La conquista de América creó un nuevo ser humano. Este nuevo ser humano eran los indígenas y mestizos, que no eran como los demás aborígenes de América, que no hablaban sobre todo español y o portugués, y no eran católicos, tampoco eran iguales a los españoles o portugueses, franceses, ingleses, holandeses, pero estaban más cerca de ellos que de otros nativos, ni eran esclavos, a pesar de que vivían en las mismas condiciones que los esclavos africanos.
Un negro esclavo africano en América era muy caro, pues traerlo desde Africa, significaba primero capturarlo o comprarlo en ese continente, luego seleccionarlo, alimentarlo, transportarlo por el Atlántico, en un peligroso y largo viaje, donde muchos morían, luego venderlo, por esto los negros que llegaron a Sudamérica, primero llegaron a Lima, donde estaban los conquistadores más ricos, los que se repartieron el oro de Atahualpa, el último emperador de los Incas, al que secuestraron y extorsionaron para que llene una gran cuarto con oro convertido en joyas y vajilla, que fundieron en lingotes, pues el arte indígena no tenía ningún valor para los europeos.
Ser un colono o conquistador en América era dramático, pues era jugarse la vida, e incluso toda su riqueza para enfrentarse a un mundo desconocido, el equivalente a un astronauta en Marte, o a un comerciante en una carabela.
Estos negros, luego fueron traídos por los jesuitas, que se convirtieron en los más ricos en América Latinas, a pesar de su voto de pobreza, castidad y obediencia al Papa, fueron en los mayores productores de azúcar y alcohol en la Real Audiencia de Quito y los creadores de pueblos en la Amazonía.
Solo un patrón muy rico podía tener un negro esclavo, pues era más caro que un caballo, que era lo segundo más valioso. Cuantos mas negros, mas caballos, mas tierra y luego más indios encomendados, para enseñarles español, a rezar y a adorar a Cristo, o deudores de por vida podía tener un conquistador, más rico era.
A diferencia de los negros y nativos no conquistados, los indígenas tenían alma.
Bartolomé de las Casas, el sacerdote católico, primo del Rey de España, que llegó a Yucatán fue el que reconoció que los indígenas de si tenían alma, esto es conciencia de la existencia de un dios supremo, un dios que no era una cosa como ocurría con los africanos, que practicaban religiones totémicas, es decir adoraban a totems que eran muñecos o símbolos como en el Budú, la Santería, la Macumba, las populares religiones africanas que llegaron con los negros a América.
Pero los nativos de América, crearon y desarrollaron el sincretismo religioso, que era la adoración al sol, a la luna, a las montañas, ríos, animales sagrados, los que escondieron bajo la imagen de Cristo, al Sol, de la Virgen María a la tierra, bajo la imagen de santos o diablos, arcángeles, los personajes de la religión católica, donde San Benito fue el santo de lluvia, de la fertilidad, el diablo el señor del trueno o de los volcanes
Esto fue posible porque las ciudades y pueblos que creaban los españoles tenían como primer nombre el nombre de un santo y luego el nombre que los indígenas le daban, así por ejemplo San Francisco de Quito, o Santa Rosa de Lima, Santiago de Guayaquil, Santa Ana de los ríos de Cuenca etc. Entonces los indigenas vieron que a las cosas, como a su ciudades si se les añadía el nombre de Cristo, la Virgen María, o de algún santo o santa eran respetados.
Con la llegada de los conquistadores europeos a América, las fiestas religiosas indígenas se convirtieron en fiestas cristianas, así por ejemplo la fiesta de San Pedro y San Pablo, que para los Incas era la fiesta del INTI RAYMI o fiesta de la cosecha, sólo se le cambió de nombre.
A igual que los conquistadores españoles que establecieron como nuevo rito la misa de los domingos en las iglesias, con la llegada de la radio, los periódicos, las escuelas a los campos, o la televisión, luego de la Segunda Guerra Mundial, al igual que algunas reformas agrarias, como la de 1968 y la de 1974 en Ecuador, la escuela cambió el rito de ir a misa, por el rito de las clases, así apareció en rito del partido de futbol.
En los pueblos nacientes por esta redistribución de la tierra, esta desaparición de las grandes haciendas en la Sierra, o la promoción de la colonización de zonas tropicales como la Amazonía, Esmeraldas en la Costa, o en lugares que periódicamente se despoblaban por las inundaciones o sequía, como en la Provincia de Manabí, el centro del pueblo pasó a ser la escuela, y frente a ella la cancha de futbol.
El futbol se convirtió en una forma nueva de religión donde el dios inmortal era una pelota, que les reunían, les impulsaba a mostrar su fuerza, habilidad, talento, personalidad, que convertía a cada jugador en un dios mortal, e un ídolo para el pueblo.
Mientras tanto, la escuela convertía al profesor y sus clases en sumo sacerdote. Al mismo tiempo, las elecciones, los medios de comunicación, las fiestas, o protestas, convertía a los ricos, a los que tenían carisma, o discurso, facilidad para hablar, para conmover, para reunir, en autoridades, en líderes, en políticos, que mediante los partidos, pasaron a competir con las religiones, los curas, monjas, sacerdotes, las viejas y nuevas religiones cristianas, que hasta hoy se diputan el control de la conducta de los habitantes de cualquier lugar en América Latina.
En Europa, en Grecia, cuna de la civilización occidental, el sitio de reunión fue el teatro donde la lengua, la memoria y el talento se convertían en motivo de competencia, o los eventos importantes como las Olimpíadas, donde donde las cualidades físicas de los griegos se mostraban en todo se esplendor.
En Roma, el Coliseo se convirtió en el principal sitio de reunión de los ciudadanos, para el imperio esclavista, más grande, cruel y duradero de la historia de Europa, la crueldad se convirtió en espectáculo publico, crearon coliseos e hipódromos a lo largo y ancho del Imperio, como principales centros de reunión de la población, donde la práctica de las competencias entre seres humanos para mostrar fuerza, habilidad, resistencia, crueldad era presenciada por el emperador, su corte o sus gobernantes locales, además servía para aterrar a los pueblos con la maldad convertida en espectáculo público, que junto con las crucifixiones y desfiles por Roma de los esclavos, enemigos, y riquezas capturadas era la forma forma que tenían los emperadores romanos de mostrar su poder.
Con la caída del Imperio Romano, que llevó al fin del esclavismo en Europa, los ex esclavos y súbditos del emperador de Roma, se convirtieron en fieles cristianos, la iglesias reemplazaron al los coliseos y las procesiones peregrinaciones, coronaciones, o fiestas religiosas, fueron los nuevos espectáculos públicos masivos, en especial cuando había pestes, catástrofes ambientales como sequías, heladas, inundaciones, o cuando se vieron en peligro por la invasion de Mongoles, Moros y Otomanos.
La plaza central reemplazó al Coliseo. Peregrinaciones como a la Virgen de Lourdes en Francia o el Camino de Santiago, se convirtieron en eventos importantes hasta hoy, a mas de las reuniones convocadas por el Papa en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
En América desde el siglo XVI, las plazas centrales que estaban frente a las catedrales o grandes iglesias como la de San Francisco en Quito. que se convirtió en el sitio de fiestas, origen de peregrinaciones como la peregrinación de Jesús del Gran Poder en la Semana Santa.
En Europa los templos y plazas como sitios de convocatoria y reunión fueron reemplazados por los estadios de fútbol, luego de la Segunda Guerra Mundial, en que el fútbol se convirtió en el rito deportivo, que vuelve a unir a los Europeos, luego de que en ese continente, los cristianos llevaran una guerra entre católicos contra protestantes, por las conquista o la colonización de otros continentes, hasta las guerras internas como las Guerras Napoleónicas, la Primera y Segunda Guerras Mundiales o ahora la Tercera Guerra Mundial en curso, tras el ataque de Rusia a Ucrania, que, como todas las guerras en Europa, tienen la finalidad de unir a Europa, pero además, como los imperios de este continente se expandieron por todo el planeta, al que llegaron a gobernar en las tres cuartas partes de la superficie continental y en casi toda la superficie marina, su conflictos siempre tienen un impacto mundial.
El futbol en Europa, tiene como finalidad unir a Europa, dirimir sus diferencias sin ir a la guerra, como ha sido su historia. A diferencia de lo que pasa en sus ex colonias, donde reemplazó a los rituales religiosos, y procura mantener la separación ente los países emergentes.
El fútbol en América Latina procura resaltar los nacionalismos, las diferencias entre los países, mantenerlos como enemigos entre sí, como sucedió luego de las Guerras de la Independencia, en el siglo XIX, que creó los mas de 30 países que hablan español, portugués, inglés, francés, holandés o creol en Haití, frente a los gigantes países de Norteamérica como Canadá, y Estados Unidos, donde el futbol no fue una práctica común e importante hasta el siglo XXI, a pesar de haber sido colonias inglesas y que Inglaterra inventó este deporte.
El futbol en América Latina a mas de convertirse en una nueva religión, llena de fanáticos, es el motivo de enfrentamientos a veces sangrientos, de peleas entre pueblos, parroquias, barrios, ciudades, países.
El fútbol está profundamente vinculado a la politica, que en América Latina, procura también mantener las disputas en las ciudades, pueblos, campos, países, el divisionismo en este continente, que ya lleva 200 años, muy al contrario de lo que procuraba la Religión Católica, el español y el portugués, la navegación, los puertos y los caminos hasta antes de las Guerras de Independencia en el sigo XIX,
Curiosamente, el futbol, la radio, la prensa, la televisión, que están muy relacionados, pues la popularidad de este deporte tiene relación directa con la expansión de la radio y la televisión sobre todo, dos inventos norteamericanos, que han sido muy útiles para mantener el divisionismo en América Latina, ganar elecciones, poner y quitar gobiernos, crear modas, demanda de productos, algo fundamental para los Norteamericanos.
Los medios y la elecciones, le permite a Estados Unidos, controlar gobiernos, proveerse de materias primas, mano de obra barata, aliados contra el comunismo, el narcotráfico, la Teología de la Liberación y ahora el socialismo del siglo XXI o socialismo latinoamericano, que busca la unión de América Latina, que procura volverse a unir mediante UNASUR, Union de Naciones Sudamericanas, la CELAC, Comunidad de Estados Independientes,el MERCOSUR, EL ACUERDO TRANSPACIFICO o CIESPAL Centro de Estudios de comunicación para América Latina.
Estas organizaciones se enfrentan a la OEA, Organización de Estados Americanos, la primera organización de países del mundo, que es el principal instrumento de Estados Unidos para mantener separados a los países latinoamericanos, controlar sus gobiernos, o alentar conflictos internos, por esto el Che Guevara y Fidel Castro la llamaron El Ministerio de las Colonias Americanas de Estados Unidos.
En Europa el fútbol es una pasión convertida en deporte, en una guerra sin sangre, que revive su espíritu belicoso que les permitió conquistar el mundo, pero en una forma no sangrienta, a diferencia del Coliseo Romano.
Ahora los gladiadores, son futbolistas de todo le mundo, que no se matan entre ellos, pero que al igual que en el Coliseo, se convierten en ídolos que ganan millones de millones de dólares
El futbol en Europa, al mismo tiempo une y reune a los europeos, que ahora tras siglos luego de la caída de Roma, están volviendo a ser una unidad geo-política, con la particularidad de que cada país conserva su lengua, religión, cultura, identidades, creencias, es decir a unirse tras siglos de masacres para ser una diversidad mutuamente tolerante.
El futbol al igual que la Olimpíadas, o la pandemia del Covid, han vuelto a unir a los seres humanos, para tomar consciencia de sus semejanzas, comunicarse a pesar de la distancia, a reconocer y tolerar diferencias, sirve para reconocer virtudes, cualidades ajenas, volver a encontrar lo extraordinario de las capacidades humanas, algo que tiene esta especie, cuando las habilidades, inteligencia, curiosidad, sus emociones, o voluntades se junta, cuando no son privilegio de un país, de una raza, de una religión, de un sexo, incluso de una edad, sino de una capacidad de compartir, convivir, cooperar, pues si bien las estrellas son jóvenes, sus entrenadores son viejos, que lucen aquí todo su talento también.