Aun
Antonia no terminaba de asimilar la sorpresa que le causó el verse sin trabajo, luego de que con tanta pasión y sacrificio, trabajaba como médico en el sur de la Provincia de Esmeraldas, en la zona del terremoto de 16 de abril del 2016, que golpeó las provincias de Manabí y Esmeraldas, y tuvo réplicas hasta casi un año después.
Antonia comprobó como los contratos provisionales durante el gobierno de Correa, se convirtieron en un eje de la corrupción y del acoso sexual a las mujeres, pues se contrataba o se renovaba los contratos a cómplices de los jefes de las direcciones de salud, del Seguro Social, o del Ministerio de Educación, que daban regalos, parte de su salario, a los que encubrían a los altos funcionarios, eran amigos o familiares de los funcionarios intermedios, y lo que era peor, obligaban a las doctoras o profesoras a brindar compañía forzada, a los miserables que llegaban a los cargos de dirección.
Para Antonia, Correa estaba ciego, lo habían embobado con fiestas, premios, condecoraciones, los famosos RECONOCIMIENTOS DE LAS UNIVERSIDADES, e incluso las sabatinas, donde el mostraba su solvencia moral, conocimientos y su gran capacidad de gestión, se había convertido de un culto que reunía a esbirros, hipócritas, ladinos, prestos a repartirse favores, las pensiones para los discapacitados, o las casas que regalaba el gobierno.
-¿A dónde iras hoy?- le preguntó a Antonia su madre- al verla desanimada desayunar, y luego vestir a su nieta para ir a la escuela.
- Al Ministerio de Trabajo, tengo que averiguar que pasa con el reclamo que he presentado por el injusto despido.
- Creo que te están cocinando a fuego lento. No vas a conseguir nada.
- Me temo que tienes razón. Y tu....¿ Que va a hacer?.
- Tengo que sacar una visa para ir a la graduación de tu hermana en Australia. También ira tu hermana Carmen y su marido. Tu hermana teme regresar al país a denegar la beca que le dio el Gobierno de Correa, porque están despidiendo en masa a los empleadora públicos, el desempleo en el país esta creciendo. Muchos de los ex becarios están sin trabajo. Ya tengo los pasajes que me los pedían para darme la visa. Tengo que irme por Chile.
Mientras iba al Ministerio de Trabajo, en el Barrio la Carolina, el barrio de los más ricos de la ciudad, se daba cuenta que la burocracia del gobierno de Correa y del nuevo presidente Lenin Moreno, llegaban en autos del año. Subió al quinto piso, donde algunas personas trabajaban en oficinas muy cómodas y equipadas. En aquel edificio había centenas de personas que tenían por oficio enredarlo todo, los trámites se volvían interminables, las decisiones pasaban del portero o guardia a la secretaria, de la secretaria a otra secretaria, o a un payaso, que era el chistoso, el simpático, que descaradamente le insinuaba con su sonrisa, como hacer mas rápido el papeleo si ella le daba algo a cambio, ella no lo tomó en cuenta y fue otro que era la mala, una cara de piedra, fea, pero muy maquillada, con años de experiencia en sacar sangre al cangrejo, en embobar al incauto, alguien con cuello de ganso, con el descaro discimulado y una vanidosa prosa, para pedir dinero, sexo, regalos, o cualquier otro tipo de favores. El tramite se detenía nuevamente por las copias, las firmas, la ausencia del jefe etc. En 10 años de gobierno de La Revolución Ciudadana, las numerosas nuevas oficias publicas se habían convertido en enormes colmenas de corruptos.
Correa pensó que había eliminado la tramitología y la corrupción en las oficinas publicas, pero por el contrario, la había multiplicado, mediante los contratos temporales, la inestabilidad de los ministros, los cambios frecuentes de los funcionarios de libre remoción, esto se volvió desenfrenado después del Terremoto, donde las compras se hacían sin concurso, los nombramientos a dedo, las obras al apuro.
La nueva constitución que creó en el 2008 no corrigió una vieja ley para los servidores públicos, que era una trampa, en la que caían todos los que querían trabajar con el gobierno. Una ley que obligaba a los servidores públicos a ser putas, cabrones, oportunistas, parásitos, tramitados, extorsionistas, picaros es decir... unos bastardos.
Los malditos contratos temporales, los concursos mañosos, una década sin estabilidad de los funcionarios de libre remoción, de los empleados temporales, dio paso a una loca carrera por el enriquecimiento rápido, había que hacer dinero inmediatamente que se llagaba al cargo publico, se ganaba en la licitación, o se trabajaba en la obra en el proyecto del gobierno, porque nadie tenía seguro su trabajo al día siguiente de firmar el contrato, de terminar el año, o terminar la obra, la experiencia, la capacitación, el conocimiento que se recibía durante ese trabajo temporal, era como el conocimiento que recibían los estudiantes del país, algo casi inútil.
- Como te fue hoy- le pregunto su padre al verla entrar triste nuevamente en la casa
- Esto es como tratar de salir de un pantano- Le contestó Antonia.
- Desde que tengo uso de razón, estado es el peor pagador en este país, no sólo paga mal a los empleados públicos sino que no paga a los contratistas. Un juicio contra el estado puede tardar años.
Aquí los ladrones, violadores, asesinos, los políticos corruptos tienen mas derechos que tú, hasta pueden ser presidentes de la República del Ecuador.
Durante el gobierno de Lenin Moreno, el partido Alianza País, sus asambleístas en la Asamblea Nacional, los alcaldes, prefectos, concejales consejeros, el funcionario de cualquier oficina publica , el profesor de cualquier aula, el médico, el odontólogo, la auxiliar de cualquier subcentro, dispensario, u hospital, el policía de cualquier cuartel, o UPC, el guía de las cárceles, el oficial de la aduana, hasta el que recibía el carnet de discapacitado, el becario, el embajador, el ministro, o el soldado en a frontera, vivían y practicaban la traición, el engaño, la doble moral, la corrupción, que se encarnaron en la imagen del presidente LENIN MORENO, al que no le avergonzaba haber sido mentiroso, traidor, y corrupto. Ser un hipócrita, mentiroso, traidor, se convirtió era política pública, era la forma de hacer justicia, de ganar elecciones.
-Mira esta noticia han secuestrado a tres periodistas del Diario El Comercio de Quito, que fuero a investigar sobre los ataques de un guerrillero ecuatoriano de apellido Arizala, que ahora dirige un destacamento de las FARC.- le dijo su padre mostrandole un video en la computadora.
- ¿Están vivos los periodistas?
- Si. Están negociando con el presidente su rescate.
- De seguro que Lenin Moreno va tratar de engañar a los guerrilleros. Dale por muertos a los periodistas a este presidente no hay como confiarles ni un saco de alacranes
- Creo que ahora los ecuatorianos vamos a ser los mas temidos traficantes de drogas por el tal Walter Ariazal alias Guacho, en un narcotraficante y guerrillero al mismo tiempo que ha puesto a temblar no sólo a la policía sino al ejercito de Ecuador y Colombia.
- Pero es la gran excusa para regresar a los norteamericanos a la Base de Manta.
- Los Arizala son una buena familia de Esmeraldas- Comento su madre.
- Este guerrillero es de apellido Arizala, es hermano otro Arizala que capturaron con El Gerald, el Pablo Escobar ecuatoriano, que introdujo 250 toneladas de cocaína en Estados Unidos, usando lanchas rápidas y barcos pesqueros. El hermano de este Ariza era el segundo el mando en el grupo de ese narcotraficante, a ambos los capturaron en Colombia. Al Gerald, lo van a deportar desde Colombia a los USA. Al parecer el Guacho quiere canjear los periodistas del Diario El Comercio por su hermano, que está detenido por la DEA en Colombia.
-Entonces van a morir los periodistas y después los secuestradores, este caso no lo puede resolver el Grupo de Intervención y Rescate de a Policía Nacional, que es lo mejor de nuestra policía-dijo la Dra. Antonia
- Lenin Moreno va a dejar morir a los periodistas para tener una justificación para volver a la llamada Guerra al Narcotráfico, para justificar la presencia norteamericana en Manta que es lo que quiere Donald Trump y Mike Pompeo. La muerte de los periodistas es necesaria para que eso suceda- opinó su padre.
