La primera guerra civil la sufrieron los países latinoamericanos que vivían disputas por las presidencias y gobiernos desde su independencia, que se inició a comienzos del siglo XIX.
En Ecuador la primera guerra civil se llamó la Guerra de los Chiguallos y fue un levantamiento popular reprimido por el ejercito, durante el gobierno del primer presidente de Ecuador, Juan José Flores, y esto fue similar el resto de países latinoamericanos. Pero en Estados Unidos tuvo una dimensión descomunal. Su Guerra Civil mató a mas de 700.000 habitantes, de un país que para entonces no tenía ni 7 millones, esto es a mas del 10% de la población. Se debió sobre todo a que en ese país se inventaron las armas a repetición, la ametralladora, los acorazados, submarinos , o globos militares, fue una revolución en la producción industrial de armas.
En América Latina las guerras civiles produjeron dictadores temibles como los Duvalier en Haití, Trujillo en República Dominicana, Somoza en Nicaragua, Castro en Cuba, Ortega en Nicaragua, numerosas dictaduras en el resto, como las de Pinochet en Chile, de los militares en Argentina, Uruguay, Brasil, Stroessner en Paraguay, muchas en Bolivia, y en Perú, como la de Fuijimori, que fue una dictadura electoral de la derecha, en que el dictador ganaba elecciones, y este presidente uso el ejército contra su pueblo, con la excusa de la Guerra a Sendero Luminoso, o la dictadura electoral de Maduro contra USA.
En Colombia en cambio se dio la guerra civil mas larga de la historia del Continente, posiblemente del Mundo, entre conservadores y liberales, que fue muy bien usada por Estados Unidos para independizar Panamá, y luego tomarse ese país para construir el Canal de Panamá, que es la principal infraestructura construida por este país fuera de su territorio. Pero esta guerra de los Mil Días, se convirtió luego en la guerra anticomunista, que Estados Unidos la empezó en los años 60 con la invasión de Bahia de Cochinos en Cuba, y se extendió como guerras civiles a lo largo de América Latina, en que los ejércitos de nuestros países no disparaban contra soldados de otros países, sino contra su población.
La Guerra Anti-subversiva o anti-comunista, se convirtió en guerra al narcotráfico cuando cayo la URSS, los guerrilleros de Colombia dejaron de ser financiados y armados por este país o Cuba y buscaron formas de autofinanciamiento, lo que fue posible gracias al narcotráfico, el secuestro y la extorsión o vacunas a personas y pueblos campesinos, el primer lugar en que reclutaron guerrilleros, que luego al igual que los carteles reclutando sicarios, lo hicieron entre los gamines, o muchachos pobres de las ciudades, que dieron origen a mafia norteamericana y a los carteles de la droga en América Latina.
Desde el origen de los países latinoamericanos, las guerras civiles fueron en primer lugar por la tierra, lo que obligó a reformas agrarias en muchos países, pero en Colombia fue imposible, luego a la separación de Iglesia, que era el mayor terrateniente y educador del Estado, lo que originó las llamadas Revoluciones Liberales.
Actualmente la guerra es por la participación política, pues la URSS, también fue el principal financista de sindicatos y formador de líderes sindicales o indígenas, que podían enviar a sus hijos a estudiar gratuitamente en ese país, en los países del Pacto de Varsovia, o en Cuba.
Cuando la protesta callejera, se convirtió en arma política gracias a las mujeres, los obreros, estudiantes, Gandi, Mandela, a los afroamericanos, que se veían al margen de los derechos y beneficios de la llamada sociedad del desarrollo, esa que califica a los países por países desarrollados y países en desarrollo o subdesarrollados, en base al nivel de industrialización que alcanzan, nuestros ejércitos pasaron a ser los actores principales de guerra civiles contra manifestantes en América Latina, y lo están volviendo a ser en Estados Unidos.
Hoy Colombia, México, Perú, Guatemala, Honduras, El Salvador o Ecuador, viven una nueva guerra civil llamada la Guerra al Narcotráfico, contra los carteles y las pandillas.
Esta es una guerra civil que ya lleva 40 años, que la está ganando el narcotráfico, las pandillas y los carteles, a ejércitos y policías formados, entrenados, equipados e incluso dirigidos por el Departamento de Estado, la DEA, la CIA, o el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, mediante presidentes títeres, que ganan elecciones en costosa y mañosas campañas electorales y que es además un gran negocio de armas, a los dos bandos, a los ejércitos y a lo narcos.