ORIGEN DE LA IZQUIERDA DEMOCRÁTICA ECUATORIANA
Ayer me vino a visitar Gustavo un ingeniero eléctrico que alquila una habitación en el donde tengo una residencia para estudiantes, y me contó que lo habían visitado los del el partido Izquierda Democrática.
-¿Cierto que es este local de la Fundación Ecotrackers nació el partido?-Me preguntó
-Así fue, en 1968, cuando yo tenía 12 años, y vivía en Conocoto, mi padre, Luis Moreno Cordero, que había sido director del Partido Liberal cuando Galo Plaza Lazo, fue presidente en 1958, entonces sólo tenía, 31 años.
En esta casa tenía su oficina, en el piso estaban los estudios de su radio Radio Metropolitana de Quito, 1245 KC, en la parte anterior tenía un local comercial que los arrendaba Filanbanco, y encima de ese local comercial auditorio de la radio donde veían a tocar y cantar los jóvenes músicos de la llamada Nueva Ola, que cantaban las canciones Enrique Guzman, Alberto Vazquez , Sandro, Leo Dan, Leonardo Favio.
La radio era muy popular por un programa llamado Politiquitis, de sátira política, que los interpretaban dos personajes una hombre y una mujer, me acuerdo que el principal actor era el Sr Romero, que era además el gerente de la radio , tenía un programa deportivo con Alfredo Rodríguez Coll, un manabita que narraba el fútbol con una velocidad impresionante al hablar, lleno detalles, observaciones y comentarios cortos que atrapaban a la audiencia.
En esta sala del segundo piso estaba la oficina de mi padre, la de su secretario Jaimito España y la de Rodrigo Borja, un abogado recién graduado que hacía prácticas con mi padre y era su secretario también.
Era el año electoral de 1968. Como siempre desde 1945, el candidato era Velasco Ibarra, que ya había ganado 4 elecciones y tan sólo una pudo culminar sus 4 años de mandato, en las restantes lo destituyeron mediante golpes de estado militares, que dieron paso a dictaduras o sucesión presidencia, de sus vicepresidentes, por los que calificó a los vicepresidentes de Ecuador como conspiradores a sueldo y hasta el 2017. en que llegó Lenín Moreno, la maldición de los vicepresidentes ecuatorianos se confirmó.
A aqui, sentados en esos asientos de cuero repujado, con los escudos de Colombia, Ecuador y Venezuela, crearon el partido Izquierda Democrática, porque el Partido Liberal, al que pertenecían había pactado con Velasco en un pacto al que llamaron El Pacto Mordoré.
Escogieron como candidato a Andrés F Córdova que iría a la presidencia, su hijos, Andrés Córdova Galarza, a la Prefectura de Pichincha, Jaime del Castillo a la Alcaldía de Quito, y Rodrigo Borja encabezaría la lista de los diputados al Congreso Nacional. Como parte de la campaña mi padre compró un viejo tanque de guerra que era chatarra de la Segunda Guerra Mundial que en 1946 Velasco Ibarra había comprado a los Estados Unidos, para reforzar el ejército, pero fue una estafa que desacreditó a su primer mandato, en que desconoció el Tratado de Río de Janeiro, firmado en 1941, luego de una Guerra Relámpago, donde Perú y Estados Unidos, atacaron Ecuador, para apropiarse de las zonas caucheras de Amazonía Ecuatoriana y Galápagos, donde Estados Unidos permaneció hasta 1946 cuando fueron expulsados por Velasco, pero el precio, fue un golpe de estado que los destituyó. Los norteamericanos no pudieron volver a tener una base militar en Galápagos hasta el Gobierno de Guillermo Lasso en el año pasado 2022
La elecciones de 1968 las volvió a Ganar Velasco, y durante su mandato desapareció el monumento a la chatarra que mi padre puso frente a la Facultad de Jurisprudencia, de la Universidad Central, le dieron una golpiza al gerente de su radio y además la destruyeron con una bomba en la cabina. Finalmente el General Guillermo Rodríguez dio un golpe de estado faltando pocos meses para concluir Velasco su mandato en 1972.
Rodríguez Lara impidió que siguiera la programación política de la radio, y más tarde Duran Arcentales, un general, que dio un golpe de estado al general Guillermo Rodríguez Lara, se volvió enemigo de mi padre por motivos personales.
Cuando terminaron las dictaduras, yo terminé mis estudios de medicina y me fui a trabajar como médico rural en en el Cabo de San Francisco, uno de los lugares más remotos en las selvas costeras de la Provincia de Esmeraldas, donde conocía al Padre Graciano y al Padre Julián, dos curas de la Teología de la Liberación prófugos de Pinochet, perseguidos en Chile, que se escondieron en Ecuador como muchos otros chilenos, en los tiempos del PLAN CÓNDOR.
En aquel apartado lugar fui con mis esposa, psicóloga educativa y reina de Esmeraldas 1974, a vivir en las peores condiciones imaginables, una dispensario apartado del pueblo, sin electricidad, agua, equipamiento médico, donde las avispas, las conga, los alacranes y las serpientes tenían nidos. El vecino más cercano, era una asesino legendario del pueblo, que se vanagloriaba de llevar las nalgas disecadas de sus víctimas en el bolsillo para protegerse.