Los coronavirus y entre ellos el covid 19 nos permiten notar algo que pasó inadvertido a los médicos, científicos y políticos, que los coronavirus luego de un tiempo dejan de reproducirse como cepas patógenas y continúan viviendo con nosotros como cepas no patógenas.
Para la industria farmacéutica y para los políticos los coronavirus son enemigos implacables a los que hay que exterminarlos antes de que nos exterminen. Esperan de esta guerra contra el virus grandes ganancias para la industria farmaceútica y mucho poder al usar virus como armas, o los medios y las noticias para manipular masas, y las alianzas para enfrentar hoy a un virus, mañana a un país o un gobernante inconveniente.
Pero en realidad existen virus patógenos que pueden vivir con nosotros hasta matarnos como el VIH o el Ebola, virus que pueden vivir con nosotros como virus patógenos en un principio y luego evolucionan a virus no patógenos como los de las pestes de SARS, MARS, Chicungunya, el herpes virus, el virus de la viruela y virus que viven con nosotros , vienen y se van o permanecen incluso por generaciones de seres humanos, como tambien lo hace viviendo en especies como los murciélagos, sin que esta sinbiosis o convivencia sea perjudicial para el huésped o la especie que le brinda hospedaje. Estos virus que viven en nuestro interior y exterior sin hacernos daño son el 90 por ciento de todos los virus que existen.
Al parecer la mayor parte de los coronavirus, evolucionan de huéspedes patógenos a huéspedes no patógenos y solo evolucionan a huéspedes patógenos cuando existen condiciones como una guerra en la gripe española, alta contaminación del aire en el covid 19, o condiciones de estrés, como en la Primera Guerra Mundial, donde además el aire se vio modificado por gases letales usados en la guerra química.
La vejez artificialmente conseguida, como la que tienen sobre todo los países de mayor desarrollo, en que gracias a la revolución de los antibióticos, los procedimientos hospitalarios, el agua potable, la eliminación de escretas, de basuras, o residuos sólidos y las vacuna, e incluso el gran desarrollo de la llamada medicina preventiva, han librado a esas poblaciones de numerosas enfermedades e incluso de la selección natural que transmite los caracteres genéticos de los mas fuertes, o con cualidades apropiadas, a sus descendientes, burlando las leyes de la selección natural que gobierna a las especies silvestres
Se puede decir que los coronavirus son de dos tipos el uno es como los soldados norteamericanos que invadieron Irak, mataron a cuantos pudieron y luego obligaron a ese país a producir petróleo, para pagar los llamados gastos de guerra y terminaron con la vida y el gobierno de Sadam Huseín acusándolo falsamente de que tenía armas nucleares, luego atacaron Libia, y también destruyeron a Kadafi y a las delicadas condiciones sociales, e infraestructura, que en un país desértico son invaluables. En ambos casos la justificación injustificable por las consecuencias mortales de estas acciones, mas las olas migratorias generadas, partieron de la misma razón que ahora se esgrime contra Iran,
tener armas de extinción masiva.
Pero los árabes ya encontraron la forma de derrotar a los norteamericanos en Afganistán, país al que acusaron primero de encubrir a Bin Laden, el terrorista que atacó las Torres Gemelas por razones religiosas, al considera a ese edificio de oficinas el nido de la peor estirpe de seres humanos, los grandes hombres de empresas transnacionales.
Con la derrota de Estados Unidos en Afganistán los países que tiene narcogerrillas encontraron formas de resistencia, e inmunidad al modelo de guerra norteamericano, como antes lo hicieron al modelo de guerra de la URSS.
Hoy el mundo está aprendiendo la forma de expulsar de su países a los norteamericanos. Y expulsarlos aparentemente se hace necesario porque la suerte y muerte de los habitantes de un país esta ahora en manos de un ser humano, el presidente de Estados Unidos, que tiene tal poder, que puede bloquear a una país y matar de hambre a miles, puede usar armas de largo alcance, y asesinar inocentes si siquiera salir de su país, o usar la guerra cibernética para destruir los servicios públicos, el asesinato selectivo como contra el general Soleimani de Iran, o la guerra química como el napalm, o la guerra nuclear como las bombas sucias, y hasta la guerra bacteriológica, como al parecer es la causa de la pandemia que vive el planeta y lo que no deja de ser malo el usar a un presidente o un ejercito para matar a su los habitantes de su propio país o de un país vecino como sucede en Sudamérica Ecuador y Colombia frente a Venezuela, o patrocinando guerras civiles.
De igual manera Estados Unidos y su modelo de desarrollo fundado en la tecnología y la sobre explotación de los recursos naturales, la mano de obra mal pagada, los malos precios de las materias primas y los mercados sobre explotados, se ha propagado como cáncer por el mundo y ahora es el peor enemigo del planeta como lo prueba el cambio climático, que obliga a ese y a todos los países del mundo a readaptarse, como el cuerpo humano al coronavirus.
La readaptación de Estados Unidos parte de un cambio en el uso del petróleo como principal fuente de energía, y reemplazarlo por energías renovables e inagotables, el cambio de la explotación y uso de los recursos naturales, la conservación de especies y culturas, la multiplicación del conocimiento, la exploración espacial, y la inagotable inmaginación y creatividad humana.
Todo parte de un cambio en la visión de América Primero de Donald Trump a una visión la protección de la vida en el planeta, multiplicación y disposición grobal de los conocimientos la información, la comunicación y la movilidad humana y de mercancías sin fronteras, y la multiplicación de la imaginación y la creatividad humana.
La otra es que los virus actúen como los ilegales hispanos dentro de Estados Unidos, que a diario llegan para trabajar, convivir, y ayudar a los Estados Unidos, luego juntos desarrollan y crean los estados mas ricos de la Unión, que son ahora son California, Texas, New York y otros que están emergiendo como Florida, Arizona, Nuevo México, e incluso Nevada. Desde estos ex estados del imperio españól y de Mexico, los hispanos se expanden a otros estados y su presencia en lugar de perjudicar beneficia, convirtiendo a todos los Estados Unidos y America Latina en estados complementarios, no en estados competidores, como lo son los estados Europeo y los estados asiáticos, hoy los mayores competidores de USA.
De igual manera el covid 19 evoluciona de enemigo mortal de los seres humanos a un aliado en la lucha contra el cambio climático, el consumismo, el sedentarismo, las enfermedades crónicas, la baja capacidad inumunológica, el cáncer que son causa reales de la gran mortandad humana, de aquí en adelante aprendermos a vivir con ese virus como vivimos con el virus de la polio, pues la vacuna lo que nos enseña es a reconocerlo, y a matarlo o a menguar su virulencia, como sucede con todos los virus cuando nos da una gripe.
Coronavirus: cómo se comparan las muertes por covid-19 con las mayores causas de mortalidad en el mundo y en América Latina
Aunque solo estamos en la primera mitad de 2020, el covid-19 está en camino de convertirse en una de las principales causas de muerte a nivel mundial.
La pandemia ha matado a más de 260.000 personas en todo el mundo desde el 9 de enero, cuando se registró la primera muerte en la ciudad de Wuhan, China.
Los expertos advierten, sin embargo, que el número puede estar muy por debajo del real, debido al subregistro causado por la falta de pruebas en muchos países.
"El escenario que vemos ahora apunta a la posibilidad de que el covid-19 esté entre las principales causas de muerte de 2020, pero solo estaremos seguros en algunos años, cuando tengamos los datos", dijo a BBC Mundo el epidemiólogo Theo Vos, investigador del Instituto de Evaluación de Métricas y Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en EE.UU.
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Aun así, los datos oficiales disponibles muestran la dimensión de covid-19 en relación con otras causas de muerte.
Como se puede ver en el gráfico arriba, el número de nuevas muertes registradas fluctúa cada semana debido al avance o retroceso de la epidemia en cada país.
Aún así, en el pico entre mediados de marzo y abril, superó el promedio de muertes semanales causadas en 2017 por diabetes, accidentes de tráfico y enfermedades del aparato digestivo en todo el mundo, dejando atrás problemas como la tuberculosis, el VIH y la malaria.
Los datos en la región
Los datos de 2017 son los más recientes disponibles en el estudio Global Burden of Disease, realizado por el IHME, uno de los más completos producidos sobre el tema.
El estudio cuenta las muertes por 282 tipos de enfermedades y lesiones en 195 países y territorios.
En un cálculo simplificado, se ve que, en América Latina, la diabetes mató una media de 3.515 personas por semana en 2017.
Las infecciones pulmonares, como la neumonía y la bronquitis, mataron a 3.836 por semana ese año, en promedio, y 3.836 personas murieron por demencia.
Mientras que en la semana del 20 al 27 de abril de 2020, el Covid-19 mató a 5.492 personas en la región.
El subregistro de las cifras y el "efecto indirecto"
Sin embargo, cualquier comparación se ve obstaculizada por el subregistro de casos de covid-19, un problema que ocurre en todos los países, en mayor o menor medida.
En Brasil, por ejemplo, las proyecciones hechas por grupos de investigación en diferentes universidades dicen que el número de casos reales de covid-19 puede ser de 12 a 16 veces mayor que el número oficial.
En muchos países, los registros oficiales de defunción solo cuentan a aquellos que mueren en hospitales o que han dado positivo en los tests.
Las muertes sin un diagnóstico preciso y las que ocurrieron en domicilios o en hogares de ancianos, por ejemplo, no siempre ingresan a las estadísticas de inmediato.
Además, los expertos en análisis de datos advierten sobre el "efecto indirecto o secundario" que el covid-19 puede tener sobre las causas más comunes de muerte, como por ejemplo el cáncer.
"Lo que llamamos el 'efecto indirecto' es el gran impacto que esta pandemia está teniendo en otras causas de muerte. Puede presentarse en varias formas: personas que no buscan atención médica, sistemas de salud que han excedido su capacidad, falta de acceso a tratamientos o reducciones en la financiación," dijo a BBC Mundo Hannah Ritchie, jefa de investigación del proyecto "Nuestro mundo en datos" de la Universidad de Oxford.
"Por ejemplo, en muchos países hay personas que no están recibiendo tratamiento para las enfermedades cardiovasculares debido a la cuarentena y a la sobrecarga de los sistemas de salud", dice.
Según Theo Vos, del IHME, el efecto indirecto de la pandemia en otras causas de muerte aún es "modesto", de acuerdo con los datos disponibles en tiempo real.
"Si pensamos en el largo plazo, el impacto de la pandemia - como la interrupción de los servicios de salud y que muchas personas entraran en la pobreza - se reflejará en la mortalidad. Como ese efecto indirecto del covid-19 no estará explícito en los certificados de defunción (solo la causa principal de muerte), estamos intentando encontrar maneras de cuantificarlo", concluye.