En el año de 1983, el gobierno de Osvaldo Hurtado creó el FONDO DE DESARROLLO RURAL MARGINAL O FORDERUMA dirigida por un ex sacerdote ecuatoriano jesuita, de la Teología de la Liberación, que dejó los hábitos y se caso, cuando los sacerdotes de la Teología de la Liberación, provocaron un cisma en la Iglesia Católica después del Concilio Vaticano II,en Colombia, y su famosa Doctrina de la Fe, que creó curas con compromiso social, como los curas guerrilleros como Camilo Torres, en Colombia, o los curas guerrilleros Sandinistas como Ernesto Cardenal, el cura poeta y escritor que eran parte del Frente Sandinista y que llegaron a ser ministros de ese gobierno en Nicaragua, a los que el papa de extrema derecha Juan Pablo II, fue a visitar en Nicaragua, para exigirles que dejen el gobierno o dejen el sacerdocio.
En tanto en el Salvador se vivía la sanguinaria guerra civil, en que el ejército entrenado y dirigido ´por la CIA, hacía masacres, que dejaron miles de niños huérfanos, y que fueron llevados a Estados Unidos, allí formaron las primeras banda de jóvenes latinos delincuentes, llamada los LATIN KING, que luego fueron deportados a su país, donde formaron las temibles pandilla juveniles llamadas maras de Centroamérica, como los Salvatrucha o la Mara 18.
FODERUMA que era una dependencia del Banco Central, hacía préstamos a las organizaciones campesinas, como la OCAME, ORGANIZACIÓN CAMPESINA MUISNE ESMERALDAS, de los curas de la Teología de la Liberación de MUISNE. que pudieron comprar lanchas, camiones, aserradero, finca, hacer un muelle, una sede con la casa de madera más bonita del pueblo, que fue quemada, un taller de costura con decenas de máquinas de coser, además financiaron fincas, en Atacames, Quinindé y Rocafuerte, una enorme plataforma de cemento en Esmeraldas para secar el cacao, convirtiendo a la organización OCAME en la más rica y poderosa organización campesina del Ecuador, exportadores cacao que además respaldaba a los Sandinistas de Nicaragua y a Monseñor Romero en el Salvador.
En tanto en la provincia como Chimborazo. financiaba a las radioemisoras populares, y se organizaron en las Escuelas Radiofónicas Populares ERPE. que fueron el núcleo de la Conaie, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, que tenían las emisoras populares de Chimborazo, creadas por la diócesis el obispo Monseñor Leonidas Proaño, quien impulsó la red de emisoras populares en Ecuador como Antena Libre en Esmeraldas, donde produje dos radionovelas, LINTERNA POPULAR Y EL MISTERIO DE LA TUNDA, o emisoras populares en la Amazonía, creadas para contrarrestar a HCJB, la Voz de los Andes, la más poderosa emisora evangélica de América, que transmitían desde Quito, en numerosos idiomas, tiene además un hospital en Quito, y en Shell-Mera, una población creada por la compañía Shell, la primera compañía petrolera en explorar el petróleo de la Amazonía Ecuatoriana, en los años 40 de la Segunda Guerra Mundial. HCJB es hasta ahora el eje de la expansión evangélica en Sudamérica.
En tanto en Quito el párroco de la parroquia más rica de la Capital en la Mariscal, el padre Carolo, que dirigía a los Salesianos, que tenían los colegios bilingües para ricos, más importantes de Quito, los colegios Spellman, de uno de los cuales se creó la Universidad Salesiana, el Museo Amazónico y la más importante editora de libros de culturas indígenas de América ABYA YALA dejó su rica parroquia frente a la Universidad Católica y se fue a la Quito Sur, uno de los nuevos y enormes barrios pobres. que nacían al sur de la Capital, gracias a la masiva emigración campesina provocada por las inundaciones del Fenómeno del Niño de 1982 y una terrible sequía, en 1995, por el Fenómeno de La Niña, que fue peor que las inundaciones de El Niño, por la gran mortandad de animales y cultivos, e incluso por la suspensión de la generación de energía hidroeléctrica. que paralizó al país en el gobierno de Sixto Durán Ballén y que fue seguida por la Guerra del Cenepa contra el Perú. Este padre se convirtió en el primer cura fabricante de iglesias prefabricadas en los numerosos barrios que nacían en la capital.
Luego de que recibí la noticia de la muerte de mi hermano, Verónica y yo no embarcamos en una lancha para ir a su funeral en Quito. Las terribles lluvias del fenómeno del Niño de 1982 hicieron imposible salir por tierra, el mar a las 3 de la tarde de aquel día estaba como siempre furioso. Eramos 6 pasajeros, Verónica mi esposa, la única mujer y estaba en el 7 mes de embarazo, el más diestro de los pescadores iba parado en la proa del la lancha para indicar a su hijo, que iba al timón del motor fuera de borda de 70 caballos en la popa. De pronto, la lancha que sortea las olas que venían una tras otra rápidamente se detuvo, nos atascamos en una banco de arena.
-Salten todo el mundo, menos usted señora gritó el pescador.-Todos traten de que la proa esté frente a las olas, porque si se vienen de lado naufragamos.
Con el agua en el pecho tratamos de evitar que la lancha sea golpeada de lado por el oleaje, hasta que finalmente el motor salió del banco de arena.
-Rápido embánquense y saquen el agua.- nos gritó nuevamente.
En un instante estábamos saltando olas que ponían casi vertical a la lancha, eran como montañas móviles que nos elevaban, mientras la cresta espumosa de las olas se nos venía encima, corríamos con un motor que parecía iba a reventar, antes de que nos alcance, al otro lado de las olas había un vació en el que caía la lancha, haciendo un estruendo al golpearse desde más de 5 metros de altura con el fondo plano del bote que parecía iba a quebrarse. Verónica gritaba de dolor en cada caída, y decía que iba a abortar, que la criatura en su vientre se le escapaba.
El mareo y el vómito vino luego de que dejamos atrás las olas furiosas, el ver a otro vomitar ya nos provocaba. Luego de horas llegamos a Tonchigüe, sin casi combustible, a pesar de que traíamos lo suficiente para llegar a Atacames. El tocar tierra en Tonchigüe nos pareció la felicidad misma. El frio, la lluvia, el sol. el oleaje, el miedo y el vómito nos habían probado,
En la playa Verónica pidió una taza de café que obró como una agua milagrosa y le alivió los dolores del su abdomen tan golpeado, su semblante y su cuerpo eran ya otra cosa luego de aquella agonía.