El peor estrago del cambio climático es la desertificación, los incendios forestales, y la falta de agua, que desde tiempos inmemoriales determinaron la desaparición de civilizaciones, como los Mayas, y otras.
El problema se multiplica cuando un planeta poblado por más de seis mil millones de seres humanos, que a diario multiplican exponencialmente sus necesidades, siguiendo al llamado desarrollo, que es un aumento de la producción y el consumo, en un planeta con recursos naturales limitados, en que la especie humana tiene que compartir con las demás especies.
La sequía representa el hambre de todo los seres vivos de una región, estableciendo una disputa por agua y alimentos, entre humanos que ahora disponen de armas con mucha mayor capacidad de matar a muchos, pero además, significa penetrar en zonas vírgenes, en los continentes e incluso en los océanos, donde a su vez esto produce estragos.
En respuesta, la naturaleza se defiende mediante virus, que tienen una extraordinaria capacidad de mutación y multiplicación y que pueden matar a millones de humanos. Otro mecanismo de extermino de nuestra especie es mediante el autoexterminio, pero esto puede a su vez llevar al fin de la vida en La Tierra, como ahora la conocemos, y dar paso a nuevas formas de vida, capaces de vencer la radiación nuclear, o las armas de extinción masiva, desarrollada por los humanos para su propia autoextinción.
Finalmente el hambre, mas las olas migratorias, que no sólo invaden otros países, nos mueve hacia la exploración espacial, a la existencia fuera de La Tierra. La sequía, el hambre y las migraciones, alteran el orden interno de los países, invaden todos los espacios del planeta, creando conflictos entre humanos con el entorno natural, estos fenómenos, son el camino, junto al consumo ilimitado, nuestra extinción, el mecanismo natural inevitable de frenar la contaminación o la destrucción de la naturaleza, generada por nuestra especie.
Las grandes ciudades han pasado a ser el centro del conflicto, empezando porque en ellas se originó y prosperó el virus del covid 19, pero además son los ejes o focos enormes de la contaminación, que operan como nodos que alteran el clima.
El abandono de las grandes ciudades, la internet, el transporte eléctrico, las comunicaciones por celular, el trabajo o la educación a distancia, marcan el origen de un nuevo orden mundial, donde los seres humanos van asumiendo la responsabilidad por el daño causado por las generaciones anteriores al planeta, además dan origen a un nuevo orden mundial, donde la economía de ahorro, reducción, reuso, reciclaje, descontaminación, reforestación, protección de especies y culturas ancestrales, dan paso a una nueva economía, que se puede llamar economía de responsabilidad ambiental o economía de protección del planeta.
