Daniel Noboa, el influencer millonario que a lomos del 'ave fénix' seguirá al mando de Ecuador
El empresario Daniel Noboa, de 37 años, ganó las elecciones presidenciales de Ecuador según los resultados oficiales. El joven presidente, que defiende un modelo basado en la economía neoliberal y la mano dura para contener la ola de violencia con un lema de "ave fénix", afronta ahora un periodo en el que, tras el rechazo de los resultados de Luisa González, aumentará la polarización.
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Un hombre nacido en una cuna de oro y que fue catapultado –con tan solo 35 años– a lo más alto del poder en Ecuador.
A Daniel Roy Gilchrist Noboa Azín tampoco le faltan ceros en el banco para ser uno de los hombres más pudientes del país suramericano, ni contactos para tener –posiblemente– a la mitad de un país a sus pies. Y es que este hijo de magnate representa la herencia más suculenta de Ecuador: su padre, el empresario bananero Álvaro Noboa, es el hombre más rico del país.
Pero lejos de alardear de una abultada cartera en público, Noboa entendió que llegar a la Presidencia no pasa por convencer a una pequeña parte del electorado –como lo hizo su padre cuando intentó hasta en cinco ocasiones llegar a la Presidencia–, sino de llegar a todo aquel que pueda depositar un voto en una urna.

Y a juzgar por los acontecimientos de 2023, cuando se alzó de forma provisional a la Presidencia, supo hacer llegar un mensaje atractivo: autodefinido de centroizquierda, sedujo a parte de la derecha y aplicó una economía neoliberal. Para algunos, líder populista; para otros, supo hacer uso de los medios.
Así, el líder del partido –fundado por él– Acción Democrática Nacional fue y es ante todo un 'influencer' de primer nivel ante el electorado, junto con su pertenencia a la denominada generación 'millenial', que prefiere comunicarse vía redes sociales en lugar de los medios tradicionales o subirse a la tarima.

Sus mensajes en redes –como X, Instagram o TikTok, entre otros– son suficientes: claros, concisos y directos. Su atuendo, informal, una imagen de frescura en la política. Pero en un año, Noboa ha acumulado varias polémicas.
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La élite en el palacio
Su primer suspiro fue en 1987 y no lo hizo en el país que quiere seguir comandando, sino en un hospital de Miami, en Estados Unidos. Su educación superior, también tuvo acento anglosajón en prestigiosos centros del país norteamericano al alcance de pocos, como Harvard, la Universidad de Nueva York o la Universidad George Washington. En cuanto a su experiencia laboral, pasó por los despachos de las empresas de su padre.
Pero acostumbrado a desayunar, almorzar y cenar escuchando política, se lanzó a las bancadas. Y no solamente por su padre, reincidente al intentar llegar a la Presidencia; también por su madre, Annabella Azín, que ha servido como parlamentaria y que hasta el día de hoy volverá a figurar en los hemiciclos tras haber sido elegida diputada.
En 2021, Noboa ya era una figura pública en la política nacional y en 2023 dio un salto prematuro por la retirada de su antecesor en el cargo, Guillermo Lasso.

Los resultados le sonrieron: derrotó a la misma persona que en la segunda vuelta de las presidenciales de 2025 le quiere hacer sombra, la izquierdista Luisa González.
Desde “caprichoso”, a flirtear con “actitudes dictatoriales”. Oposición y correísmo son implacables al calificar al joven mandatario, a quien el mismo Rafael Correa le llama 'calígula', en referencia al tercer emperador romano.
Pero su astucia, sin apodos, le han valido la aprobación de muchos: el mandatario ha podido llevar a cabo reformas económicas dolorosas para la población, como la subida del IVA o la reducción de subsidios a la gasolina sin que las voces de las calles penetraran en los gruesos vidrios de las ventanas de palacio. De hecho, el déficit de 5.000 millones es razón suficiente, alegó el mismo Noboa, para que las reformas no pudiesen esperar.