El fenómeno del Niño de 1982 trastornó la vida de los ecuatorianos, produjo una ola migratoria del campo a las ciudades, pues los campos, los cultivos, los animales y los campesinos fueron fácil presa del mal tiempo, de las enfermedades, de la falta de dinero, de las malas comunicaciones, pues la telefonía era solo desde centrales telefónicas, o por mensajes radiales, el transporte en el borde costero volvió a ser en barcos con ruidosos motores a diesel, o en lanchas con motores fuera de borda, como el tiempo del banano, en los campos los caballos volvieron a ser claves, como en el tiempo de la Colonia hace 400 años.
En los pueblos, la ausencia del comercio, trajo de regreso a los alimentos nativos, que habían sido desplazados por los productos empaquetados e industrializados, y la falta de medicinas trajo de regreso a las plantas medicinales,. Esto me permitió hacer una investigación de los alimentos y plantas medicinales del Cantón Muisne, una de las últimas zonas tropicales en la costa de Ecuador, que tenían bosque primario, animales silvestres, abundante pesca, manglares, arrecifes, acantilados, donde la agricultura y la ganadería no había deforestado, ni depredado.
Visitando casa por casa, compartiendo la atención médica con las parteras, curanderas, sobadores o traumatólogos tradicionales, con los brujos, que hacían el trabajo psicoterapéutico, o con los culebreros, que eran los únicos que podían salvar de mordeduras de serpientes contra las que no había suero antiofídico, como la pudridora, que necrosaba lentamente los tejidos. Aquella información fue valiosa para hacer un manual de plantas medicinales y alimentos nativos para los promotores de salud de la OCAME y para las investigaciones de mi profesor de la Facultad de Medicina el Dr. Eduardo Estrella, que con esos datos publicaría un libro llamado El Pan de América, luego de continuar sus investigaciones en el Archivo de Indias, en Sevilla, España.
Pero tambien trastornó a la OCAME, que se convirtió en una cooperativa de campesinos, que comercializaba madera, cacao, productos que se vendían en sus tiendas campesinas. Los campesinos se volvieron pequeños propietarios, gracias a las reformas agrarias de 1968, y 1974, el dinero, la propiedad, así como las dignidades o cargos de jefe se convirtieron en prioridad, la plata, los bienes, la riqueza volvía a valer más que la vida, algo que los conquistadores españoles enseñaron a los indígenas y negros desde hace 500 años, gracias al oro de los Incas , su territorio y la plata que se convirtió en la primera moneda global, por las minas y a la explotación de seres humanos sin misericordia, en las Minas del Potosí.
Esto llevó a una confrontación entre Luis, mi compañero médico que trabajaba en Muisne, que vivía alli con su mujer nicaragüense y sus dos pequeños hijos, practicando la doble moral en todo, desde en la infidelidad sexual, hasta en las ambiciones políticas, enseñando a los promotores de salud, que lo más importante era la lucha armada, como la que vivió en el Frente Sandinista, que los terratenientes y la iglesia eran parte de la tradición opresora de los campesinos, desde 1535 en que se fundió Quito, la capital de Ecuador y de la antigua Real Audiencia.
Los padres por su parte vieron el peligro que representábamos para la organización, pues los promotores de salud que nos escuchaban, eran los más radicales en su confrontación con los terratenientes, que era los dueños de las tierras, las vidas y el gobierno del cantón.
Al contrario de Cristo, que sacó a los mercaderes del templo con un látigo, los curas de la Teología de la Liberación de Muisne, Graciano y Julián, querían convertir a los campesinos en comerciantes y propietarios, mediante lo que ellos llamaban comercio justo. Luis, en cambio quería ser un profesional exitoso, propietario de su casa, auto, y más comodidades, un funcionario público de alto nivel, para lo cual hizo una especialidad en salud pública, pero así como reclamaba la fidelidad de su esposa, pero le ponía cuernos, pedía a los campesinos que sean un grupo armado leal, organizado, para eso, los primero era ser los dueños de una organización, donde la propiedad sea de todos, y no habría más ricos, ni más pobres que sería el fundamento de un nuevo estado, donde todos serían iguales, como en Cuba, en que la riqueza es tener salud y conocimientos, no dinero ni bienes, pero los jerarcas del partido serían los dueños de sus vidas, los administradores de la riqueza que ellos puedan producir y Luis quería ser un jerarca.
Finalmente luego de 40 años, los curas de la Teología de la Liberación terminaron siendo exportadores de cacao, Luis, un jefe burócrata de un estado capitalista, los promotores de salud, unos fueron empleados públicos como auxiliares de los subcentros de salud de ministerio o del Seguro Social Campesino, o pequeños propietarios, como proponía el plan norteamericano de Alianza para el Progreso, con sus reformas agrarias.Cambio Climático,