Ecuador, Fenómeno del Niño, los volcanes activos
La visita de mi hija que regresó a los 10 años a visitarnos con su marido nos mostró el gran deterioro fisico, al que habíamos llegado tras dos años de encierro en la casa por la pandemia, un año de usar mascarillas y vivir el distanciamiento social y otro año de vivir la inseguridad, pues el miedo ahora a los delincuentes está en la puerta de la casa.
Cuando regresan los hijos, que también han vivido momentos similares en países como Dinamarca, donde ella y su marido ahora residen, la pregunta es si vienen como visita, como salvadores, o como invasores, en el primer caso como visita o invitados, la persona que llega, viene a respetar el orden o desorden en que viven los que los reciben, en el caso de venir como salvador, traen conocimientos, cosas y dinero para ayudar a los que los reciben, y en el caso de invasor bienen a aprovecharse, e incluso a imponer un orden, como los conquistadores europeos de América, o los turistas norteamericanos y que traen desde modas hasta el consumo de drogas o cambian en comportamiento y los servicios.
Mientras ellos estaban en el apartamento de mi hija que vive en Quito, las incomodidades surgieron, desde la cera para el piso hasta el perro de la casa eran algo que les molestaba, además había una adolescente, y un orden diferente, incluso la comida, las horas de comida, de sueño, y el tiempo era diferente, para mi hija que vive aqui, era un tiempo de trabajo, para ellos eran vacaciones, podían hacer lo que quisieran cuando quisieran y debido al cambio de horario entre Europa y Ecuador, tenían sueño cuando aqui era de día y querían estar activos o comer en la noche.
Las cosas fueron de mal en peor, asi que por suerte tenía un lugar donde recibirlos, con todas las comodidades, y ellos podían esta sólos, pero donde hacía solo una semana fiue asesinado un abogado en la Av. Amazonas, y Carrión,
Estamos en un tiempo de elecciones, pues el gobierno del presidente Guillermo Lasso optó por la muerte cruzada, una posibilidad que perminte la Constitución de Ecuador, para adelantar elecciones, eliminando la Asamblea Nacional y gobernando mediante decretos por 6 meses, antes de que llegue el nuevo presidente que tan sólo podrá gobernar por un año y medio, en un tiempo de desastres naturales por la llegada del Fenómeno del Niño, que se anuncia pra el fin de año, que si es como el de 1982, que mi esposa y yo lo vivimos en el Cabo de San Francisco, en la costa de la provincia de Esmeraldas, será desastroso pues ahora hay mas carreteras, puentes, casa, redes eléctricas, servicios de agua potable alcantarillado y el doble de la población, que en en estos 40 años, pasó de 8 millones a 16 millones, con una mayor concentración en la Costas Ecuatoriana, que ahora es la región mas sencible al Fenómeno de Niño, y donde la violencia está desbocada, pues se ha convertido en un campo de guerra de los carteles transnacionales de la cocaína, que se diputan los puertos y los barrios.
Ayer en un concurrido bar de un barrio llamado Gonzalez Suárez, mi hija y su esposo, que es de origen coreano, profesor de matemáticas en un colegio de Aahorus, en Dinamarca, y ambos son instructores de tae kon do en esa ciudad, fuimos a celebrar sus doce años de matrimonio, fue una noche encantadora, con buena comida, cervezas de toda clase, vino, pero nadie se embriagó ni se salio de sus casillas.
Hoy les invitamos a comer cuy en Selva Alegre un barrio de Sangolquí, la más antigua población indígena vecina de Quito, donde los Jesuitas producían el mejor maíz de la Real Audiencia, y luego de su expulsión en 1760, sus haciendas fueron propiedad de los grandes terratenientes, que se levantaron contra el Rey de España en el 2 de Agosto del 1809 por lo que fueron fusilados el 10 de Agosto del 1810 al haberse tomado la Real Audiencia de Quito en un asalto al palacio de Carondelet.
Comer cuy era un antojo de Min Ho el esposo de mi hija, Carmen Verónica, el lugar asi como el cuy fueron agradables, aunque al ver la cabeza del roedor, que parece a la de una rata grande, no es simpático.
Luego fuimos a visitar la iglesia y el parque central de Sangolquí, una iglesia colonial, su fachada fue recontruida en 1926, tras terremotos y la explosión del volcán Cotopaxi, que nuevamente está en actividad, junto con otros cuatro volcanes que son el Tungurahua activo desde los primeros años de este siglo, el Reventador, vecino de Quito en la Amazonía, activo desde el 2000, el Sangay, que está activo desde siempre, pero ahora arroja cenizas hasta Guayaquil, desde hace 6 años. El Cotopaxi, que desde el 2013 arroja nuevamente cenizas y lava, impone temor a los vecinos del volcan. Pocas semanas antes de la llegada de mi hija la Defensa Civil, advirtió a la población de Sangolquí que debía preparse para una evacuación, se hicieron ejercicios para estar preparados si las explociones del volcán se incrementan, pues es el volcán activo más alto del mundo, y se teme que la nieve de su cima, produzca inundaciónes.