Me encontraba en Ecuador, luego de vender exitosamente flores en Rusia en 1996. En Ecuador la era noticia diaria eran los desmanes de Abdalá Bucaram, que no vivía en el Palacio de Carondelet, sino en un hotel casino de uno de sus amigos y financistas, donde pagaba la sweet presidencia en el Hotel Royal Crown, en la Av Naciones Unidas, frente al Quicentro, cerca a Estadio Olímpico Atahualpa.
En ese hotel había un casino, que era visitado por el vicioso presidente de Ecuador, que sentía debilidad por los juegos de azar y las prostitutas. En ese hotel también vivían su ministros que venían de Guayaquil, uno de ellos hizo noticia, cuando armó un escándalo porque una de las prostitutas que lo visitaba en el hotel le robó los calzoncillos. El músico Ataulfo Tobar, mi buen amigo, cantautor de música protesta, que era parte de Radio La Luna hizo una canción al respecto, que decía en la primer estrofa
Dónde andarán, dónde andarán mis calzoncillos...., Radio la Luna se convirtió en la radio agitadora que levantó a los quiteños contra el gobierno.
Aquel trágico gobierno donde el banquero exportador de banano, Álvaro Noboa, que le financió la campaña, que para entonces no tenían límite de gasto electoral, fue ministro de economía.
Abdaló puso a su hijo Jacobo, de 19 años, como director nacional de aduanas, quien a los 6 meses en el cargo, hizo una gran fiesta por su primer millón de dólares,
y se drogó tanto, que su padre tuvo que llevarlo de emergencia, en el avión presidencial para ser tratado por sobredosis en Miami. Esto irritó aún más a los ecuatorianos, que veíamos atónitos la corrupción desbocada en el país.
y se drogó tanto, que su padre tuvo que llevarlo de emergencia, en el avión presidencial para ser tratado por sobredosis en Miami. Esto irritó aún más a los ecuatorianos, que veíamos atónitos la corrupción desbocada en el país.
Abdala Bucarám y León Febres Cordero, dos presidentes que triunfaron gracias al voto de los guayaquileño, venían de una ciudad convertida en la ciudad del vicio, que ponía presidentes, con ellos el vicio se convirtió en gobierno. Hoy Guayaquil es la ciudad más peligrosa de la costa del Pacífico de Sudamérica, desde donde sale la mayor cantidad de cocaína a Europa, un campo de guerra de los carteles europeos y latinoamericanos de la droga.
Álvaro Noboa, el mayor exportador de bananas, y de un banco, también de Guayaquil, fue ministro de finanzas, y comenzó el llamado bicicletazo de los banqueros, que consistía en sacar dólares de Ecuador, llevarlos a paraísos fiscales, donde tenían bancos o empresas para lavar dinero y regresarlos cuando el precio del dólar subía.
Noboa que luego fue el eterno candidato y perdedor de las elecciones hasta el 2017, y usó el gobierno de Bucaram para quitarle a sus hermanos la herencia que dejó Luis Noboa Naranjo, su padre, el creador de Exportadora Noboa y de Bonita Banana, la mayor empresa exportadora de banano del mundo.
Con el gobierno de Abdalá Bucarám empezó un periodo de inestabilidad politica, que puso en el gobierno de Ecuador a 10 gobernantes en 10 años, desde 1996 hasta el 2006, disparó el precio del dólar, lo que creó la especulación con esta moneda.
Los bancos se convirtieron en lavadores de narcodólares, y de sobornos, de las coimas del gobierno de Abdalá, que cobraba, que era el 10%, a todos contratos, y lo pagaban los contratistas de las obras, los empleados públicos de alto rango, lo que llegó a llamarse IPRE o impuesto del PRE, que incluso lo pagaron mis hermanos, recién graduados de ingeniería y arquitectura, cuando construyeron un colegio en el Barrio de la Vicentina Baja, cerca del hospital dermatológico Gonzalo González, que aún funcionaba, cuando el hermano de mi mejor amigo, era director del IECE Instituto de Crédito Educativo y Becas.
El hombre de confianza, la dupla, el dúo dinámico, como se hacían llamar, el Batman y Robin de la política ecuatoriana, era Alfredo Adum, un mañosos contrabandista, que manejaba a los vendedores de la Bahía de Guayaquil, el mayor centro de venta de contrabando del pais, y era el que hacía o deshacía en ese corrupto gobierno, como ministro jefe del gabinete.
Las Marchas contra Abdalá Bucaram en Quito se fueron complicando. En una de las protestas a las que me sumé, volví a ver al General José Gallardo, que subido en una camioneta con los opuestos al gobierno, motivaba el levantamiento de la población.
En el Ministerio de Bienestar donde era ministro el dueño del hotel Crown Plaza, en el que vivía Abdala, fue donde se atrincheraron los matones traídos de la Costa por el gobierno. Mi hija Carmen Verónica, entonces una adolescente, atleta del Colegio 24 Mayo, parte de las jóvenes en la pre militar del ejército ecuatoriano, a la que apodamos Monkita porque nació en Esmeraldas, fue por curiosidad a ver cómo la multitud acorralaba a los matones, que disparaban contra los espectadores, una bala pasó cerca de su cabeza e impacto en la pared, desde donde ella miraba, esto provocó la ira de los que protestaban, que prendieron fuego al edificio, el fuego que rápidamente subió a la azotea, desde donde disparaban, obligó a los sicarios a entregarse, en tanto, el presidente Bucaram fugaba del Palacio de Carondelet, con sacos llenos de dinero. Su primera parada tras su fuga, fue Buenos Aires, donde vivía su consejero económico, un argentino de apellido Carvallo, que le recomendó liberar el precio de los combustibles, lo que duplicó el precio del gas doméstico. Esa torpe medida económica, levantó a al país.
En Argentina, el que vanidoso presidente MENEM, que tambien implementó estas medidas económicas neoliberales, lo acogió. Al llegar, fue a un casino a jugar y contrató prostitutas, para celebrara que había salido vivo de Ecuador, finalmente fijó su residencia en Panamá, donde era un asiduo cliente de casinos, un conspirador obsesivo, que se empeñaba en volver a gobernar el país, mientras derrochaba el gran botin y la pension de por vida como ex presidente, que le dejó su 8 meses en el gobierno del país.
Abdalá Bucaram fue destituido por el Congreso Nacional, por INCAPACIDAD MENTAL, y fue el primer presidente que fugó del Palacio de Gobierno en un helicóptero, luego lo hicieron Jamil Mahuad, y el Coronel Lucio Gutiérrez, en aquella trágica década, que siguió a este mal gobierno.
