¿Por qué Perú alcanzó la mayor mortalidad del mundo?
SEP, 03, 2020 |
Seis factores que marcaron la ‘tormenta perfecta’ que llevó al país vecino a 88 muertes por cada 100 mil habitantes. Encuentre las diferencias...
Redacción LIMA
Una baja inversión en salud durante décadas, un sistema sanitario fragmentado y con déficit de médicos y camas, una informalidad generalizada y una población mayoritariamente obesa y rebelde han confluido en una "tormenta perfecta" que hace de Perú el país con la mayor mortalidad relativa del mundo por COVID-19.
¿Qué pasó para llegar a este punto y por qué la cuarentena temprana no tuvo el efecto esperado?
1) Baja inversión en salud
Antes de la irrupción del coronavirus, Perú había presupuestado gastar en 2020 cerca de 5.240 millones de dólares en salud. Perú lleva décadas lejos de al menos 6% del PIB que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y muy lejos del 10% en promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
2,2% del PIB destina Perú a la salud, muy similar al 2-2,5% de Ecuador, en el rango más bajo de América Latina.También tiene médicos a los se les adeuda varios meses de sueldo y, el presupuesto asignado tampoco se llega a ejecutar en su totalidad: según la Sociedad de Comercio Exterior (Comex Perú), entre 2015 y 2019 no se ejecutaron más de 2.470 millones de dólares asignados anualmente al sector de salud.
Es habitual que en los hospitales públicos escaseen los instrumentos hasta para los procedimientos más simples, lo que obliga a familiares de los pacientes o incluso a los propios pacientes a comprarlos afuera del centro médico para que puedan recibir la atención requerida.
2) Fragmentado Sistema de Salud
La sanidad pública peruana opera dividida en dos grandes entes y otros más pequeños con sus propias redes de hospitales y centros médicos que hasta la llegada de la pandemia actuaban en paralelo y sin relacionarse. Además, los gobiernos locales tienen cierta jurisdicción en temas de salud.
Por un lado, está el Seguro Integral de Salud (SIS), administrado por el Ministerio de Salud para proveer sanidad universal a los peruanos en condición de pobreza y situaciones de vulnerabilidad, y que en total cubre a más de 20 millones de personas.
Por otro lado está el Seguro Social de Salud (EsSalud), a cargo del Ministerio de Trabajo, que da cobertura a casi 12 millones de personas, entre trabajadores formales y pensionistas.
Al igual que en Ecuador, policías y militares tienen sus propios seguros de salud y hospitales exclusivos, y en algunas ciudades también hay clínicas municipales y centros médicos.
3) Pocos médicos y escasas camas de Cuidados Intensivos
Antes de la pandemia, Perú tenía un déficit histórico de 24.000 médicos, según el exministro de Salud Víctor Zamora. Había 13 médicos por cada 10.000 habitantes, uno de los promedios más bajos de América Latina.
La emergencia hizo que por vulnerabilidad y riesgo, un considerable sector dejara de atender, por lo que se ha intentado suplir contratando médicos extranjeros y estudiantes de Medicina.
Al inicio había apenas 2,9 ICU por cada 100.000 habitantes, y de las 900 existentes, solo 276 estaban disponibles para Covid-19. En ciertas zonas, había un ventilador mecánico por cada 200.000 habitantes.
4) Una población indomable
La población tampoco colaboró. Medio millón de personas fueron detenidas durante los dos primeros meses de emergencia por irrespetar la cuarentena y los toques de queda nocturnos, una desobediencia que en principio fue por motivos económicos para buscar ingresos y después por puro desacato en numerosas reuniones sociales.
5) Extendida informalidad
El 70 % de la población económicamente activa de Perú trabaja de manera informal, sin pagar impuestos y sin seguro de salud.
Este sector de escasos recursos, que acostumbra a vivir con lo que gana a diario, suele verse obligado a tratarse en su propio domicilio.
Desde julio se reanudó el transporte interprovincial y operó sin apenas controles ni medidas de seguridad.
6) Obesidad
El 85% de los fallecidos por Covid-19 eran obesos, el 43 % diabéticos y el 27 % hipertensos, informó el Ministerio de Salud.