La policía, el ejercito y la justicia, al igual que la salud y la educación viven en Ecuador su peor momento. En la policía encontramos policías que asesinan a su esposas o violan a sus compañeras en la misma Escuela Superior de Policía, a mas de que contratan sicarios para matar a sus hijos recién nacidos, introducen municiones dentro de las prisiones para que se maten los presos, o dirigen bandas de narcotráfico, inclusive se convierten en narco-generales. En el ejercito, se entrenan para matar, se supone que en defensa de la integridad territorial del Ecuador, pero terminan siendo los come por gusto, soldados a los que hay que engordarlos y entretenerlos en tiempos de paz, defenderlos en tiempos de guerra, porque reclutan, como en Rusia a la población para que sea carne de cañón, y temerlos en tiempo de crisis, como las que estamos viviendo. El ejercito desde los tiempos de la Colonia, han sido mercenarios pagados por el Rey de España mientras éramos la Real Audiencia de Quito, y por los gobernantes de turno desde 1830 en que somos República, y se los entrena para matar, obedecer y no deliberar, es decir no pensar. Los policías desde su origen en los años 30 del siglo XX, son mercenarios que sirven a los ricos, protegen sus bienes, sus familias y tienen desde entonces el trabajo de intimidar a los indígenas, campesinos y a los pobres de las ciudades, al igual que los militares se les entrena para obedecer no para deliberar, opinar, tener criterio propio, es mas, se los entrena para morir por lo que quieren los que les pagan, como cualquier sicario, o guardaespaldas hoy en día. El problema está en que los que le pagan sean gobernantes o ricos, son desde hace muchos años, los mas bastardos de este país.
De igual manera los jueces desde los tiempos de la Santa Inquisición hasta ahora están para perseguir a los enemigos del gobernante sea el Presidente de la Real Audiencia de Quito, o los 120 goberantes que en doscientos años ha tenido este país. En segundo plano esta el hacer cumplir la ley, que son inventos de presidentes, diputados, senadores, asambleístas, e incluso de los mismos jueces, para pacificar y someter a millones de habitantes de este país.
La salud que ahora está en mas crisis desde la pandemia, tiene el problema de que el Estado tiene dos servicios el uno gratuito para todos los ecuatorianos que no tienen trabajo estable, que lo ofrece el ministerio de Salud y el otro para los que pueden pagar el seguro sea descontando de su salario una parte, o por cuenta propia. En ambos casos el problema se complicó con la pandemia del Covid 19, y está en la calidad de la atención, en la calidad de los profesionales, en el equipamiento, el abastecimiento y el funcionamiento. En la calidad de los profesionales el problema está en que los sindicatos de auxiliares, médicos, enfermeras, odontólogos y empleados de los hospitales encubren a los mediocres, a los picaros a los pillos, que son por lo genera los que manejan esos sindicatos, unos vagos que cobran salario por no trabajar o hacer mal su trabajo. en el equipamiento y la infraestructura, pasamos de un tiempo de bonanza a un tiempo de colapso, en que desde las compras publicas de medicinas, equipos, hasta la construcción de infraestructura, fue parte del botín de los políticos, que roban desde en la compra de medicamentos, hasta en su uso, y ahora el problema más serio es el funcionamiento, pues se inventaron un sistema de agendamiento, y referencia, que hace imposible la atención pronta y oportuna de los enfermos.
En la educación el problema se complicó con la cuarentena y el distanciamiento social por mas de dos años, que obligó a los estudiantes y profesores a aprender y enseñar desde sus casas mediante la INTERNET. Pero la educación en Ecuador que había entrado en una etapa revolucionaria, de renovación, gran infraestructura educativa, calidad y nuevos contenidos, con la opción de estudiar en las 100 mejores universidades del mundo para los mejores estudiantes, paso al desastre, los sindicatos de profesores de la UNE Union Nacional de Educadores, que se habían tomado los colegios y universidades publicas, y convertido a estos en su territorio mafioso, donde a mas de enseñar la cultura inútil, indoctrinaban a los estudiantes el el marxismo, leninismo, estalinismo y maoismo, reclutaban jóvenes para sus protestas en las que siempre exigían mas salarios y prebendas, a las que llaman conquistas laborales y convirtieron a las escuelas colegios o universidades del país, en lugares de acoso sexual, en una monstruosa fabrica de Ninis, jóvenes que ni estudian ni trabajan y que se agrupan para formar pandillas llamadas partidos, que se han apropiaron primero de las universidades y ahora son bandas juveniles de los colegios, barrios, que evolucionaron hasta ser carteles de la narcos, de sicarios o de extorsionadores. En tanto en la educación privada, la explotación económica a los padres y a la población se volvió el paradigma fundamental.
