La ola de calor que viene desde Nueva Zelanda, la sequía dramática en Paraguay, Uruguay, Argentina, Brasil y la menor humedad en toda Sudamérica, han ayudado junto con la vacunación y la gran cantidad de enfermos asintomáticos y sintomáticos recuperados, han permitido crear virus menos agresivos, que ahora pueden convivir con la población, pero si viene una ola de frío, o de lluvias, las posibilidades de que la pandemia retorne con nuevos virus modificados, como el nuevo MU es posible. Además las vacunas están reduciendo su efectividad del 90 al 60 % de actividad antiviral.
Covid-19 en Sudamérica: lo que se sabe de la abrupta caída de casos de coronavirus en la región
- Redacción
- BBC News Mundo
A mediados de junio, mientras el resto del mundo experimentaba bajos números de infecciones por el nuevo coronavirus, América del Sur estaba convertida en el epicentro de la pandemia.
Siete de las 10 naciones del mundo con más muertes diarias per cápita estaban en la región: la tasa de Brasil era siete veces la de India, mientras que Colombia y Argentina sumaban una cifra que equivalía a tres veces la registrada en todo el continente africano.
Con apenas 5% de la población mundial, Sudamérica registraba una tasa de muertes per cápita que era equivalente a ocho veces la cifra mundial.
Pero eso ya es cosa del pasado.
A finales de junio, la cifra de contagios comenzó a descender de forma consistente hasta convertir a la región en una de las zonas del mundo donde la pandemia parece estar mejor controlada.
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Así, mientras para este lunes el promedio semanal de casos confirmados por cada 100.000 habitantes era de 52 en Reino Unido y de 43 en Estados Unidos, Brasil solamente llegaba a 8, Argentina a 6 y Colombia a 3, de acuerdo con cifras de Our World in Data.
Países como Uruguay, que a inicios de junio llegó a tener 100 casos por cada 100.000 habitantes, ahora solamente tienen 4; mientras que Paraguay que registró hasta 40 casos ahora no llega ni a 1 por cada 100.000 habitantes.
Esta disminución de contagios ha sido clave para que Sudamérica sea en la actualidad una de las regiones del mundo que está registrando menos casos de covid-19.
Pero ¿cómo se explica esta abrupta caída de los contagios en Sudamérica?
Entre la inmunidad y otras incógnitas
"Lo primero que le diría es que creo que no lo tenemos del todo claro", responde Andrés Vecino, investigador en sistemas de salud del Departamento de Salud Internacional de la Escuela de Salud Pública John Hopkins (Estados Unidos).
El investigador recuerda que esta no es la primera vez que ocurre un descenso de casos que parece anunciar que se acerca el final de la pandemia y luego se produce otra ola de contagios que demuestra que no era así.
"Es importante decir que no sabemos exactamente qué es esto y que el hecho de que estén bajando los casos ahora no quiere decir que vaya a pasar en el futuro. Quiero recordar lo que pasó en India, donde había un conteo de casos relativamente bajo para su población y después vimos el gran incremento de casos con la variante delta", advierte el experto a BBC Mundo.
La doctora Carla Domingues, que dirigió el programa de inmunización de Brasil hasta 2019, hizo recientemente una advertencia similar. "Es un fenómeno que no sabemos cómo explicar", dijo esta epidemióloga al diario The New York Times.
No obstante, los especialistas dan algunas claves: entre ellas, la vacunación. Los países sudamericanos han acelerado el ritmo de las inoculaciones en los últimos tiempos, algo que según numerosos expertos podría haber contribuido a frenar los contagios.
Vecino coincide, pero no apunta solamente hacia las vacunas sino, de forma más amplia, a la inmunidad adquirida por parte de la población de la región tanto por vía de las inyecciones como de los contagios.
"Creo que hay más o menos consenso en que es posible que la reducción de casos en Sudamérica puede estar relacionada con algún grado de inmunidad de la población", destaca.
El experto explica que las diferentes vacunas que se han estado aplicando en los países de la región son un elemento importante a considerar, como también lo es la inmunidad alcanzada por quienes ya tuvieron la infección.
"Muchas personas en algunos de esos países se han infectado. Un estudio reciente que hicieron en 12 ciudades de Colombia muestra que el 89% de las personas de esas localidades ya se infectaron. Con eso uno empieza a pensar que es posible que en algunos sitios haya unos niveles de infección tan altos que ya empezamos a ver una reducción de la enfermedad", indica el experto.
Vecino advierte que, dado que la población no es homogénea, este dato no puede interpretarse como que 9 de cada 10 personas que uno encuentre en las calles de esas ciudades ya tuvo covid-19, por lo que no hay que confiarse.
"Los individuos se relacionan en grupos, entonces es posible que haya grupos de personas que todavía, por ejemplo, no se hayan infectado ni hayan sido vacunadas y esos grupos de personas pueden tener brotes si llega, por ejemplo, una variante altamente transmisible como la mu, como la delta o como la gama -las 3 que ya están en Latinoamérica-, por lo que pueden obviamente causar un incremento en casos y muertes", explica.
"Habiendo dicho eso, es posible que el nivel de inmunidad adquirido por las vacunas y por la infección previa sea una de las razones por las cuales estamos viendo menor transmisión hoy", agrega.
Aplicando las medidas correctas
Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), confirma por su parte que hubo una disminución de los casos y las muertes en casi todos los países de Sudamérica, con excepción de Venezuela.
Ugarte explica que la OPS está trabajando con los ministerios de Salud y con los expertos de la región para estudiar estas tendencias, así como las razones por las cuales se ha mantenido este descenso, y apunta al endurecimiento de las medidas de control luego del incremento significativo de los casos en la región entre finales de 2020 y los primeros meses de 2021.
"Los países implementaron medidas mucho más estrictas respecto al distanciamiento físico, al movimiento de personas, al uso mandatario de mascarillas, iniciaron la vacunación y la ampliaron a otros grupos, principalmente a aquellos que estaban en mayor riesgo. Todo esto puede explicar en parte esta tendencia", incide Ugarte en respuesta a una consulta de BBC Mundo.
El director, sin embargo, previno a la región en contra de caer en la complacencia.
"Hemos visto que cuando los casos disminuyen es porque estamos haciendo bien las cosas. Es decir, estamos implementando las medidas de salud pública que se ha probado una y otra vez que siguen sirviendo", destaca.
"Lo peor que nos podría ocurrir y que podría ocurrir con los países de América del Sur es que ahora que están con menos casos relajen las medidas porque eso es una gran oportunidad para el virus para transmitirse de persona a persona", alerta.
Así, aunque el número de casos sea bajo en estos momentos, Ugarte considera que lo procedente es no bajar la guardia:
"Nuestra recomendación a toda la población de América del Sur que está viendo que la transmisión es cada vez menor es tomar en cuenta que estamos en esa fase porque se han tomado las medidas adecuadas. No las relajemos".
Coronavirus: qué se sabe de la variante mu, detectada en varios países de Sudamérica y que la OMS vigila
- Luke O'Neill
- The Conversation*
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha añadido otra variante del coronavirus a su lista para vigilar. Se llama mu y ha sido designada como variante de interés (VOI).
Esto significa que tiene diferencias genéticas con las otras variantes conocidas y está causando infecciones en múltiples países, por lo que podría representar una amenaza particular para la salud pública.
Es posible que los cambios genéticos de mu la hagan más transmisible, le permitan causar una enfermedad más grave y la hagan más capaz de escapar a la respuesta inmunitaria provocada por las vacunas o la infección con variantes anteriores.
Esto, a su vez, podría hacerla menos susceptible a los tratamientos. Nótese la palabra podría.
Una VOI no es una variante preocupante (VOC), que es una variante que se ha demostrado que adquiere una de esas características, lo que la hace más peligrosa y, por tanto, más importante.
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Mu está siendo vigilada de cerca para ver si debe ser designada como VOC. Esperemos que no lo sea.
Hay otras cuatro VOI que están siendo vigiladas por la OMS —eta, iota, kappa y lambda— pero ninguna de ellas ha sido reclasificada como VOC.
Ese podría ser el caso de mu también, pero tenemos que esperar a tener más datos.
Lo que hace que mu sea particularmente interesante (y preocupante) es que tiene lo que la OMS llama una "constelación de mutaciones que indican propiedades potenciales de escape inmunológico".
En otras palabras, tiene los rasgos distintivos de poder eludir la protección vacunal existente.
¿Dónde se está propagando?
Mu fue vista por primera vez en Colombia en enero de 2021, cuando se le dio la designación B.1621. Desde entonces se ha detectado en 40 países, pero se cree que actualmente es responsable de solo el 0,1 % de las infecciones a nivel mundial.
Mu ha sido mucho más prevalente en Colombia que en cualquier otro lugar.
Si se observan las muestras de coronavirus que han sido secuenciadas genéticamente, el 39 % de las analizadas en Colombia han sido de mu —aunque no se han registrado muestras allí en las últimas cuatro semanas—.
Por el contrario, el 13 % de las muestras analizadas en Ecuador han sido mu, y esta variante representa el 9 % de las muestras secuenciadas en las últimas cuatro semanas, mientras que en Chile algo menos del 40 % de las muestras secuenciadas han resultado serlo en el último mes.
Esto sugiere que el virus ya no circula en Colombia, sino que se transmite en otros países sudamericanos cercanos.
Hasta ahora, se han identificado 45 casos en el Reino Unido mediante análisis genéticos, y parece que proceden del extranjero.
Sin embargo, como no todos los casos de covid-19 acaban siendo secuenciados para ver qué variante son, es posible que la prevalencia de mu en el Reino Unido sea mayor.
¿Cuán peligrosa es?
Las preguntas clave son si mu es más transmisible que la variante actualmente dominante, delta, y si puede causar una enfermedad más grave.
Mu tiene una mutación llamada P681H, reportada por primera vez en la variante alfa, que es potencialmente responsable de una transmisión más rápida.
Sin embargo, este estudio todavía está en formato de prepublicación, lo que significa que sus conclusiones aún no han sido revisadas formalmente por otros científicos.
Todavía no podemos estar seguros de los efectos de la P681H en el comportamiento del virus.
Mu también tiene las mutaciones E484K y K417N, que están asociadas con la capacidad de evadir los anticuerpos contra el coronavirus. Las pruebas sobre esto son más concretas.
Estas mutaciones también se dan en la variante beta, por lo que es posible que mu se comporte como beta, contra la que algunas vacunas son menos eficaces.
Mu también tiene otras mutaciones, como R346K e Y144T, cuyas consecuencias se desconocen, de ahí la necesidad de realizar más análisis.
Pero ¿puede la mu evadir realmente la inmunidad preexistente?
Hasta el momento solo hay información limitada sobre esto, con un estudio de un laboratorio en Roma que muestra que la vacuna de Pfizer/BioNTech fue menos eficaz contra mu en comparación con otras variantes cuando se probó en un experimento de laboratorio.
A pesar de ello, el estudio seguía considerando que la protección ofrecida contra la mu por la vacuna era sólida. Realmente, aún no sabemos si las mutaciones de mu se traducirán en un aumento de la infección y la enfermedad.
Sin embargo, han aparecido informes sorprendentes sobre mu.
A finales de julio, un canal de noticias de Florida informó de que el 10 % de las muestras secuenciadas en la Universidad de Miami eran mu.
A principios de agosto, Reuters informó de que siete residentes totalmente vacunados de una residencia de ancianos en Bélgica habían muerto por un brote de mu.
Sin embargo, estas son instantáneas limitadas del comportamiento de la variante.
¿Qué pasará después?
Mu es la primera variante nueva que se añade a la lista de la OMS desde junio.
Cuando se designa una variante de interés, la OMS lleva a cabo un análisis comparativo de las características de la nueva variante, evaluando cómo se compara con otras que también están siendo vigiladas, pidiendo a sus estados miembros que recopilen información sobre la incidencia y los efectos de la variante.
Esto se está llevando a cabo en la actualidad.
La designación de mu como VOI refleja la preocupación generalizada por la posibilidad de que surjan nuevas variantes que puedan resultar problemáticas.
La variante delta, más transmisible, que se está afianzando en muchos países, especialmente entre los no vacunados, muestra la rapidez y la importancia con que las variantes víricas pueden cambiar el curso de la pandemia.
Cada vez que el virus se reproduce en el interior de una persona existe la posibilidad de que mute y surja una nueva variante.
Es un juego de números. Es un proceso aleatorio, un poco como tirar los dados.
Cuantas más tiradas haya, mayor será la posibilidad de que aparezcan nuevas variantes. La principal forma de detener las variantes es la vacunación global.
La aparición de la mu nos recuerda lo importante que sigue siendo ese objetivo.
Muchas personas, especialmente en los países en desarrollo, siguen sin vacunarse.
Debemos hacer llegar las vacunas a estos países lo antes posible, tanto para ayudar a las personas allí vulnerables como para impedir que surjan nuevas variantes.
De lo contrario, nuestra salida de la pandemia se retrasará, posiblemente durante meses.
Luke O'Neill es profesor de bioquímica en el Trinity College de Dublín, Irlanda.
Este artículo fue publicado en The Conversation. Haga clic aquí para acceder al original.
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