Hoy en día los políticos de América Latina, como la mayoría del planeta, tiene el concepto de que la realidad es un invento de las masas humanas, y que esta se puede modificar si se llega al poder, a la riqueza, o a la fama.
Los sacerdotes de las religiones de América Latina que en su mayoría son cristianas, predominando el catolicismo al sur de la frontera entre México y Estados Unidos y el protestantismo en sus diferentes formas al norte de esta frontera, creen que la realidad es algo decidido por Dios y que solo el puede cambiarla, para lo cual los fieles creyentes deben cumplir con los 10 mandamientos y los preceptos de la Biblia.
Los economistas por el contrario piensan que el dinero lo es todo y que los ingresos y gastos de una persona son los que le permiten ser libre. Estos ingresos o gastos pueden depender de la forma de gobierno que exista en el país.
Pero lo que realmente sucede es que tres elementos son los que están determinando la existencia del ser humano en este planeta. El primero es que el ser humano ha provocado el cambio climático y la extinción masiva en el planeta, el segundo que la pobreza se ha multiplicado y dispersado, ocupando ahora la mayor parte del planeta, en tanto que la riqueza se ha concentrado sobre todo en ciertas ciudades, países y regiones del planeta, y en tercer lugar que las máquinas están expulsando a los habitantes de los campos y de los países pobres hacia los países ricos mediante olas migratorias.
Esto es lo que estamos viviendo en los países del Hemisferio Sur que es hemisferio con más masa oceánica del planeta, en un momento en que los océanos son las principales vías de transporte sobre todo de carga, pues de pasajeros está pasando a ser el transporte aéreo.
Además la conexión o comunicación entre los seres humanos ha cambiado de manera radical con los celulares, la internet, la televisión satelital, etc. Esta nueva forma de comunicarnos, informarnos, aprender, decidir, y trabajar obliga a dejar los países pobres sobre todo los países del hemisferio sur, pues las máquinas y ahora la inteligencia artificial pueden hacer mejor los trabajos agrícolas, y otros.
Así pues el principal problema de los países pobres dejó de ser la salud, pues hay atención médica en los lugares más remotos del planeta, pero la población no tienen dinero para comprar los medicamentos, que se han convertido en el negocio más rentable después de la guerra, compitiendo muy de cerca con el narcotráfico.
En pueblos pobres de la Costa de Ecuador como Quingue en la provincia de Esmeraldas, los pocos habitantes, que no pasan de 800, disponen de consultorio médico, escuela, colegio cerca, electricidad, internet, telefonía celular, pero no tienen agua porque no pueden pagar el combustible de la bomba de agua, y no tienen dinero porque no hay trabajo, ni hay un buen pago por la pesca, el cacao, el café, o las frutas que producen.
En lugares cercanos estos productos se obtienen en mayor volumen y a menor precio gracias a que la agroindustria que usa máquinas producen con menor precio.
Así pues es la falta de trabajo y por lo tanto de ingresos económicos lo que les obliga a salir de sus pueblos pues no tienen con que pagar la electricidad, las tarjetas del celular, los pagos mensuales de televisión satelital, agua, internet, etc, etc. ni los impuestos por su casa llamados impuestos prediales.
En los barrios miseria donde migran, tampoco pueden pagar por estos servicios básicos, pero al menos pueden inventar cada día un trabajo, que generalmente es vender cualquier cosa, sea robada o no y el microtráfico de drogas es lo que más ganancias da por ser ilegal, pues al igual que en los países desarrollados lo que es ilegal es lo más rentable, lo que más ganancias deja.
Pero nuestros países pobres además viven la extinción masiva, incendios, deforestación desbocada, que concentran la riqueza en pocas manos, en los dueños de plantaciones, empresas mineras legales o ilegales, empresas madereras, legales e ilegales, en políticos corruptos, transnacionales y en los narcos.
En tanto los estados gasta ingentes sumas de dinero, aumenta impuestos, para financiar campañas publicitarias de los gobiernos, guerras contra los narcos, los mineros ilegales, o los traficantes de seres humanos, que también ganan mucho, en policías, militares, jueces, fiscales y empleados publicos que redondean el salario y multiplican sus ingresos mediante el soborno, la extorsión a detenidos, etc.
Finalmente los economistas que ganan el Premio Nobel de economía de este año quieren hacer creer al mundo, que la pobreza que viven nuestros países se debe a que son culpables por su pasado, por elegir malos gobernantes y no elegir formas de gobierno democráticas similares a la de los Estados Unidos, pero ignoran que lo que está en realidad ocurriendo es que el Hemisferio Sur es que está siendo despoblado de seres humanos, y estos invaden el hemisferio norte, porque las máquinas los están sacando y están trastornando la naturaleza, el clima, la organización social tradicional, las culturas ancestrales locales, y están cambiando el comportamiento humano, que en el Hemisferio Sur significa olas migratorias que invaden Europa desde África, el continente al que los europeos invadieron y colonizaron al igual que los continentes Americanos y Oceanía, pero con la gran diferencia que las potencias latinas como España, Francia, y Portugal, no practicaron el genocidio racista ario que se practicó en Estados Unidos, o en Argentina.