Está claro dede hace milenios, que es posible determinar el origen de una guerra, normalmente se produce porque un gobernante o un país ataca a otro, la declaración verbal, como la guerra declarada por Lenín Moreno y Guillermo Lasso al narcotráfico, como lo hizo Ronald Reagan, son el origen de la guerra al narcotráfico que ahora la vive Ecuador o Estados Unidos.
La guerra es dede hace milenios una de las principales causas de muerte entre los seres humanos, y en muchos países y lugares ha sido peor que una catástrofe ambiental, esto lo ha vivido en carne propia países como Japón, que creyó que la guerra que ha sido el origen y la razón de la existencia de ese país; finalmente fue peor que el daño que causaron los terremotos, pues las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, mataron más seres humanos.
Cuando empiezan las guerras parece ser un problema que se lo puede resolver en poco tiempo; pero las guerras por lo general se diferencian de los terremotos, los tsunamis; aún no es posible definir cuándo se acaba, lo vemos en la Guerra Fría, entre Estados Unidos y Rusia.
Hay guerras como la Conquista de América, que llevaron siglos, o guerras como la Guerra entre España ó México con Estados Unidos, que duro sólo días.
Ecuador debe su gran mortandad en este momento a dos presidentes que declararon la guerra al Narcotráfico, llamados Lenín Moreno y Guillermo Lasso, los dos tenían algo en común eran semi analfabetos, Lenin Moreno un administrador de empresas que nadie sabe quién fué como estudiante ni como profesional, y Guillermo Lasso un bachiller, pero los dos con buena fortuna, el primero, gracias a que se arrimó a Rafael Correa, uno de los presidentes más inteligentes, y estudiosos de la historia de Ecuador, y el otro gracias a que fue desde jóven un banquero bribón, un oportunista de cuello blanco.
Además los dos tenían un gran problema físico de locomoción, Lenín Moreno era un paralítico, y Guillemo Lasso, un semi paralítico y paciente con cáncer. En ellos las enfermedades produjeron graves trastornos mentales, creían que ser presidentes de Ecuador, los haría mejores seres humanos, en un país donde cualquiera puede ser presidente, desde los más ricos hasta los más ignorantes, discapacitados, astutos y pícaros. Pensaron que ser presidentes les ayudaría a levantar su autoestima, que con las enfermedades se había venido abajo, pero ademas dejarían de ser seres indefensos, porque podrían pagar a alguien para que les ayude a moverse, a trabajar, a gobernar, ya que por sí mismos, físicamente, no eran autosuficientes.
En este país convertido hoy en país botín, donde cualquiera puede ser presidente, que en 190 años de historia ha tenido 119 gobernantes, algunos sólo por horas, pero que posee petróleo, minas de oro, tierra fértil, ríos, montañas, selvas y océanos, la mayor biodiversidad del planeta, que desde hace 500 años ha sido botín de conquistadores europeos, de transnacionales norteamericanas, de gobiernos y gobernantes del mismo país, de policías, militares, burócrats, terratenientes, comerciantes, banqueros, piratas, ahora lo es de narcos, de burócratas corruptos de Ecuador y de los pícaros del mundo. Desde 1941, Ecuador es botín de Guerra de los Estados Unidos.
En esta guerra los que se matan son los ecuatorianos, es una guerra civil como lo fué la Revolución Liberal, la diferencia está en que en la Revolución Liberal, enfrentamiento fue entre los serranos en su mayoría, católicos fanáticos, indígenas peones o siervos de las haciendas que no conocían lo que es el salario, ni la vida fuera de las haciendas, y pelearon junto a terratenientes de los Andes, contra los costeñós, en su mayoria católicos pero no practicantes, que ni siquiera se casaban o bautizaban a sus numerosos hijos, que nacían de cualquier mujer que encontraban a su paso; y, jornaleros, personas que migraban a lo largo de Costa para irse a trabajar en cualquier parte donde les pagaran un jornal, esto es una cantidad de dinero por día trabajado, guiados por terratenientes de la costa, financiados por banqueros y exportadores, que querían apropiarse del gobierno del país.
Estos seminómadas costeños, aventureros, muchos de ellos delincuentes, como Pancho Villa, en México, que escapaban de un lugar, para esquivar a la policía, a sus enemigos, a los que les juraban venzanza, se convirtieron en una gran masa migratoria, como los ecuatorianos que ahora migran a USA, que se veían forzados a salir de su terruño porque eran perseguidos, sea por la ley, por sus enemigos, sus acreedores, por las deudas y por los deudos de los que han matado, etc, etc, igual que lo son los migrantes ecuatorianos, que ahora viajan en las olas migratorias, se cruzan el Tapón del Darién o las fronteras de Estados Unidos como ilegales.
