencias polílticas, religiosas, o afanes de lucro.
Defendemos un nuevo pensamiento filosófico andino llamado Pensamiento Equinoccial, que cree en las personas, es decir los seres humanos con personalidad, nacida del ejercicio frecuente de elegir; que creen en el conocimiento como una verdad de corta duración sometida a la duda; que creen en la democracia como el ejercicio de decidir por si mismos en las acciones publicas y de beneficio común.

Ofrecemos y apoyamos, con nuestras capacidades creadas, a personas, instituciones y organizaciones que necesitan contar con una experiencia y contactos como la que Ecotrackers ha construido con tenacidad desde el año 2000, junto a 14 nacionalidades indígenas, en 10 áreas protegidas, con profesionales y campesinos valiosos de este país.

Club de eco rastreadores y ecotrackers

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