Los cuestionamientos a Facebook nos ponen en evidencia que las cosas en el mundo han cambiado con las redes sociales, que estas tienen ahora tanto poder que pueden poner y quitar gobiernos.
Las redes sociales están cambiando el comportamiento humano de manera tan radical, que al igual que el automóvil, el avión o la electricidad, su rol en este momento es trascendente, que tras la pandemia, se han vuelto tan importantes como el aire para respirar.
La mente humana, que ahora es el juguete, como un día lo fueron las guerras, los autos, los tractores, los aviones, la televisión, los eventos culturales o deportivos, están en un punto que puede volverse irreversible que los seres humanos se conviertan en los enemigos mas radicales de otros seres vivos y de sí mismo, esto se debe a que la percepción de si mismo se ha vuelto mas importante que a percepción del entorno.
Las redes sociales y la comunicación satelital nos permite tener mucha mas información del entorno y el mundo en el que nos movemos, desde el entorno familiar hasta el entorno ecológico o cultural, o político, se vive un bombardeo, este bombardeo hace que los seres humanos nos preocupemos mas por lo que comemos, como vestimos, que pasa en nuestro cuerpo, como pensar que hacer, como divertirnos o ganar dinero. Este exagerado enfoque en sí mismo, convierte a cada persona en el centro de todo. en ostras, que perciben el mundo pero encerrados en la casa, en la oficina, en el auto, en el taller, y el mundo cercano, es ese es el mundo real , lo que está al otro lado de la vienta, o de la pantalla, es un mundo casi irreal porque en el todo es fugaz y cambia rápidamente, cambia tan rápido, que parece imposible reconocerlo al día siguiente. Cuando se vuelve a salir de la casa, hay nuevos negocios, personas, leyes, conducta, productos, etc, que por la pandemia aparecen y desaparecen.
El turismo que era un viaje en el que se dejaba de lado lo que pasaba en la casa, el trabajo o el país, ahora es es una exploración, que se la hace sin perder la relación diaria con los familiares, los amigos, el trabajo, con aquello que antes podíamos dejarlo por unos días.
Además los viajeros, al igual que los usuarios de las redes sociales se han convertido en reporteros de lo que les pasa, asombra, agrada, desagrada cada día, y eso incluye lo que les pase en el viaje de vacaciones.
El trabajo pasó de la oficina a la casa, ahora es posible seguir trabajando gracias a las redes sociales y a la Internet desde cualquier parte del mundo, a cualquier hora, y sin tener que vivir el mundillo de murmuraciones, chismes, envidias, comentarios o conductas, de alguien de la oficina que se nos vuelve insoportable.
Las escuelas, colegios y universidades, que se convirtieron en lugares para practicar las mas estúpidas formas de vanidad, acoso, hostigamiento, aprendizaje de conducta violentas, o desagradables, cuna de pandillas, embarazos no deseados, violaciones, asesinatos masivos en escuelas, odio contra grupos, que desde la institución educativa donde se agrupan, salen a ensuciar las paredes con graffitis, palabras o mensajes horribles, a practicar toda clase de vicios, o la puntería asesinando compañeros, ahora ya eso les parece menos interesante que hacerlo por internet, donde puedes practicar desde la sextorción, el bullying cibernético, los juegos interactivos o miles de nuevas formas de fastidiar que permiten las redes sociales.
Facebook y las redes sociales nos están cambiando y ese cambio es sin tener que matar a nadie, sin tener que bombardear, que quemar, que sitiar, que usar ejércitos, religiones, policías, leyes.
Estos cambios en que las conductas humanas no pueden ser normadas por reyes, sacerdotes, presidentes, políticos, militares, policías o leyes es los que ahora aterra a los gobiernos y gobernantes.