Por Maximiliano Moreno Hidalgo
El nombre de Ecuador viene de la Sociedad del Conocimiento. En mil setecientos cuarenta, la Misión Geodésica Francesa, llegó a Ecuador con la José María de la Condamine, Bouguer y Godín como los científicos interesados en definir la forma de la tierra. Les acompañaban Pedro Juan y Antonio de Ulloa, capitanes españoles, que tenían la misión secreta de ver como era la situación de la población y el desempeño de la iglesia y las autoridades, se les sumó Pedro Vicente Maldonado, un joven escuatoriano apasionado por la ciencia.
Quito, que habían sido un conglomerado de señoríos étnicos, fue luego la segunda capital del Incario y en la Colonia, parte de los Virreinatos de Lima y Nueva Granada; tras la Independencia de España, pasó a llamarse Departamento del Sur de Colombia, hoy conocida como la Gran Colombia.
Pero al disolverse la Gran Colombia, adoptó el nombre de Ecuador, que significa igual distancia a los polos.
Este nombre, a diferencia de los nombres de otras naciones del globo, responde a un conocimiento científico, que tras años de investigación, concluyó que la tierra era achatada en los polos, ensanchada en la Línea Ecuatorial y que un cuadrante terrestre, mide diez millones de una nueva unidad llamada "metro", que fue inventada a partir de estas investigaciones.
La sociedad del conocimiento, al igual que la territorial, la moral o la política, emergió al mismo tiempo que las otras, cuando la sociedad humana se conformaba como una organización, en que la mente tenía un rol más importante que sus capacidades físicas.
Esta sociedad del conocimiento, que arranca con el descubrimiento de la forma de producir y dominar el fuego, como lo relata la mitología griega, en la tortura de Prometeo, fue desde su inicio una sociedad contra los dioses, como lo cuenta la Biblia, que dice que Adán y Eva fueron expulsados del paraíso, por haber caído en la tentación de comerse el fruto del árbol prohibido, tentados por el demonio en forma de serpiente. Aquel árbol es también conocido come el árbol de la sabiduría y del conocimiento.
Desde la revolución de la Internét, con las comunicaciones satelitales y la telefonía celular, en manos de masa individuos, la sociedad humana a entrado en una nueva fase, donde la vida tiene una aceleración incuantificable. Esta sociedad, tiene en los países como los de América Latina, una cualidad especial, por ser la región más rica en agua, energía y memoria genética de este planeta, por los que va a desempeñar un rol distinto al que durante siglos fue su papel.
A diferencia de la sociedad de dominación política de masas, construida sobre las "verdades convenientes", llamada propaganda, y en la que el dinero es más importante que la vida. En la sociedad del conocimiento, este orden cambia, "la vida es más importante que el dinero".
Esta particularidad se debe a que en esta sociedad, donde la verdad desaparece, para ser reemplazada por el conocimiento, que es una verdad de corta duración, que se mueve en el océano de las dudas y que genera un nuevo tipo de ser humano, que ya no es ni el súbdito de un rey, el creyente en un dios, ni es el ciudadano, camarada, o compañero, es la persona.
Ser persona, significa, tener personalidad, y la personalidad emerge del ejercicio frecuente de elegir. Este ejercicio, era imposible para los súbditos o los creyentes, que cuando sus criterios, no coincidían con el emperador o el sacerdote, tenía su vida en riesgo.
En la sociedad de partidos, que es la que vivimos en Ecuador, estamos obligados a ser ciudadanos, al igual que en todas aquellas donde los partidos son poder. Para Marx, el ciudadano, al que llamaba despectivamente "burgués", era un enemigo innato de los trabajadores y proletarios, pues su interés fundamental era ganar dinero, en tanto el interés de los trabajadores, es producir en las mejores condiciones.
Actualmente las opciones de escoger que tenemos los ecuatorianos, son de lo más variadas, van desde poder escoger entre las numerosísimas estaciones nacionales de radio, hasta la más compleja gama de tipos de cafe, o canales de tv. Esto ha forzado a toda una generación a hacer el ejercicio de elegir. Este ejercicio frecuente, continuo y ahora indispensable, está originando una nueva generación, que difiere diametralmente de la de sus padres. La generación anterior, era una generación de gente, que a lo mucho podía escoger una persona que decida por él, ella le recomendaba o le obligaba, haciéndo creer que lo que él decidía era lo que nos conveniente en todos, en especial, en cuanto tiene que ver con lo relacionado a los poderes públicos. Por ejemplo, El rey de españa, en sus horas de ocio, de dedicó a escoger y decidir como debían vestirse los indígenas de América, y a lo mucho, lo que pudieron hacer los nativos, fue decorar a su manera lo que el rey les impuso. De igual manera en sociedades comunistas, como Cuba y la ex-Unión Soviética, existía sólo la televisión, radio y presa estatal, con una única versión de todo.
La nueva sociedad ecuatoriana, que es muy similar a la que está emergiendo en todos los lugares del planeta, se caracteriza porque las personas, pueden intervenir en la realidad de miles de formas.
Esta nueva generación, está destinada a enfrentarse con problemas como la superpoblación humana, que en el país esta también causando estragos. La nueva generación también enfrentará la escases de recursos naturales, una carrera espacial, que busca mas allá de la Tierra, posibilidades de que los humanos puedan existir, y usar adecuadamente el exceso de población.
En Europa, para el siglo XV y XVI, también hubo un excesos de población para los niveles productivos de ese tiempo y esto llevó a los europeos al descubrimiento de América.
La diferencia entre el crecimiento poblacional de los seres humanos, y el crecimiento poblacional de otras especies, es que además de ser un crecimiento exponecial de individuos, es decir un crecimiento biológico, es un crecimiento en necesidades; pero también es un crecimiento en inteligencia individual y colectiva.
La inteligencia humana, ha crecido a una velocidad muy superior al crecimiento de la población. Este crecimiento de la inteligencia humana, que de caracterizarse por una mayor disponibilidad de instrumento, herramientas, organización, distribución del trabajo, complementaridad, etc. , es lo que para los agoreros del futuro, les es invisible, ellos se limitan a ver cantidades, no cualidades y la calidad de los futuros seres humanos, que están llegando y por llegar.
El crecimiento de la población humana también es el crecimiento de la curiosidad, la habilidad, la cooperación dentro y fuera de los países.
Con estas características, la sociedad del conocimiento en Ecuador, va tomando trascendencia.
Ecuador tiene el mayor banco genético del planeta, en el siglo de la genética y en un momento en que esta sociedad, ha llegado a desestablizar el clima por culpa del accionar depredador del ser humano.
Esta misma sociedad, dispone en Ecuador de fuentes inagotables y no contaminantes de energía, que va desde el energía de los volcanes, hasta la energía solar, en el lugar donde el sol es más vertical y regular.
La nueva sociedad del conocimiento, que en una primera fase le da más valor a los conocimientos que sirven para reproducir al dinero, se enfrentan a esa sociedad del conocimiento, que da más importancia a la vida, y para empezar, a la vida personal, reemplazando esa conducta auto-destructva, y de explotación que hace que la gente por dinero desestime su existencia.
De igual manera la sociedad del conocimiento, estima más la vida natural y de culturas ancestrales o la diversidad en todos los aspectos, que para la sociedad de dominación del dinero, no era una variable a considerar importante, pues las variables importantes son la interminable multiplicación de la riqueza, sea personal o de un país, a partir de pretender de la uniformidad, los estándares, la homogeneidad.
En la sociedad del conocimiento, el deleite está en conocer más. Es así como en la sociedad del conocimiento y dominación del tiempo y el espacio. el deleite está en poder inmortalizar los pensamientos, imágenes, y todo cuanto sea posible hacerlo perdurable, como ahora yo lo hago al escribir, pero además es una sociedad donde a más de desaparecer el tiempo, desaparecen las distancias, que se acortan por las nuevas formas de transporte y por las nuevas formas de comunicación o manipulación genética, que ya permiten supera los límites de todo tipo, que teníamos en este planeta.
Así pues los ecuatorianos vamos entrando a una nueva sociedad, en la que si estamos listos para decidir lo mejor para nosotros, de manera frecuente, con el voto secreto, sea por teléfono, celular, internet o directamente, de manera regular. Este ejercicio frecuente de elegir, que ha sido puesto a prueba en diez ocasiones por el gobierno de Correa, ha generado un apetito o interés por saber más de la cosa pública. Para los jóvenes de dieciséis años, que ahora también votan, el opinar, criticar, escoger, les está dando otra dimensión; a mí generación no nos permitían siquiera vestirnos a nuestro gusto.
Es evidente que este proceso no es únicamente en este país, la humanidad, en su totalidad, está en un momento de cambio, en que su crecimiento en número de habitantes, multiplicado por el crecimiento de sus demandas y necesidades, parece pronosticar el camino directo a un cataclismo.
Pero esos nuevos millones de seres humanos, ya no son de los simples hambrientos de Africa o India, son millones que se prepararan para ser personas estudiadas, preparadas, inter-conectadas, que en conjunto, pasan a formar una enorme inteligencia, con capacidad de superar lo que la depredación biológica, el cambio climático, y las guerras de exterminio masivo, e incluso las armas capaces de destruir el planeta, pueden hacer.
La nueva sociedad del conocimiento y la siguiente, la de dominación del tiempo y la distancia, donde los seres humanos comparten primero sus conocimiento, y luego sus organizaciones, su sistemas de producción, sus fuerzas
Los nuevos humanos que se avecinan, serán muy distintos en todo a nosotros, con una mucho mayor capacidad de conocer y transformar la realidad.