A los pocos dias de regresar de estudiar en Rusia, en 1992 Verónica quedó embarazada y a su madre le dió un infarto cerebral. Aquello fue una catástrofe familiar pues Doña Marujita era nuestro ángel de la guarda, la persona que cuidó a nuestras hijas durante aquel año de estudios en la Universidad Politéctnica de Volgogrado, la que nos ayudó con su casa en la Urbanización Rumiñahi, que la puso a nombre de Verónica, y esto nos permitió, adquirir un préstamo para comprar un departamento en el Edificio Cadiz y con ello ser los mayores accionistas de Ecuatoriana de Hoteles Pichincha, la compañia que estancada en su liquidación, por lo que habían 7 departamentos de los 14, que no podían ser adjudicados a sus dueños.
Los médicos del IESS que atendían a mi suegra desistieron, vieron que el daño era irreversible y recomendaron llevarla a su casa en Esmeraldas, donde el clima y su ambiente doméstico era mas favorable.
Don Ramón, m suegro, que estaba al igual que Doña Marujita, recíen jubilado, se dedicó en cuerpo y alma a su mujer, lo que le comenzó a afectar física y psicológicamente.
Verónica entre tanto tenía un embarazo normal, pero con la triple carga de su madre enferma crónica, los estragos normales del embarazo y teníamos problemas económicos.
Empezamos a tomar pruebas de orientación vocacional que trajimos de Rusia, a estudiantes de Quito y Esmeraldas, que se convirtió en nuestro primer ingreso económico. desde que llegamos de Rusia.
Incluso logramos vender un curso de administracón educativa en Cuba, al que enviamos profesores de Quito y Esmeraldas, también oferté estudios postuniversitarios en Volgogrado, logrando llevar a dos personas, y fuí con un amigo a Rusia, con Iván, que luego sería mi competidor en la exportación de flores a este país. En 1995 organicé la Primera Ferias de Rosas en Moscú.
En los primeros viajes a Rusia, teníamos que pasar por Lima, en los tiempos en que el gobierno del presidente Alberto Fujimori y Sendero Luiminoso que libraban una guerra. Esto era un problema, porquer en la carretera de Lima a Aguas Verdes en la frontera con Ecuador, era frecuentemente tomada por los guerrilleros.
En febrero de 1992, tuvimos que detenernos por un tiempo en uno de los pueblos del trayecto, hasta esperar noticias de que el ejército peruano recobró el tramo de la carretera que los de Sendero Luminoso ocupaban, para cobrar peaje, mejor dicho, para extorsionar a los dueños de los vehículos y los pasajeros de los buses.
En las siguientes veces la opción más económica era viajar a Cuba desde Ecuador por Cubana de Aviación, que empezo a operar desde Quito y de Cuba a Europa, por Aeroflot, que era la linea aerea más barata para llegar a Moscú.
En Cuba me detuve al regreso en 1994, pensé que en Cuba podía tratar a mi suegra y que podía ayudar a Cuba a salir de aquel aislamiento, que desde 1960 le impedía comercializar y abastecerse, por culpa de un bloqueo impuesto por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
Para entonces y hasta ahora, Cuba era la cuna de una emigracion desesperada, casi suicida a Estados Unidos, era un país con un gran deterioro, visibe en la arquitectura, o en la conversacin con los cubanos. La Habana, estaba casi en ruinas, luego de ser una de las ciudades mas bellas y alegres del continente, que desgaciadamente la mafia y los norteamericanos la convirtieron en un sitio de explotación sexual y laboral, malos gobiernos o dictaduras como la de Batista, desde 1900 hasta 1959.
Fui a visitar, el hospital más grande de la isla, el Hospita Almejeiras, con las tomografías de mi suegra para ver si tenía cura, y me digeron que tenía que traerla para realmente decidir, pero que sí era posible hacer algo, de allí, luego de contarles porque tenía que pasar por Cuba en direccion a Rusia, y lo podía hacer para ayudar romper el bloqueo, me recomendaron visitar a Isidoro Malmierca, el ex ministro de Relaciones Exteriores de Fidel Castro, ya viejo, que dirigia una oficina llamada BUSSINESS ON CUBA, la oficina que promocionaba la inversiones extranjeras en la isla, mediante una revista. Luego de una larga conversacion en que enfocamos todo lo que pasaba en Cuba, Rusia y Ecuador, Me nombró representante de la revista en Ecuador, y me dió decenas de revistas, para conseguir empresarios interesados en hacer necios con Cuba, tratamientos médicos, o para asistir a cursos cortos, seminarios, congresos, o cursillos.
De regreso en Ecuador visité la Camara de Comercio de Quito y envié a un primer grupos de empresarios, que vieron que hacer negocios en Cuba era muy complicado. Les dige que era un buen lugar para poner un hotel, vender sombros de paja toquilla ecuatorianos, como en los tiempos de Eloy Alfaro, que convirtió a Panamá en La Meca de los sombreros de Ecuador, artesanías indígenas de cuero, balsa o el chocolate ecuatoriano, el mejor chocolate del mundo.
Pero para los empresarios ecuatorianos viajaron en esa misión comercial, Cuba era complicado, porque todo tenía que pasar por autorizaciones, acuerdos con el gobierno, sobornos y regalos, eso era un terrible trámite, largo, demorado, complicacado, donde se navegaba entre lo legal y lo ilegal, era más complicado que exportar o hacer negocios en Rusia. El papeleo estaban en los dos lados de la navaja, el de lo legar y lo ilegal. Era como en Rusia 1992, cuando hice mi empresa, había muchos burócrata con las agallas abiertas para todo, que se movían si había regalos, dinero ilegalmente aceptado, había un submundo que se movía bajo la sombra de los líderes de la Revolución Cubana, que estaban atascados en un idealismo resistente a toda prueba, pero ya viejos.
De regreso a Ecuador, propuse a Verónica llevar a su madre para que la trataran en Cuba. Ella viajaría con doña Marujita, don Ramon, mis suegros, y con Doménica, nuestra hija que sólo casi 2 años. Además le regalé un pasaje de ida y vuelta a Cuba a mi padre, que tenía problemas cardíacos, para un chequeo, que nunca se hizo y que hubiera descubierto el aneurisma de aorta que se estaba formando en su adómen, antes de que una golpliza que casi lo mata lo hiciera.
Cuando salí de Rusia, luego de vender flores el 8 de marzo de 1996, nos encontramos con Verónica en Cuba, que llegó con mis suegros y mi hija menor a la Habana.
Para entonces la situación de Cuba era dramática, desde 1985, hacía una década empezó el llamado Período Especial. Fue peor que la de Rusia en 1992, por el desabastecimiento, sobre todo les faltaba combustibles, gasolina, petróleo, pero a diferencia de Rusia, aquí la gente no dejaba de ser alegre y amable, el estado les daba algunos alimentos, medicinas, educación, atención médica, vivienda, servicios básicos gratis, y adicionalmente, un salario de 20 dolares al mes. Además, la Mafia Rusa no hacía de las suyas, ni había que pagarle como lo hacíamos los empresarios y todos los rusos de ese inmenso país.
En Ecuador empezó el gobierno de Abdala Bucaram, un caudillo neonazi, cuñado del difunto presidente Jaime Roldós, ex intendente y alcalde de Guayaquil, donde se perfiló como un showman de la política farandulera de Ecuador, hizo su campaña y bailando twist y cantando en las tribunas, acompañado de los Iracundos. El otro candidato fue Fredy Ehlers que tenía un popular programa de televisión llamado LA TELEVISION, y el ex ministro de defensa en la Guerra del Cenepa.
El General José Gallardo, que puso su oficina de campaña junto al Edifico Cadiz, en la Av. Colon y Tamayo donde vivo hasta ahora.
Un día al regresar de Moscú en 1994, visité al General Gallardo, que me parecía el mejor de los candidatos y le ofrecí mi apoyo y financiamiento por los menos del parte del arriendo del local donde funcionaba su central de campaña. Esto nos relacionó para toda la vida, e incluso fuimos miembros fundadores del a Fundación Ecotrackers en el año 2000.
De regreso en Moscú vi con mis ojos fuera de mis orbitas al presidente Abdalá Bucaram bailando y cantando en una tribuna, rodeado de bailarinas en minifalda.
En Rusia, un candidato a la presidencia de ese país, lo alababa, y felicitaba se llamaba Jirinovski. otro showman neofascista de Rusia.
De regreso en Ecuador en 1996, fui uno de los activos participantes, junto con verónica, el General José Gallado, el entonces alcalde de Quito, el alcalde Paco Moncayo y mis amigos de RADIO LA LUNA, la principal activisgta de las protestas llamadas MARCHA DE LOS CRESPONES NEGROS, que finalmente derrocó al presidente, que fue le primero en fugar del PALACIO DE CARONDELET en un helicóptero.
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