En 1942 Ecuador firmó el tratado de Río de Janeiro que le quitó a Ecuador la salida al Río Amazonas, pero una zona mal delimitada entre los ríos Santiago y Cenepa, fue el argumento usado por el presidente Velasco Ibarra para desconocer ese tratado, y sacar a los norteamericanos de Galápagos,que gracias al conflicto, convirtieron a Iquitos en el principal proveedor de caucho de Estados Unidos, previo a su ingreso a las
Segunda Guerra Mundial, caucho que le era indispensable para sus camiones, jeeps, y mas equipos.
El problema estaba en que Ecuador era proveedor de caucho de Alemania desde los años 30, pero ese caucho provenía de Esmeraldas, en tanto Iquitos y el Perú era el principal proveedor de caucho de Estados Unidos, tras el fracaso de las plantaciones de Ford en Brasil, afectadas por una peste.
Además Perú era proveedor de pescado, y guano a Estados Unidos, en tanto Ecuador era también proveedor de tagua, balsa, escopolamina, piretro aceites y jabones de Alemania, en los tiempos de Hitler.
El mayor problema para el abastecimiento de caucho a Estados Unidos por parte del Perú, es que los árboles de caucho estaban al norte del Río Amazonas, que era territorio de Ecuador, y de Leticia, que era parte de Colombia, que tienen ríos más fríos, caudalosos y humedales.
Pero además Estados Unidos estaba interesado en ocupar las Galápagos, de Ecuador, para proteger el Canal de Panamá, su principal inversión en América Latina.
Con el fin de apropiarse de los afluentes del Río Amazonas, que desembocan en el gran río y de las Galápagos, armó, entrenó, y dirigió las operaciones de invasión de Ecuador por parte del Perú, usando un viejo conflicto entre los dos países, existente desde 1824, en que se libró la Batalla de Turquí, que fijó los límites entre la Gran Colombia y el Perú, pero en el momento en que Ecuador se separó de la Gran Colombia y emergió como un nuevo país, no existía ningún tratado de límites entre Perú y Ecuador, lo que fue aprovechado por Perú para invadir Ecuador en 1860 y bloquear Guayaquil para crear un estado independiente en La Costa ecuatoriana, lo que produjo que en Ecuador, Guayaquil. Quito, Cuenca y Loja se declaran independientes, y Guayaquil además de independiente se declaró aliado del Perú, pero Gabriel García Moreno, el presidente de Quito, logró derrotar a los ejércitos de Guayaquil dirigidos por el Presidente Franco, del Estado del Pacífico como se llamó al estado de Guayaquil, que iba hasta Piura y a los otros otros estados, el de Cuenca, presidido por un tal Carrión y el de Loja, que iba hasta Chachapoyas y Moyobamba en Perú, presidido por otro presidente Carrión, que entonces incluía el norte del Perú.
Perú volvió a reclamar nuevas fronteras con Ecuador, mediante una nueva invasión en 1910 , pero volvió a ser derrotado por el General Eloy Alfaro, entonces presidente de este país.
Finalmente, logró que los territorios de Maynas y Quijos, en la parte más próxima al Amazonas fuera suya mediante el Tratado de Río de Janeiro, firmado en una reunión convocada por Estados Unidos, a todos los países del continente, para que lo apoyen para participar en la Segunda Guerra Mundial, que simultáneamente le permitió ocupar Galápagos, y convertir al Perú en su principal proveedor de caucho, e impidió a Ecuador ser proveedor de Alemania.
A no dudarlo, el peor error de Ecuador a lo largo de su historia, fue separarse de la Gran Colombia, y ser país independiente, pues desde entonces, a más de perder la mayor parte de su territorio, se convirtió en un país ingobernable, que ha tenido 120 gobernantes desde 1830 al 2023, algunos sólo por horas, ha tenido 46 constituciones, numerosas guerras civiles, y una población en confrontación permanente mediante el llamado regionalismo, la lucha de clases, la justicia más corrupta del mundo, y el intervencionismo de Estados Unidos, mediante, transnacionales, golpes militares, y presidentes serviles.
En el Cenepa, Ecuador pudo escribir una nueva victoria militar ante el Perú, la primera en la Amazonía, pero finalmente fue una derrota diplomática, pues no logró el objetivo de esta guerra, que era para el Perú, quitarle la salida territorial de Ecuador al Amazonas, y para el Ecuador convertir al territorio entre el Río Cenepa y el Río Santiago, que ahora es el Parque Nacional Pacaya Samiria del Perú en territorio ecuatoriano, que le permita una salida soberana al Río Amazonas, como lo proclamó el presidente Jaime Roldós, en una guerra anterior con el Perú en 1980 llama conflicto de Paquisha.
Hasta hoy, el principal problema de Ecuador es que, con honrosas excepciones, ha sido un país gobernado por cobardes, como el presidente Arroyo de Río, que firmó el tratado de Río de Janeiro, mentirosos como Jamil Mahuad, que firmó el tratado de Itamaraty, y traidores como Lenín Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa, que que volvieron a entregar Ecuador y en especial Galápagos a los norteamericanos, mediante la guerra al narcotráfico, violando la constitución del 2008 que prohíbe bases militares extranjeras en Ecuador, o mediante las consultas populares, que se convirtieron en un juguete en manos de presidentes de dudosa reputación, los medios de comunicación, y los publicistas.
El gran beneficio del Tratado de Itamaraty, es que Ecuador y Perú, pueden comerciar y transitar de manera más fluida, lo que está destruyendo el estúpido patriotismo, en los dos paìses, que pretende hacer creer que los ecuatorianos y los peruanos son más diferentes, que iguales, lo que es una falsedad.
Es que nunca debieron ser países enemigos, sino que han vivido una separación artificial, igual a la separación que viven los demás países hispanoamericanos, porque ese fue el mecanismo para destruir el Imperio Español, por parte de los criollos ricos de nuestros países, los Estados Unidos e Inglaterra, que les permitió convertir a nuestros países en los países en propiedad de familias, militares o dictaduras, en el patio trasero de Estados Unidos, en proveedor y deudor de Inglaterra, y nos convirtió en países pobres, en eternos conflictos internos y fronterizos, que los han debilitado, empobrecido, y enojado.
Ahora que los latinoamericanos somos los enemigos de Estados Unidos,. en la guerra migratoria y las elecciones de ese país, las guerras y diferencias entres nuestros países van quedando en el olvido, pero los malos gobiernos nos agobian y nos muestran lo estúpidos que hemos sido los latinoamericanos por siglos, a pesar de tener culturas y civilizaciones más antiguas que Estados Unidos, más diversidad e información cultural y genética, más riqueza en todos los aspectos.
La Guerra del Cenepa
Enrique Ayala Mora
Doctor en Historia de la Universidad de Oxford y en Educación de la PUCE. Rector fundador y ahora profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador. Presidente del Colegio de América sede Latinoamericana.
Actualizada:
03 nov 2024 - 05:50
Unirse a Whatsapp
Han pasado casi 30 años y aunque ahora los jóvenes no tienen idea de su trascendencia, el éxito militar en la “Guerra del Cenepa” de 1995 fue un hito fundamental en la historia del país.
Las tropas ecuatorianas que en su gran mayoría venían de hogares modestos, como los soldados indígenas amazónicos de nuestro Ejército que defendieron el suelo ecuatoriano como que era el suyo propio, salvaron el territorio y la dignidad de la patria dirigidos por excelentes jefes como los generales Paco Moncayo y José Gallardo.
"¡Ni un paso atrás!"
La base Tiwintza se transformó en símbolo. La gente de Ecuador sintió que la exitosa resistencia era un verdadero triunfo que superaba el trauma de la derrota de 1941-42. Eso permitió que luego se aceptara un arreglo negociado del conflicto.
Según el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas murieron 34 soldados. Las bajas peruanas fueron muy superiores. Hay una galería en honor a los héroes ecuatorianos en la Brigada 21 Cóndor, cuyo estandarte fue condecorado con la Cruz de Guerra por la victoria del Cenepa, como otras unidades y combatientes (muertos y sobrevivientes) declarados “Héroes del Cenepa”.
Nunca se hará todo lo debido para recordar esa gesta y honrar a sus héroes. Por ello, los libros publicados al respecto son fuente para la memoria colectiva. Entre ellos merece especial mención 'La Guerra del Cenepa: relato, testimonio y reflexiones', del general José Gallardo Román, quien luego de una brillante carrera militar y de haber participado en la preparación de los tropas triunfadoras, ocupó durante la guera el Ministerio de Defensa.
Se trata de una obra extensa que inicia con los antecedentes históricos remotos del conflicto territorial con el Perú, narra los hechos previos y el conflicto del Cenapa paso a paso con su testimonio propio y los de otros protagonistas, para concluir con un análisis de las consecuencias y una visión del futuro.
El libro combina la narración exhaustiva con el análisis y el comentario de hechos y fuentes complementarios que podrían ilustrar a los investigadores históricos y a los lectores sobre el proceso. Recoge sistemáticamente el recuento de las operaciones en el frente, pero no es propiamente un libro de historia militar, sino una obra más amplia que abarca aspectos que van allá de lo estrictamente castrense a las dimensiones geopolítica y social. Es, en algunos sentidos, una radiografía del país.
Hazaña de la Aviación Ecuatoriana
El libro tiene la ventaja del ámbito de su tema y el gran detalle de sus fuentes y reflexiones, pero se debe observar que es muy extenso (tiene más de 500 páginas) con un formato grande que podría dificultar su lectura. Sin embargo, más allá de ello, resulta ser una obra de consulta fundamental, no solo por su contenido, sino por el nivel de su autor.
El Ecuador cuenta ahora con otro testimonio, uno de los más calificados, de la Guerra del Cenepa, que cerró la “herida abierta” con acciones como la de Pepe Gallardo, general victorioso querido por sus tropas y declarado héroe por su patria, que lo considera una de las figuras más altas del último medio siglo.
Para hacer uso de este contenido cite la fuente y haga un enlace a la nota original en https://www.primicias.ec/opinion/enrique-ayala-mora/guerra-cenepa-libro-jose-gallardo82302-82302/