Algunos de los indígenas que participaron como líderes del levantamiento como José Gualinga de la comunidad de Sarayacu de los Quichuas de Pastaza en la Amazonía, eran miembros fundadores de Ecotrackers.
Yo, Maximiliano Moreno, entonces presidente de la fundación, también participé como médico que ayudaba a los miles de indígenas que pernoctaban hacinados en El Agora de la Casa de la Cultura de Quito, a los que les atacó una peste de piojos. La escabrosos no los dejaba dormir. Entre los afectados por esta plaga, habían mujeres y niños.
Luego de la apurada fuga de Yamil Mahuad del palacio de Carondelet o Palacio de Gobierno, se proclamaron presidentes el coronel Lucio Gutiérrez, el líder indígena de las protestas de nacionalidad Shuar y el presidente de la Corte Superior de Guayaquil, pero su mandado duro solo 6 horas, luego un general, que ere el jefe del comando conjunto, se proclamó dictador pero el embajador de Estados Unidos, amenazó con un bloqueo económico a Ecuador, similar al de Cuba, si el gobierno no era entregado a Noboa, el vicepresidente, un bromista abogado, rector de la Universidad Católica de Guayaquil, antes de ser vicepresidente de Mahuad.
Este gobierno que duró desde el 2000 al 2002, volvió a enfrentar las protestas indígenas pero esta vez los indigenas fueron acogidos por la Universidad Saleciana, pues los salecianos eran la comunicad religiosa que mejor había trabajado en la Amazonía, sobre todo en la provincia de Morona Santiago, tenían un museo y una librería llamada Abya Yala, donde era posible encontrar información de las nacionalidades indigenas de Ecuador.
El presidente Novoa logró tranquilizar a los indigenas y con su buen sentido del humor, se ganó muchos simpatizantes, pero no se presentó como candidato a las elecciones del 2002.
En tanto en Ecotrackers, el internet, uno de los primeros de la capital, era la principal fuente de ingresos, en ese internet, mis hijas en especial la más pequeña, que para entonces sólo tenía 6 años, aprendió a dominar las computadoras, en tanto mi esposa y mis hijas, que eran estudiantes aun de colegio y yo, enseñábamos español a los backpackers, que entonces abundaban.
Empezamos a vivir los primeros años de la dolarización y a la gente le parecía igual 50 centavos de dólar que 50 centavos de sucre, a un sucre lo confundían con un dólar. Entonces, los precios de todo comenzaron a subir, el país se encareció rápidamente, para el 2006 era el país más caro de Sudamérica, esto ahuyentó a los backpackers que fueron disminuyendo, así como nuestros estudiantes de español nuestros voluntarios
Por el contrario los internet y las escuelas de español se multiplicaban a tal punto que llegara a existir 50 escuelas de español en Quito, la mayoría en La Mariscal. Las escuelas de español propiedad extranjeros como la Simón Bolivar de un norteamericano y otra Tony de un suizo eran las que tenían mas estudiantes a pesar de ser las más caras, porque conseguían sus estudiantes en el extranjero mas que en el Ecuador.
La abundancia de internets y de escuelas de español hicieron que los precios bajaran, llegó un momento en que los precios eran tan bajos, que el mas importante internet de la Mariscal, que era PAPAYA NET, de un judío vinculado a las poderosas familias judías de Quito, quebró. Luego comenzaron a quebrar las escuelas de español y de ellas solo sobreviven menos de 5.
Al problema de los malos precios por la hora de internet, en un tiempo en que la conexión se hacía por la línea del teléfono, y el minuto de teléfono era caro era muy lenta respecto a las conexiones que ahora tenemos, menudo se cortaba, recién aparecían los buscadores, y el correo electrónico mas popular era el de MICROSOFT.
Pero el mayor problema del internet de Ecotrackers eran los empleados, con excepción de dos, los demás fueron unos ladrones descarados, porque no teníamos entonces un sistema de controlar el tiempo de uso de las computadoras, teníamos que confiar en la palabra del empleado que atendía a los clientes.
El peor fue sin duda Juan Carlos, un mulato costeño de Atacames, que luego de robarnos a mas no poder, fue a trabajar en una empresa courier de Republica Dominicana, que tenía sus oficinas en al frente de Ecotrackers, en el Banco de los Andes, allí organizó un robo, por el que fue detenido, llevado a juicio pero el robo fue de tal magnitud que la empresa quebró, no pudo continuar con la demanda porque sus dueños se regresaron a Republica Dominicana y a Nueva York de donde eran originarios.
El entonces administrador de la Fundación David Tuckett, fue le primero que puso en duda su honradez, nos advirtió diciendo que tenía cuello de ganso, esto es era capaz de todo sin inmutarse, mostrando siempre una sonrisa. Años mas tarde lo volví a ver en Atacames, donde tenía una licorera y enfrentaba una demanda de alimentos para su hijo, por parte de la que fuera su novia cuando trabajaba en Ecotrackers. Pero quizás lo mas valioso que consiguió Juan Carlos en Ecotrackers fue viajar por todas las comunidades, esto es por la mitad de país, con Mark un voluntario norteamericano, que era dentista, para hacer el primer video de Ecotrackers.
Mientras eso ocurría, Domenica estudiaba la primaria en una escuela llamada Disney Home, donde llegó a tener amigos innolvidables para el resto de su vida. Antonella entró a la Escuela de Artes de la Universidad Central y Carmen Verónica a la que apodamos Monky, entró a estudiar Turismo Histórico Cultual y se convirtió en la presidenta de su curso, por todos los cuatro años que duró su carrera, al mismo tiempo era instructora de los estudiantes de colegio que hacían la premilitar, algo que fue muy importante para formar su carácter.
