1984 La extrema derecha y el neoliberalismo en el poder. Salud, política y vida en la Mitad del Mundo. Capítulo 12






Entre los terratenientes de Muisne más malvados y crueles estaba un negro que sobornaba a los policías rurales para que subieran por el Río Sucio y apresara a los campesinos que le debían. Ellos bajaban amarrados en las lanchas del terrateniente, que los encerraba por días en un cuartucho oscuro, con una pequeña ventana con rejas, junto a la policía.  sin baño,  donde unos tenían espacio para dormir, mientras los otros permanecían parados, la comida se la tenían que traer los familiares, y los policías usaban la extorsión económica o la extorsión sexual a las mujeres o hijas de los campesinos para darles agua, o comida a los detenidos.
 Aquel afroesmeraldeño, era el ejemplo para otros, que usaron el  mismo sistema para ser  el dueños de enormes propiedades, que las había adquirido, al final del boom del banano en los ríos Muisne , San Gregorio, Repartidero o las montañas de  Mache Chindul.
Cuando vino la crisis del banano, la Compañía United Fruit  y su  filial Astral,  que  en 1968  se marcharon por la llegada de una peste llamada la sigatoka negra, de la primera reforma agraria implementada por  gobierno norteamericano mediante una dictadura militar,  que dividía a la enormes haciendas, dando parte de ella a los campesinos que la habían trabajado por años. 
Gracias a la recuperación de las plantaciones de banano de la UNITED FRUIT en Centroamérica, que les ahorraba el pago del Canal del Panamá, se marcharon, pero su sorpresiva salida dejó a los campesinos con plantaciones de banano, en sus fincas, que ahora no daban ingresos, endeudados en las cantinas y prostíbulos, que florecieron desde 1948, o con los comerciantes que les daban alcohol, sal, azúcar, harina, medicinas, botas, machetes, abonos, pesticidas,  etc. 
Uno de estos comerciantes era José G., un afroesmeraldeño, que se volvió un acreedor que quitaba las tierras, apresaba o mataba a los que no le pagaban, obligando a las mujeres e hijas de sus víctimas a ser sus amantes, y a tener hijos de él,  pues les decía cuando muriera heredarían lo que es de él, o  arrebató al ex marido de su madre.
 Esta forma de expansión terrateniente fue practicada primero por los terratenientes manabitas, que eran blancos, muchos de ellos parte de las llamadas hordas montoneras de Eloy Alfaro, que no recibieron tierras luego de la Revolución Liberal, y se convirtieron en bandoleros luego del asesinato de Alfaro en Quito. 
 Estas hordas de centenares de jinetes, atacaban a las poblaciones, para robar, matar, violar, o secuestrar mujeres y luego se remontaban a sitios inaccesibles, como Muisne, donde se convirtieron en comerciantes compradores de banano para la United Fruit,  o clasificadores del banano de la compañía,  cuando ya no se exportaba en racimos sino en cajas,  y recibían sobornos de los campesinos, para que los gringos compraran su banano. Cuando la United Fruit se marchó se convirtieron en violentos  en terratenientes, al final de  los buenos tiempos del banano
Aquel terrateniente negro,  llegó a tener mucha tierra y  numerosos hijos, uno de los cuales fue el médico residente del hospital Franklin Tello,  aquel que no estuvo en el hospital, cuando yo hice mi primer día de guardia en mi internado rotativo y me amanecí dando respiración boca a boca a una mujer que murió por eclampsia.
Era  uno de los negros médicos del hospital, que estudiaron en la Universidad de Guayaquil,  entonces  una de las peores universidades del país en manos del PARTIDO MAOISTA MPD. Ellos  usaban el hospital estatal para captar pacientes para sus clínicas privadas.
  Este médico hijo del terrateniente de Muisne,   redondeaba sus ingresos económicos practicando abortos, que en ese tiempo eran ilegales,  fue el primero en usar una nueva máquina, el vacum extractor, para succionar a los fetos en lugar de hacer legrados, y llegó a ser alcalde de Esmeraldas por el partido Democracia Popular, el partido patrocinado por la Democracia Cristiana de Alemania. 
Los médicos negros de Esmeraldas vivían el racismo anti-blanco, y yo era  blanco  con ojos verdes.  
  Al mismo tiempo en la ciudad y provincia de Esmeraldas se vivía la aporofobia, o el odio a los pobres, que se convertía en  el racismo contra los negros, blancos. mestizos y sobre todo los serranos,  que venían de los Andes y era pobres.
Por suerte, eso no era generalizado,  lo practicaban los ricos y nuevos ricos, nacionales o extranjeros, que no eran pobres o hippies.
La aporofobia la practicaban los que llegaban a ser autoridades o empleados públicos, los que nunca tuvieron y llegaron a tener, de forma legal o ilegal y se convirtió en parte de la cultura local.
La medicina rural me enseño que en Ecuador,  no hay peor enemigo de un  negro, indio, o mujer que otra mujer, negro o indígena.
Se vivía el racismo, y regionalismo,  que se multiplicó cuando León Febres Cordero llegó al poder con el partido Social Cristiano, un partido que en 1958 creó el ESCUADRÓN VOLANTE de la policía.  que mataba la Costa sin sentencia judicial.








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